Por: Kattia Trejo
Todos los días observamos el Cerro de la Bufa, que se encuentra al oriente del Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas, a una altura del 2,657 msnm. Esta elevación es un ícono en la historia e identidad del pueblo zacatecano. Fue utilizado como alojo para las tribus de nativos nómadas, principalmente de los “Zacatecacos”, de los cuales se heredó el nombre de la ciudad.
Existen varias historias sobre el origen del nombre, la más conocida dice que el cerro fue bautizado por Juan de Tolosa con el nombre de Bufa, que es una palabra de origen aragonés, cuyo significado es “vejiga de cerdo”, pues le encontraba similitud a esa forma.
Actualmente el Cerro de la Bufa no es solo un área natural que proteger, se ha convertido en un símbolo a respetar, así como un pulmón natural de la ciudad y su entorno.
El Cerro de la Bufa tiene suma importancia para Zacatecas. En 1588 fue incluido en el Escudo de Armas de la ciudad, autorizado por Felipe II, rey de España. También el 23 de junio de 1914 ocurrió la Toma de Zacatecas, donde las tropas revolucionarias del General Francisco Villa derrotaron al ejército Huertista.
Incluso se cuenta que aproximadamente 50 años después de la fundación de la ciudad, se promulgaron ordenanzas que prohibían la tala de encinas o se cobraba la multa de 50 pesos oro, para los españoles, o 100 latigazos para los indios y negros que transgredieran esta ley. Con estos antecedentes de puede observar que el Cerro de la Bufa ha presentado problemas de deforestación registrados desde el siglo XVI.
Utilizar los árboles de los alrededores de la ciudad de Zacatecas se realizó de forma descontrolada, de manera que el Gobierno Federal presidido por el General Lázaro Cárdenas promulgó el 18 de noviembre de 1937 un decreto en el que declaraba a los alrededores de la ciudad como Zona Protectora Forestal.
Esto fue debido a que existían problemas de desprendimientos de roca por la fuerte pendiente de sus laderas, afectando a la población el agotamiento de por los menostres manantiales qie suministraban agua a los barrios colindantes y para prevenir lo que en aquel tiempo llamaban fuertes torrenteras, con graves afectaciones a la población.
La fauna y flora del Cerro de la Bufa fue deforestada en gran medida, pero ha sobrevivido, pues se reforestó con eucaliptos y casuarinas, especies exóticas de origen australiano o neozalnades, aunque en épocas recientes se ha intentado reforestar con varias especies como pino piñonero y cedro.
Actualmente el cerro y sus colindancias tienen un alto valor escénico, turístico y religioso, de tal manera que existen intereses públicos y privados para implementar proyectos de diversa índole sujetos a una reglamentación que apoye a evitar el deterioro del lugar y, a su vez, permita el fortalecimiento, conservación y restauración del mismo.
Los intentos por conservar el Cerro de la Bufa se han organizado desde el Gobierno federal, estatal y municipal al realizar campañas de limpieza, reforestaciones, reglamentos para utilizar su explanada, conservar el crestón, entre otros.
Incluso catedráticos, docentes, especialistas, historiadores, políticos, secretarios, han participado en diferentes equipos para buscar la manera de proteger la fauna y flora del lugar.
En un principio se busca proteger el área que existe entre el Ecoparque y la Bufa, se realizaron diagnósticos evaluados por especialistas nacionales, todos elaborados por zacatecanos interesados en el cuidado y conservación de la biodiversidad, cultura e historia del lugar.
Se formaron varios equipos que han pasado por varias administraciones hasta que se pudo concretar un esfuerzo en el Municipio de Zacatecas para proteger nuestro emblemático Cerro de la Bufa, para logar el decreto como Área Natural Protegida Municipal Cerro de la Bufa en febrero del 2018, con un Plan de Manejo del área natural protegida de la Bufa, publicados ambos en el Periódico Oficial, con lo que culmina un gran trabajo ciudadano e institucional del polígono protegido, sus condiciones y su conservación del medio ambiente para un Zacatecas Sustentable.