Por: Heraclio Castillo
Hoy ya tenemos varias manos levantadas porque quieren la gubernatura a como dé lugar y desde hace un tiempo andan buscando simpatías para afianzarse primero la candidatura que les lleve a la silla grande. Pero hay una trampa muy grande: Zacatecas es un paquetote de problemas y hay que tener la capacidad, la astucia, la inteligencia y la experiencia para sacar adelante a un estado con realidades tan complejas.
Aunque esto de la pandemia por el COVID-19 vaya a cambiar también la forma en la que los políticos se acercan a los votantes, las fórmulas hemos visto que se repiten en la mayoría de los casos y muchos aprovecharán la contingencia para llegarle al corazón de la gente con propuestas bien sencillas que no les implican mayor compromiso, por eso hay que estar muy atentos a qué proponen y cómo pretenden lograrlo para resolver esos problemas que nos aquejan como zacatecanos.
Quien llegue a la gubernatura se enfrentará no solo con un presupuesto ajustado, sino también (ya se vio en el anteproyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación) con muy pocos recursos adicionales para Zacatecas, un estado que aunque ha mejorado sus finanzas en los últimos cuatro años, muy posiblemente se vea en la necesidad de recurrir a una nueva deuda para cerrar el 2021 y eso ya será iniciar con el pie izquierdo.
No olvidemos que aún se enfrenta un déficit muy grande con la nómina del magisterio que ya ronda los 1 mil 200 millones de pesos, sin olvidar que el impuesto de remediación ambiental (el llamado Impuesto Ecológico) aún está en controversia y no se ve claro para cuándo se le dará la razón a Zacatecas para empezar a tener ese ingreso extra que le permitiría un respiro.
Difícil panorama también para enfrentar los efectos secundarios de la contingencia sanitaria, los de mediano y largo plazo, sobre todo para la reactivación de la economía y la generación de empleos. Ya ni siquiera pensar en la atracción de inversiones en un estado que fue en retroceso en materia de competitividad (¿qué ha pasado con la aduana interior, los proyectos de parques industriales, la agencia aeroespacial o las supuestas nuevas inversiones que llegarían de Asia?) y con la pandemia se ha hundido aún más en el atraso.
Sin duda habrá quienes vendan su voto por una despensa. Hay muchos hogares que no tienen garantizado el alimento diario con esta pandemia y no hay que culparlos por lo que hagan o no con su derecho a votar. La necesidad les obliga a buscar la forma de asegurarse la comida. Pero la pandemia golpeará tan fuerte que, según el CONEVAL, se estima que esta pandemia dejará hasta 10 millones de nuevos pobres en nuestro país y esa, viéndolo fríamente, es un área de oportunidad para la vieja política, la deshonesta, la que no cambia de prácticas, solo de rostros y colores.
En el fondo, Zacatecas seguirá siendo un paquetote de problemas que requerirán de un perfil no solo con espolones, sino con la madurez y la inteligencia para saber llevar este barco en el que viajamos todos.