Sin ser una experta en el tema o una leguleya avispada que al menos haya leído con la debida atención lo concerniente a las áreas de donación, zonas de equipamiento urbano o áreas verdes o de uso común, sé que esos espacios son en sí terrenos que el fraccionador dona al municipio para que éste dote a la población de equipamiento y servicios, que debieran ser intocables y cuyo uso y destino final debiera ser decidido por los vecinos del fraccionamiento o colonia.
En este sentido, creo que sería muy útil que la autoridad municipal difundiera por medios efectivos y periódicamente esta información a fin de que los vecinos de todas las colonias o fraccionamientos de una ciudad conocieran, aunque fuera un poco, sus derechos y supieran cómo defender sus áreas verdes o de donación, para que nadie indebida e ilegalmente se apropiara de éstas.
En Zacatecas capital y en Guadalupe se pueden contar “a montones” este tipo de robos o abusos, ya sea por una “apropiación” particular a ley de sus pistolas (a veces en el sentido estricto de la palabra) o por negocio y beneficio de algún funcionario de cualquier rango en el municipio, estado o federación.
El problema, estoy segura, no es privativo de estos municipios y su área conurbada, sino que que puede presentarse en todo el estado, pero no iré más allá de estos dos municipios, que ya es mucho decir, mucho pedir y mucho esperar de las autoridades municipales (en este caso).
Que basten solo tres ejemplos para ilustrar el problema que no es pequeño y en el que poco o nada hace la autoridad, por “el insignificante detalle” de que no se aplica la ley o sus reglamentos ante los invasores, amparados en el ya gastado argumento de los derechos humanos que a veces no aplican o a las garantías individuales consagradas en la Constitución Política, a sobornos o porque son los que promueven la invasión.
En el fondo solo ellos, quienes dirigen el Ayuntamiento, saben cuál es el trasfondo de la nula acción contra los usurpadores en detrimento de los colonos.
En Zacatecas capital, al final en la colonia Francisco E. García o de El Ete, en la calle Del Depósito hay un camellón ancho que según parece fue construido con la finalidad de plantar tal vez árboles o alguna otra planta, es decir, como jardineras.
A lo largo de la calle el camellón está descuidado al principio, pero al final de la calle, casi llegando al depósito de agua potable, algún vecino vivillo ya delimitó como propiedad privada ese espacio. Se podrá argumentar que es para protección de las bien cuidadas plantas que hay en ese sitio, pero lo cierto es que ningún vecino traspasa el lindero, en cuyo interior ya hay hasta objetos de uso particular… y la autoridad no ha hecho aparición, menos ha tomado acción.
También en la capital, en el fraccionamiento Fuentes del Bosque, muy cerca de donde se instaló el Bachillerato Militar, un vecino, arguyendo influencias en “altas esferas gubernamentales” decidió ampliar su casa invadiendo sin ningún pudor el área de uso común.
En este caso, los vecinos repetidamente han denunciado el robo del terreno, lo han ventilado en medios de comunicación, han protagonizado manifestaciones, pero lo más que han logrado fue parar unos días la obra y la atención momentánea y mediática de la autoridad municipal, que finalmente y sin decirlo explícitamente se declaran incompetentes ante el caso mientras el dueño de esa gran finca se burla de sus vecinos y la autoridad y goza de evidente impunidad.
En Guadalupe, los vecinos de San Miguel del Cortijo, un fraccionamiento planeado y edificado por una constructora profesional, al comprar sus viviendas obtuvieron los planos de sus propiedades en los que se aprecia, a media área habitacional, una gran área verde; sin embargo, no pasaron muchos años antes de que la empresa vendiera todas las casas por medio de créditos Infonavit, algunas que sin aparecer dueños de lotes en el área de donación y pronto se construyeron al menos cinco casas. Más recientemente se ha intentado, en dos ocasiones, retomar la construcción de una séptima.
Una vez (hace años) el comité de la colonia intentó platicar con los supuestos dueños a quienes se pidió como prueba de propiedad los pagos del impuesto predial, pero al parecer no los tenían y la obra paró. Hace días se retomaron los trabajos, el ayuntamiento paró la obra, aunque se desconoce si fue para hacer valer el derecho de los vecinos o sencillamente porque no tenían permiso de construcción y “la casa pierde”.
En cada caso las circunstancias son distintas, pero el resultado es el mismo: el ciudadano común, el de a pie, sale perjudicado, aunque tal vez ni lo sepa.
Cómo siempre excelentes comentarios relacionado al «ROBO»de áreas verdes o comunes que son propiedad de los colonos ya que al pagar las escrituras de nuestras viviendas automáticamente somos dueños de esos espacios pero me atrevo a decir que en lo particular en el fracc.Fu entes del Bosque antes ISSSTEZAC II desde el inicio de su construcción fue un verdadero fraude iniciando con la compra del terreno de funcionarios de ISSSTEZAC Y CONSTRUCTOR Ramiro Ala torre Córdoba protegido por el gobierno y funcionarios del ISSSTEZAC en el año 1986 de ahí se comprobaron muchos fraudes y nunca pudimos hacer nada por influencías de «Arriba» ya que se protegían unos a otros teniendo pruebas de la compraventa de los terrenos y la mala construccion y han pasado administraciones tanto municipales como gubernamentales y estos hicieron caso omiso a nuestras demandas tal es el caso del susodicho invasor de las áreas verdes que construyó y amplio su vivienda en areas de uso común y sintiéndose influyente nunca se le pudo hacer absolutamente nada y termino comentando que a raiz de ser un fraccionamiento con muchísimas deficiencias no se cuenta con los servicios básicos y las administraciones municipales no incluyen en sus programas a este fraccionamiento.saludos estimada amiga un abrazo virtual.