Pues fíjense que escucho por todos lados que si es un pedo lo de las clases virtuales, que si un chingo de trabajo, que si pobres chamacos, que si se la jalan los maestros, que si ahora qué vamos a hacer, que ya por amor de Dios regresen a las aulas.
El súper pedo que ocurrió fue que como en muchas cosas no sabíamos en general cómo trabajar, no creo como muchas personas dicen que lo que pasa es que los padres no están (estamos) acostumbrados a intervenir de forma activa en la educación de los hijos.
Tampoco creo que los maestros estén lavándose las manos haciendo que los papás hagan todo y ellos nada. Creo que lo que realmente ocurre es que ni los maestros, ni los papás, ni los niños sabemos trabajar como se está haciendo ahora.
Yo realmente estoy en la gloria, no tengo que estar al pendiente de la chamaca porque la chamaca hace sus cosas solita, lo ha hecho desde primaria y es poca la ayuda que ha requerido, es una muchachilla responsable y dedicada a la escuela y por cierto cumple años la próxima semana.
En fin, no, no soy mamá de un alien adolescente, es que tuve suerte, sólo eso fue la pegué al gordo y pues me parece de lo más relax la educación a distancia.
Pero en serio conozco casos de amigas y amigos súper comprometidos con la educación de los hijos, personas que siempre han estado al pendiente de ir a las escuelas a preguntar cómo van las criaturas, en niveles de kínder, primaria, secundaria y prepa y de verdad que los veo súper estresados.
La verdad está del nabo que haya quien diga que los papás no sabían el trabajo que se hacía en la escuela. ¡Claro que lo sabían! Y generalizar está del carajo.
Veo a los amigos tan tensos con las clases en la tele, los trabajos a entregarse a cierta hora, los refuerzos de sabe qué y pienso “Charros, si me hubiera tocado esta parte cuando mi hija estaba chiquita, seguramente habríamos tronado como chícharos las dos” porque independientemente de la dedicación de mi escuincla requieren tiempo completo en clase y apoyo de los papás.
Chistoso, porque en efecto hay padres y madres que son “solteros”, es decir llevan todo el peso de la educación del chamaco en una persona, pero además cargan con el asunto de la manutención y para tener dinero pues hay que trabajar, pero el tiempo de la escuela también requiere su presencia y ¡Santos sustos, Batman! Está de la fregada.
Yo pienso, desde mi comodidad en este momento que va empezando clases del último año de prepa mi hija, que lo que necesitamos saber es que este pedo es nuevo para todos y que lo que debemos tener es “paciencia, mi querido Solín”, porque si no la tenemos vamos a crear un mundito de niños ansiosos y padres locos de remate y la verdad eso no nos sirve para nada.
Sobre todo, tomando en cuenta que pase lo que pase vamos en el mismo barco loco del que no tenemos idea de cómo vamos a salir.