Acciones para reducir el impacto ambiental

Sin duda el 2020 fue un año difícil para todos debido a la pandemia ocasionada por el coranavirus, que hasta el momento ha cobrado la muerte de millones de personas en el mundo.

Las distintas medidas de contención contra el virus, si bien han reducido la huella de carbono en el mundo (cerca de un 14.5% menos respecto al 2019, según Earth Overshoot Day), también se provocó un aumento en el consumo general y la producción de plástico, de los cuales se calcula que tres cuartas partes terminarán en los rellenos sanitarios o mares.

En este sentido, la pandemia también nos ha dado la oportunidad de repensar tanto los aspectos de nuestra vida cotidiana, sanitarios, laborales, económicos, recreativos, etc., como la forma en la que lo resolvemos cotidianamente.

A pesar de los retos globales en torno a la pandemia, el 2021 representa una oportunidad para mejorar cambiando nuestros hábitos por otros que impacten de manera positiva en nuestra vida, la de los demás y el planeta.

Al aplicar cambios en nuestra manera de consumir fomentamos un consumo responsable como una acción individual que puede presionar a los productores a cambiar sus procesos.

Es un hecho que si no cambiamos nuestros hábitos, el consumo sostenible no será realidad. Las altas emisiones de gases de efecto invernadero, deforestación, ganadería y agricultura industrial, los residuos tóxicos, todo eso contribuye a la crisis climática y ecología que vivimos.

En esta ocasión queremos compartír contigo, acciones o propósitos que puedes realizar en este año, enfocados a un consumo consciente y una economía solidaria.

  • Conoce tu ciudad. Para lograr un futuro más verde es indispensable que conozcas el lugar donde vives, investiga qué mercados o tiendas tienes cerca para evitar usar el carro; sal a caminar, así identificas los comercios o empresas donde puedes comprar tus productos, al mismo tiempo que haces ejercicios.
  • Elabora tu propio directorio donde tengas a la mano los productos y servicios que ofrecen estos comercios que te rodean, la tiendita de la esquina o la ferretería; de esta manera siempre tendrás en mente dónde puedes hacer tus compras evitando usar el automóvil, con esta acción disminuyes la huella de carbono.
  • Instala un huerto en tu casa. Otra opción para consumir alimentos orgánicos es crear tu propio huerto. Basta un espacio pequeño y bien iluminado, recipientes  reciclados y agua de lluvia para empezar a producir tus propios alimentos. Sembrarlos te da la garantía de que sean saludables y no hayan estado expuestos a fertilizantes tóxicos o aguas residuales. Intenta con las verduras que tengas en casa, por ejemplo, cebollas, jitomates, zanahorias.
  • Crea tu composta. Si ya decidiste sembrar algunos alimentos, nútrelos con composta, los beneficios de esta están comprobados, porque reduce la circulación de desechos orgánicos en basureros, vertederos o incluso en cuerpos de agua, con lo que se disminuye la contaminación; es un excelente nutriente para los huertos familiares o macetas.
  • Organiza y participa en intercambios. Otra manera de contribuir con el desarrollo de una economía alejada de las prácticas de consumo desmedido es organizar y participar en intercambios no monetizados, como el canje de artículos conocido como trueque; el cambio de horas de servicio conocidos como bancos del tiempo, o los de saberes, compartir conocimientos, son algunas de las propuestas que se desprenden de la economía solidaria.

Lo más importante es cuestionarte antes de consumir o comprar cualquier artículo. Pregúntate: ¿lo necesito?, ¿puedo compartirlo?, ¿quién lo hizo?, ¿cómo se hizo?, ¿cómo llegó hasta mí? Estas preguntas son claves para el consumo responsable.

El 2021 será un año clave para el mundo, pues significa el inicio del fin de una pandemia devastadora, a la par de una urgente recuperación económica mundial, también podemos ser parte del cambio al dirigir nuestras acciones hacia un consumo sostenible.