Hace una semana no envié colaboración porque andaba planeando cruzar el Big River de mojada para ir a ver a JLo, que es la mujer más hermosa que ha pisado este planeta, pero pues no se pudo porque tenía que ponerme a ver cómo solucionaba el pedo del cambio de tarjeta de la pensión de viejitos.
El asunto es que en diciembre se venció la tarjeta que le dieron a mi amá desde que entró al súper programa al que en aquel entonces mi mamá le nombraba “el dinero de Peña Nieto”, cuando dejó de estar Peña comenzó a decirle “la beca”.
Bueno, a finales del 2020 fui a tramitar la nueva tarjeta para el pago y pues me dijeron que me diera una vuelta en enero para que me dijeran si ya estaba la machaca o qué pex; entonces escuché que ya iban a llegar las vacunas contra el Covixxx y quesque desde la Secretaría del Bienestar van a decir pa’ cuando la vacuna para los viejitos.
Sabiamente decidí esperar a que llegara a Zacatecas e ir. Así fue, me di una vuelta y pregunté de la “beca” de mi jefita y pues ya estando ahí pregunté por el registro para anotar a mi jefa… ¡Tómala cochino! Que me dicen que ellos no sabían nada, que más bien hablar a Servicios de Salud, inútilmente intenté explicarles a los dos jóvenes que estaban despachando que eso de la vacuna era federal y que en el estado pos no me iban a dar respuesta porque “sorpresa sorpresa” ellos no saben nada.
He notado una excesiva falta de información en la ciudadanía, provocada en primeras porque la gente no entiende que el estado no es el responsable de la aplicación de esas vacunas y en segundas, porque los “federales” no tienen ni la más chingada idea de cómo se está haciendo ese pedo.
Por una u otra cosa, el asunto es que las vacunas solo Dios sabe qué rayos pasa, que están vacunando a unos, pero aunque digan que no, desde el primer día se han hecho señalamientos y denuncias ciudadanas de que la aplicación no se ha hecho como se debe, es decir, primero “la primera línea de batalla”, después los que alcancemos.
Está bien culero porque yo, como muchos estamos esperando la perra vacuna no para nosotros, sino para los jefecitos que hasta el momento la han librado del contagio y pa’ acabarla, creo que la única vacuna que van a tener en los próximos días será la fe y la esperanza en Dios y toda la corte celestial para que sigan sin contagio.
Lo que sí estaría bueno es que si los encargados de coordinar la aplicación de la vacuna no tienen idea de cómo informar a la ciudadanía, por lo menos tengan poquita madre y no la desinformen porque esa desinformación se puede revertir y lamentablemente yo, como muchos mexicanos, estamos pensando que la federación está usando la vacuna con tintes políticos y deberían de tener en cuenta que en la era digital es muy difícil hacer política valiéndose del dolor de la gente, quizá no sea imposible, pero sí es difícil y además culero.
Cierro mi colaboración de esta semana diciendo que al menos vi a JLo y que alguien debería preguntarle a Biden si no le interesa comprar un pequeño avión.