En su quinto informe de actividades, María de la Luz Domínguez Campos, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), hizo un recuento de cifras alarmantes sobre la situación que se vive en Zacatecas en diversos temas, pero principalmente en materia de seguridad y protección a víctimas.
Más allá de lo escabroso que resulta saber que en el estado hay casi el 10% del total de fosas clandestinas localizadas en el país, o de la grave situación que se vive en los centros penitenciarios como el de Cieneguillas, debería alarmarnos como sociedad los índices de violencia contra las mujeres que se acentuaron durante la pandemia por el COVID-19.
Decía la ombudsperson que el año pasado en Zacatecas se cometieron 14 feminicidios, 118 homicidios contra mujeres, 1 mil 156 lesiones contra mujeres, 3 mil 315 delitos por violencia intrafamiliar (prácticamente 9 al día) y 658 delitos sexuales, es decir, casi 2 por día.
La situación cobra otra dimensión cuando nos remitimos al informe de la Secretaría de las Mujeres (SEMUJER) sobre las atenciones brindadas durante la pandemia. Tan solo de marzo de 2020 al 21 de enero de este año se ha atendido a 40 mil 746 mujeres como parte del Plan de Prevención, Contención y Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Familiar “En Contingencia Estamos Juntas”.
En dicha estrategia participan diversas instancias, como los centros de atención de la SEMUJER, el Centro de Justicia para las Mujeres, la Unidad Especializada de la Secretaría de Seguridad Pública, los Centros de Atención de la Secretaría de Salud, el C5, los Centros de Atención del DIF, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y a través de las redes sociales institucionales.
Tan solo en las últimas cuatro semanas se tuvo un incremento del 32.7% en el número de atenciones brindadas por violencia familiar contra las mujeres y niñas. Cada semana se ha atendido en promedio a 531 mujeres. Y si consideramos que en la mayoría de los casos el agresor forma parte del círculo familiar de la víctima, la situación se vuelve más preocupante.
No fue gratuito el llamado de la ombudsperson para que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) “realice una investigación diligente, pronta y eficaz que lleve a la determinación de la verdad, identificación y enjuiciamiento de los responsables, porque es inaceptable que exista impunidad en los casos de violencia contra las mujeres”.
Desearíamos que así fuera, que en verdad la Fiscalía atendiera el llamado y diera los resultados esperados, pero van dos meses desde el feminicidio de la niña Sofía, de que la irritación de los fresnillenses los movió a quemar la presidencia municipal, y a la fecha no se sabe de mayores avances sobre el caso. “Estamos investigando”, como en muchos casos, es la respuesta de la Fiscalía.
Sin embargo, en nuestro México mágico los contrastes a menudo parecen surrealismo puro. Mientras a nivel nacional las mujeres hacen historia con Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, al frente del país en ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) también hace historia candidateando a Félix Salgado Macedonio para una gubernatura, a pesar de los señalamientos por abuso sexual.
Aunque, en el fondo, en MORENA ya no se entienden los criterios para la selección de sus candidatos. Por un lado, se deja fuera a fundadores del movimiento con una gran trayectoria y sin mancha de corrupción, pero se abren las puertas a otros perfiles con oscuros antecedentes. En el movimiento parece más grave seguir los estatutos que ejercer violencia contra las mujeres.
Se trata de un mal sistémico, transversal y estructural que requiere de muchos cambios, pero principalmente de la participación y compromiso de la autoridad para garantizar una vida libre de violencia para mujeres y niñas. Sorprende que en medio de esta situación, aún se insista en someter a consulta la penalización o despenalización del aborto, cuando Argentina ya dio el primer paso en el tema.
Ahora que viene un periodo de campañas, seguramente habrá quienes caigan en lugares comunes alegando que trabajarán por las mujeres. Recuerde: si ya tuvieron la oportunidad y no lo demostraron, ¿qué le hace pensar que esta vez sí cambiarán y ahora sí darán resultados?