Este jueves se informó de la llegada de un primer lote de 16 mil vacunas contra el COVID-19 a Zacatecas. Un lote que, en primer lugar, se utilizará para inmunizar al personal de salud que está en la primera línea de batalla y conforme avance la ministración de vacunas, se aplicará a la población abierta.
La noticia por sí sola da un poco de esperanza en que esta pandemia irá cediendo, pero aún estamos lejos del fin de la contingencia sanitaria. La vacuna no es la cura contra el virus, solo minimiza sus efectos, y en adelante tendremos que aprender a vivir con él en una nueva dinámica, tal como ocurrió con la influenza Ah1n1, que a más de una década de causar estragos aún se mantiene en el cuadro clínico de enfermedades.
Ante esta situación se requiere informar con pinzas, pues un mensaje equivocado puede generar una falsa esperanza que luego podría traducirse en relajar las medidas preventivas y generar una tercera ola de contagios, quizá más fuerte que las anteriores, con la idea de que ya existe una vacuna que ya se está aplicando en nuestro estado.
Y aunque es muy importante el hecho de que México sea de los primeros países en tener acceso a la vacuna, lo cual también debe ponernos a pensar que se trata de un “privilegio” del cual no gozan otros países tercermundistas, la verdad es que el ritmo con el que se está administrando es más lento que el avance de contagios en el país.
Las 16 mil vacunas que corresponden al primer lote apenas representan el 1% de la población total del estado. A ello hay que sumar que de momento desconocemos con qué regularidad y en qué cantidad se estarían enviando las vacunas al estado, sin contar que la logística para su aplicación requiere de infraestructura y equipo especializado que quizá complique inmunizar a la población que habita en las regiones más alejadas (aunque quizá con la menor afectación en contagios).
A estas alturas de la pandemia, sería irresponsable bajar la guardia por la falsa expectativa que pudiera generar una noticia mal comunicada sobre la vacuna. Lo correcto sería informar semana a semana sobre el avance en la aplicación de la vacuna no solo en valores absolutos, sino también la relación respecto al total de la población.
Así tendríamos una idea más clara de en qué medida se está protegiendo a la población con la vacuna y cuántas personas aún son vulnerables por no tener el antígeno. Solo así, siendo realistas y objetivos, se podría mantener relativa conciencia para seguir acatando las medidas preventivas (al menos quienes las han acatado en lo que va de la contingencia).
Por supuesto que no faltarán los casos en los que, una vez aplicada la vacuna, haya personas que abusen de esa confianza y relajen toda medida, incluso fomentando entre otras personas prácticas que pongan en riesgo su salud.
No olvidemos al famoso oftalmólogo que fue la sensación en redes sociales al mostrar sus pectorales muy fit al momento de aplicarle la vacuna y que días después fue captado en una playa, sin respetar las medidas sanitarias.
Algo así como el rockstar de la salud. Que el subsecretario Hugo López-Gatell siga enviando mensajes contradictorios en transmisión nacional. Finalmente con su actuar ha perdido toda credibilidad. Pero eso no exime a la población de cuidar de su salud incluso después de aplicada la vacuna.
Lo mejor es hacernos a la idea de que al menos durante el 2021, mientras se administra la vacuna, permaneceremos con las mismas medidas preventivas, aunque quizá haya flexibilidad en algunas actividades para iniciar por fin con la reactivación de la economía.
Ojalá que los negocios también entendieran la importancia de seguir un protocolo para salir a ritmo constante de esta circunstancia, pues por una imprudencia podríamos volver a las restricciones y eso sería un golpe que ya no podrían soportar muchas familias.
La aplicación de la vacuna también coincidirá con un proceso electoral que, por obvias razones, tendrá que ajustarse a las disposiciones sanitarias para evitar contagios. Importante sería que en este periodo no se politice la vacuna, no importa el partido del que se trate. Es un tema de salud y es un derecho universal.
Esperemos lo mejor sin bajar la guardia.
No es ni para 1% y para que la vacuna surta efecto se necesita igual un periodo y faltaría el respaldo. Así que efectevidamebte ésto no es la solución y menos que nos la van a proporcionar a cuenta gotas que ya cuando sea necesario el respaldo todavía no habrá para la totalidad de la población la primera dosis . Por lo tanto sin respaldo tampoco sirve.