Veo a la mayoría de los políticos como aves de rapiña, algunos buscan aferrarse al poder buscando la reelección para continuar viviendo del erario; otros que, en su vanidad, atraídos por figurar en la escena política y lucha por el poder, intentan ganarse la simpatía de la población y persuadirlos con la misma retórica colmada de promesas sin fundamento para ganar votos. Muchos de ellos padecen miopía y por ello desconocen su falta de conocimiento.
Confiados en que pueden contratar asesores que les preparen los discursos, dan la apariencia de mostrar interés por las necesidades de la población, desviviéndose por escucharlos y comprometerse a tal o cual cosa cuando andan en campaña, mientras su intención real o deseo oculto es participar en la contienda para ascender al poder.
Ya tantas veces han traicionado la confianza de los votantes con sus mentiras que han terminado por generar la inconformidad de quienes votaron por ellos. Muchos buscan quien les financien su campaña electoral con el compromiso de que una vez en el poder privilegiarán a quien los impulsó y quienes financian campañas ven en ello, la oportunidad para futuros negocios. En resumen, siempre hay una intención detrás de estas decisiones.
Por el lado de los votantes, hay quienes son seguidores de tal o cual candidato, también los que, viendo tanta corrupción en la selección de las candidaturas y en las campañas sucias, desconfían y terminan votando por el “menos peor”; algunos buscan impedir que gane el que consideran peor y en la mayoría de los casos dan su voto a quien le “vendió” la promesa de un futuro mejor y otros optan por el abstencionismo electoral.
Las campañas de candidatos políticos en los procesos electorales, ahora en medios digitales han cambiado la forma de hacer política, aunque todavía muchas personas no tienen acceso a internet, todos tienen el mismo derecho de conocer a las personas que quieren representarlos.
En la actualidad las campañas se caracterizan por la descalificación de su oponente a través de noticias falsas que se difunden con plataformas de bots y se viralizan en las redes sociales con el fin de influir en la intención del voto. Esto ocasiona desinformación, engaño y confusión en los votantes, además de atentar contra la democracia.
Pero: ¿qué tan informados están los candidatos?
Más que emitir un voto condicionado por programas sociales, o votar por un candidato que nos pintó la fachada de la casa, que nos contó la tragedia de su vida, o que entregó propaganda en la vivienda, por las promesas de campaña, entre otros.
Antes de votar por un candidato es importante conocer su trayectoria profesional, si es competitivo, si tiene la capacidad para resolver problemas, o si, por el contrario, se encuentra bajo investigación por actos de corrupción; si es congruente su patrimonio con sus ingresos. Para elegir la mejor opción, hay que valorar:
¿Qué tan informado está sobre los diversos temas económicos y sociales del país, la entidad y/o el lugar para el que contenderá? ¿la problemática actual, sus causas y efectos? ¿Realiza reuniones participativas incluyentes para conocer las demandas sociales?
¿Conoce los efectos diferenciados de la problemática entre mujeres y hombres? ¿Conoce el trabajo legislativo? ¿Tiene una perspectiva clara de lo que puede lograr? ¿Cuáles son sus valores y convicciones? ¿Cuáles son sus propuestas? ¿Qué es lo que puede hacer un candidato que los otros no?
Ahora que hay tantos programas para videoconferencias virtuales, se puede cuestionar a los candidatos para conocer y valorar sus respuestas y propuestas. De esta manera, el voto que se emita será un voto inteligente e informado.
Excelente análisis, puntual, certero…… muchos pensamos así, desafortunadamente son demasiados los intereses que prevalecen y lo único olvidado es lo realmente importante …. el futuro de las personas y de nuestro país
Excelente el comentario. Felicidades