Hace algunos años fui con quien en aquel tiempo era mi pareja a un concierto de Juanes, me divertí mucho y tomé no mucho, porque él andaba hasta el tope, desafortunadamente, y a la FENAZA, saliendo de las instalaciones me dieron unas infinitas ganas de hacer pipí y pues aproveché un callejón oscuro para hacer lo propio.
¡Mala idea! Llegó la chota, hasta eso comprendieron que era una verdadera urgencia y después de un rato de plática uno de los oficiales dijo algo así como “Ya váyase, hay casos verdaderamente graves e inmorales como para llevárnosla”. Les di pa una coca, no me lo pidieron, incluso se negaban a aceptarlo, pero ante mi insistencia dijeron algo así como “ándele pues”.
Les cuento esto a propósito de las vomitivas declaraciones que hiciera la súper delegada, Verónica Díaz respecto al mal, muy mal manejo del programa de aplicación de vacunas contra el COVID-19 en las que se “benefició” a un grupo de amistades de alto pedo de ella y de Edna López, otra funcionaria federal, originaria de Villa de Cos.
Este par de mujeres fueron señaladas por medios y ciudadanos como corruptas, y pues sí, la verdad, hasta yo, siendo de lo peor que existe en el mundo puedo ver perfectamente que en esta ocasión usaron sus maravillosas influencias para beneficiar a unos cuantos pudientes.
Si bien el abuso y atropello es asqueroso, es más asquerosa la actitud de Verónica Díaz al afirmar que lo ocurrido “no es ilegal, es inmoral”, inmoral es que intente darle la vuelta a la tortilla y decir que rechaza que se intente politizar el tema de salud.
No, mijita, mija tan chula, deja te explico la visión de una pobre y pendeja ciudadana como soy yo:
De acuerdo a lo que se ha trascendido y que por cierto no negaste, tú y quizá tu compañera Edna son quienes comenzaron a politizar el tema de salud, al momento de favorecer a unos cuantos en beneficio personal.
Politizar no es que un partido te señale o un militante de un partido distinto al tuyo lo haga, politizar es que tú con la responsabilidad que tienes no des cumplimiento y ejemplo atendiendo las reglas de operación en el manejo de la aplicación de vacunas.
Politizar es intentar lavarte las manos de lo ocurrido diciendo con la mano en la cintura que no politicen.
No, no estamos politizando, al menos los ciudadanos no, no estamos haciendo eso, estamos preocupados por la gente de las zonas vulnerables a las que se supone se daría prioridad, pero esa prioridad vale un cacahuate si piensas que sus acciones no son ilegales, y peor si piensas que las tuyas tampoco lo son.
Politizar es burlarte de las reglas de operación que por cierto los ciudadanos desconocemos. OJO: esconder y almacenar la información como lo has hecho, no muestra tu “poder”, muestra tu negligencia y falta de compromiso con nosotros los zacatecanos.
Me he preguntado si yo haría lo mismos que el grupo de los 33 hizo si tuviera la oportunidad de llevar a mi jefa a vacunar y mi respuesta es no, porque mi carro no llega a ningún lado, y porque aunque hay quienes podrían pensar que soy de las que se cuelan en las filas, no se equivoquen, no me gusta porque pienso que siempre hay alguien que lo necesita más que yo.
Te falta barrio, mujer, pero lo que más te falta es consciencia cívica y social.
Por cierto, los agentes en aquella miada me dijeron “luego uno se los lleva por faltas a la moral”, entonces, Verito, ¿la inmoralidad aplica en una miada pero no en una corruptela asquerosa de favoritismo para las clases altas? ¿o cómo es el pedo? Cuéntame, te escucho.