La importancia de vacunarse contra el COVID-19

Tengo amigos antivacunas y respeto su decisión, somos libres de elegir, lo importante es sentirnos bien y en paz con lo que hacemos o dejamos de hacer.

Entiendo que muchas personas tengan dudas o cierto temor a vacunarse contra el COVID-19 a causa de tanta información falsa que circula en redes sociales acerca del origen de la pandemia, así como de la administración de la vacuna para protegerse.

Por una parte, contagiarse de COVID-19 podría generar cierta inmunidad, sin embargo, los expertos no saben con certeza cuánto tiempo dura esta protección, por lo que las vacunas son la mejor respuesta de generación de anticuerpos (sistema inmunitario) para evitar sufrir la enfermedad.

Los principales desarrolladores estadounidenses de las primeras vacunas contra el COVID-19 son Pfizer / BioNTech y Moderna, pero una situación un tanto problemática en la cadena de suministro es el requisito de temperatura para estas vacunas.

La vacuna de Moderna puede permanecer a -4°F por hasta seis meses y posteriormente un mes en un refrigerador. Por su parte, la Pfizer tiene una vida útil más corta, de cinco días después de ser transferida del almacenamiento ultra frío a un refrigerador.

Debido a que la fabricación y distribución de vacunas es limitado, los Centros de Enfermedades Contagiosas (CDC) proponen quienes deberían vacunarse primero, basados en las recomendaciones que brinda el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP).

Aunque cada país tiene su propio plan de vacunación contra el COVID-19 para decidir a qué grupos de personas vacunará antes, los CDC recomiendan que las primeras dosis de las vacunas las reciba el personal de atención médica.

A continuación, los trabajadores esenciales y adultos mayores que tienen mayor riesgo de ser hospitalizados y morir a causa del COVID-19 y a medida que se disponga de una mayor cantidad de vacunas, se incorporen más grupos para recibirlas. El objetivo es que todos puedan vacunarse.

Desde el momento en que llegaron las primeras vacunas para adultos mayores, creo que la mayoría de los hijos y sobrinos andaban más preocupados y estresados que nosotros los adultos. A mí me registró en la plataforma una sobrina, la verdad no pensé que me aplicarían la primera dosis tan pronto.

Después de un primer intento accidentado por vacunar a la población adulta de las localidades más marginadas, pude observar que se pusieron las pilas y mejoraron la estrategia, poniendo varios puntos de vacunación y de acuerdo a la sección y colonia a la que pertenecemos se citó con horarios específicos.

A mí me tocaba de 1 a 4 de la tarde del día 10 de marzo, llegué a las 12:30 horas, había sillas a lo largo de la banqueta, aproximadamente una hora en la fila antes de acceder a las instalaciones. Advertí que les daban prioridad a las personas en sillas de ruedas o con andadera y los pasaban directamente.

En la entrada revisan en el INE que la sección corresponda al horario señalado. En un primer módulo personal de salud hizo preguntas básicas, si padecía alguna enfermedad, alergias, diabetes, hipertensión, entre otras enfermedades.

De ahí pasamos a otro espacio y después de unos minutos pasé a una mesa donde un Servidor de la Nación me solicitó el registro y credencial de elector, pidió número de teléfono y llenó un formato con los datos. Le tomó foto al formato y lo cortó en dos, el se quedó con una parte y la otra la entregué a la persona que me vacunó.

La administración de la vacuna fue la parte más rápida, me pusieron una etiqueta con la hora de la aplicación, de ahí me dijeron que me pasara a sentar a otro espacio donde había un toldo y les comunicara si tenía alguna reacción. Después de 15 minutos sentada, una joven que vestía ropa deportiva nos puso a hacer ejercicio. Preguntaron que si alguien había presentado algún efecto secundario que informáramos y si no, podíamos retirarnos.

Al igual que cuando se lleva a vacunar a un niño, recomendaron que al regresar a casa nos diéramos un baño. Salí a las 14:30 horas, todo el proceso tuvo una duración de dos horas. A poco más de un año que llevamos con la pandemia, el tiempo de espera fue mínimo. Es importante destacar que en todo momento la atención del personal fue amable.

Una vez recibida la primera dosis de la vacuna, debemos continuar con las medidas de sana distancia, uso de cubrebocas, lavarse las manos con frecuencia y limitar el contacto con las superficies que se tocan con frecuencia, así como evitar compartir artículos personales.

Si bien en los primeros eventos de vacunación faltó organización, no debemos culpar de todo al gobierno, muchas veces los ciudadanos ponemos el desorden, porque me enteré que en algunos lugares muchas personas iban a hacer fila desde un día antes para apartar su lugar para la vacuna. Esto en lugar de facilitar el proceso, lo dificulta y se corren más riesgos.

Yo invito a quienes no se han vacunado que esperen con paciencia el día que les toque y eviten estresarse. La vacuna contra el COVID-19 es como cualquier otra vacuna que nos protege e inmuniza por cierto tiempo a un virus o nos protege de contraer enfermedades.

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