Ayer por la mañana me sorprendí con una noticia que reconozco no es trascendental, que en el país no a todos afecta o importa y no todos lo sabrán ni ahora ni nunca: he ahí las razones por las que quedé casi pasmada al leer la nota en la que se informa que en México quedan prohibidas la películas dobladas; por ley, ahora las salas de cine solo podrán proyectar cintas con subtítulos.
Al principio, sinceramente pensé que era una broma, pues hay temas más importantes qué legislar, y busqué en otros espacios informativos y en el mismo Diario Oficial de la Federación (DOF) y es verdad.
Tal vez le parezca exagerado mi asombro y tal vez lo sea si se toma en cuenta que sé muy poco de legislación y del tema que nos ocupa en general, pero como simple ciudadana me parece de pereza, irresponsable y hasta irrespetuoso que los responsables de legislar y velar por que los mexicanos gocemos de un marco jurídico maduro y acorde a los tiempos en que nos tocó vivir, se ocupen en esas cosas, para mí tan superfluas y hasta frívolas.
Hay muchos temas de real importancia en la agenda nacional en las que no solo es necesario poner atención, sino trabajo de mente, cuerpo y alma para verdaderamente procurar bienestar integral a la gente que vive en este maravilloso país.
Creo que nuestros diputados y senadores deberían mejor dirigir su atención en asuntos que sí afectan tal vez a millones de mexicanos, como dar celeridad al tema de los outsourcing, figura laboral que en los últimos años ha enriquecido a pocos a costillas de la necesidad de miles de empleados y por ende a sus familias por la falta de fuentes de empleo formales. Amén de la evasión fiscal y otras responsabilidades del patrón.
Otro tema que me viene a la mente es que se legisle para garantizar que las leyes se apliquen indistintamente a todos y no solo que se haga la voluntad de Dios en los bueyes de mi vecino, como dice el cacique del pueblo o el empresario abusivo que “mueve sus influencias” para pasar por encima de quien le estorbe… o que se hagan leyes o reformas que garanticen (pero de verdad) que el poder adquisitivo sea bueno en realidad, otra cosa será que quien más trabaje tenga más, pero al menos que el llamado salario mínimo alcance de verdad a cubrir con dignidad todas las necesidades de una familia.
Lamentablemente esto es solo una ocurrencia mía, porque ni sé si se puede hacer ni cómo y además creo que no hay voluntad.
Como esta ley, la de los subtítulos en el cine, en los últimos dos años ha habido otras leyes o reformas constitucionales que me han llamado la atención, como la ley que prohíbe “pegarle” a los niños, no es que defienda a la gente violenta o abusiva, pero con esta ley es delito corregir a un hijo con una nalgada, “coco” o pellizco y pues para qué le cuento a quien tiene hijos. Luego uno ya no se la acaba con las amenazas de que nos demandarán. Otro asunto es la buena crianza, en la que no es necesario ni corregir siquiera, pero de eso hablamos luego.
Otra que no me cuadra es la famosa Ley de Amnistía con la que se deja en libertad a los “delincuentes de poca monta”, esos que roban, portan “poquitas” drogas o por practicar el aborto… como si no supiéramos que “los peces gordos” se valen de peces más flacos.
Y qué decir de las 12 modificaciones constitucionales que se hicieron para crear la Guardia Nacional en los términos que la planteó el actual Presidente, que por cierto dijo que no quería al Ejército en las calles y dígame ¿usted sabe quiénes conforman esa corporación? Militares y marinos, junto con la policía federal.
La reina de todas creo que fue la modificación que se hizo a la Ley Federal de Entidades Paraestatales a modo de que se eliminara la norma de que solo los nacidos en México pueden dirigir un organismo paraestatal. Así fue como Paco Ignacio Taibo II llegó al Fondo de Cultura Económica y acuñó la tristemente frase célebre: “Se las dejamos ir doblada”.
Según un recuento rápido, en los dos últimos años el Congreso (con mayoría de MORENA y sus aliados PT, PES y PVEM) ha avalado 17 decretos de reformas constitucionales y 25 nuevas leyes, muchas de ellas para dar cumplimiento a promesas de campaña del hoy Presidente.
No todo es malo, habrá que revisar para destacar lo bueno. Por lo tanto, quienes gusten del séptimo arte deberán estar truchas con su inglés, pues uno de los objetivos de la reforma al artículo 8 de la Ley Federal de Cinematografía es que afiancemos ese idioma, pero principalmente, se dice, busca ser una medida de inclusión para quienes tienen discapacidad auditiva.
Y me pregunto yo con todo respeto a quienes no oyen o no oyen bien: ¿en qué les afecta, pues, en qué idioma se hable en una película? En fin… se pondrá en evidencia qué tan buenos somos para leer bien y de corridito. Vienen a mí muchas más preguntas, pero se me terminó el espacio.
Excelente como siempre querida amiga mil felicitaciones eres super y te admiro mucho te envío un abrazo
Cómo siempre, demostrando tu habilidad de redacción y buena prosa. Mil felicitaciones amiga, sigue adelante siempre y con esta brillantez. Abrazo cordial
Exelente critica, calientita, oportuna y sustanciosa, un gran abrazo, escritora mi admiracion y respeto.