Abrieron camino. Fueron pioneras. Han sido líderes, la voz de un movimiento que empezó hace muchos años y que en la historia reciente se han dejado escuchar con más fuerza. Son mujeres y se atreven a romper el techo de cristal para participar activamente en la vida política de Zacatecas.
Aunque muchas otras lo intentaron previamente, uno de mis primeros referentes (y el de muchos otros) será la exgobernadora Amalia García Medina. Envuelta en una campaña de odio al término de su sexenio, hoy la exmandataria puede regresar tranquilamente a su tierra y siempre será bienvenida.
A su paso por la gubernatura era bien conocida por ser corta de palabras, dura en su actuar, pero al mismo tiempo con un carisma que le ha caracterizado hasta la fecha. Gracias a ella se introdujo la perspectiva de género en la política de gobierno, esa a la que se tuvo que enfrentar en un mundo en el que la política aún era “un juego de hombres”.
Curiosamente a ella también le tocó enfrentar la pandemia por el virus de la influenza Ah1N1 hace ya una década y sin embargo, salió adelante aún cuando el partido en el gobierno federal no era el mismo. El gran lastre que tuvo que cargar al final de su administración fue el inicio en la escalada de inseguridad.
Podía llegar hasta dos horas tarde a un evento público y su diminuta figura seguía siendo imponente. Fue durante su sexenio que en Zacatecas se aplicó por primera vez eso que llaman Proyecto de Prestación de Servicios, los famosos PPS con los que el Estado de México pudo construir sus autopistas, pero que en estas tierras aún eran desconocidos y eso llevó a otras consecuencias.
Durante su sexenio también despuntó otra mujer: Claudia Anaya. Si bien su trayectoria inició en la administración de Ricardo Monreal, fue en el sexenio de Amalia García que Claudia Anaya tuvo un primer impulso para iniciar una carrera política en la defensa de las minorías.
Como titular de la entonces Comisión Estatal para la Integración Social de las Personas con Discapacidad (CEAIP), promovió que la política pública también fuera incluyente, y aunado a la perspectiva de género desde la administración de Amalia García, se tuvo uno de los gobiernos más progresistas en la historia de Zacatecas.
Desde entonces Claudia Anaya ha pisado varios escaños, siempre dedicada, estudiosa, poniendo empeño en su labor al servicio público, imprimiendo una huella propia en la forma en la que las mujeres participan en la vida pública y política del estado y el país. ¿Creían que solo los hombres podían ser grandes oradores? Anaya Mota ha demostrado hasta la fecha que las mujeres también pueden dar “cachetadas con guante blanco” en la política.
Hoy acusada de una actitud déspota y prepotente con sus subalternos, Claudia Anaya ha optado por no entrar en las llamadas “campañas negras” ni darles vuelo respondiendo de la misma forma. Hoy está concentrada en encabezar un proyecto para la gubernatura por la coalición Va por Zacatecas.
Su aspiración tampoco es cualquier cosa. Más allá de la coyuntura por el 8M y planear su registro ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) en una fecha tan simbólica, de ganar la gubernatura sería no solo la segunda mandataria que ha tenido el estado, sino también la primera persona con discapacidad en la historia del país que ha logrado llegar a ese escaño, con el plus de ser mujer.
Y como la juventud tampoco está peleada con la experiencia, recientemente ha habido figuras que han dado muestra de que las mujeres jóvenes también pueden aportar a la vida pública y política de Zacatecas si se les da la oportunidad.
Ahí está el caso de Isadora Santiváñez Ríos, quien fuera diputada local por el Distrito 3 en la pasada Legislatura. Egresada de la Escuela Nacional de Cuadros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), llegó a dirigir la Red de Jóvenes por México en Zacatecas y de ahí se abrió la posibilidad a participar en el proceso electoral 2015-2016.
En ese entonces ya se tenía un primer avance en el establecimiento de las cuotas de paridad de género y recién comenzaba la cuota de jóvenes. Isadora Santiváñez reunía las dos y eso le permitió participar en la contienda, ganando la candidatura a otros perfiles que ya tenían mayor trayectoria, pero quizá no con el perfil que se buscaba impulsar.
Santiváñez Ríos ni siquiera figuraba en las encuestas, su nombre era muy poco conocido y tuvo que trabajar desde cero para convencer a la población del Distrito 3 de que una joven mujer de 28 años tenía la capacidad para llegar al Congreso del Estado y trabajar por iniciativas de relevancia para la población.
Esa campaña la viví de cerca y pude constatar la disciplina con la que se conduce, el empeño que puso en convencer a la gente de que era la mejor alternativa y tocando puertas día y noche durante los 60 días de campaña, Isadora Santiváñez logró la diputación local.
Ya en la Legislatura, no fueron pocas las iniciativas que impulsó, pero una destaca sobre las demás por su relevancia, por su impacto y porque coincide con esta fecha conmemorativa: la tipificación del acoso sexual y el hostigamiento en el Código Penal.
Gracias a esta iniciativa, se pudo magnificar la gravedad del problema una vez que comenzaron a llegar las primeras denuncias a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, una institución que aún requiere trabajar con perspectiva de género para evitar revictimizar a las mujeres víctimas de algún delito, especialmente los que atentan contra su integridad y su vida.
Del otro lado, también en la izquierda zacatecana, hay otra joven que lleva años trabajando en una agenda feminista y de lucha por los derechos de las minorías, incluso cuando su apellido no está exento de polémica: Elda Catalina Monreal Pérez.
Para muchos, su principal mérito es “ser hija de” o “familiar de” o “estar vinculada con”, minimizando el trabajo que por cuenta propia haya podido realizar. Su trayectoria no inició en Zacatecas, sino en la Ciudad de México, donde formó redes de mujeres para contribuir a la lucha feminista desde la educación y la sensibilización.
Más allá de una agenda populista, Caty Monreal también se ha preparado, se ha documentado y ha integrado propuestas de apoyo no solo para las mujeres, sino para diversas minorías por quienes ha trabajado en favor de su inclusión en la sociedad.
Al igual que otras zacatecanas, se ha tenido que abrir camino en la política en un terreno que aún sigue limitado para las mujeres, aunado al prejuicio que conlleva el ser hija de una familia política de Zacatecas y que en muchos casos le ha llevado a enfrentar la discriminación de quienes subestiman o minimizan su capacidad.
En su labor social, Caty Monreal ha dedicado gran parte de su agenda a la inclusión de las madres solteras, de las personas con discapacidad y de los adultos mayores, sin abandonar su principal línea que ha sido el movimiento feminista.
Hoy Caty Monreal es uno de los nombres que más suena para la coordinación de campaña de David Monreal, candidato a gobernador por la coalición Juntos Haremos Historia. De antemano se sabe que este espacio será designado a una mujer y aunque muchos puedan dudar sobre su capacidad a una edad tan joven (con el constante prejuicio de ser mujer), quien la conoce sabe que se ha preparado durante años para entrarle a la vida política como se debe.
No es una perita en dulce, pero tampoco es varita de nardo que se rompe a la primera brizna. Su carácter, su temple y su astucia le llevaron a decidir retirarse de su aspiración por el distrito 4, pero su determinación a participar activamente en la vida política de Zacatecas aún puede dar sorpresas.
Aquí solo expongo los primeros ejemplos de que en Zacatecas hay mujeres preparadas y con la capacidad para reivinidicar la forma de hacer política, porque hasta en la forma de hacer gobierno también se puede ejercer el poder desde lo femenino. recordemos que mientras el patriarcado se basa en una estructura piramidal, el feminismo trabaja de forma grupal por el bienestar de la comunidad.
Mes agradable la forma de redacción y contenido del artículo que presentas el día de hoy Heraclio se lee con soltura, felicidades un saludo desde Río Grande, Zac tierra de mujeres grandes también.