Así como la contaminación es la presencia en el medio ambiente de sustancias tóxicas o ajenas a sus ciclos físicos y químicos, llamamos contaminación visual a la presencia de elementos visuales en un paisaje que interrumpen su estética, violentan su percepción de conjunto y entorpecen la percepción del entorno.
La contaminación visual puede darse tanto en entornos rurales como urbanos, debido a la presencia de elementos no arquitectónicos como carteles, antenas, cables, postes, anuncios, enrejados, entre otros posibles factores que generan una sobre estimulación visual de naturaleza agresiva, invasiva y por lo general simultánea.
Este tipo de publicidad genera un impacto ambiental nada despreciable, ya que su afectación de la calidad de vida en los entornos contaminados es notoria y considerable. Por lo general se trata de elementos que contradicen la tendencia estética o panorámica del paisaje, introduciendo contenido visual ajeno que hace afea o corrompe el entorno.
Tal y como las otras formas de contaminación, la visual requiere de regulaciones, leyes y normas que la mantengan por debajo de los límites mínimos de lo aceptable, pues los entornos altamente contaminados visualmente generan un rechazo y obligan a las personas a huir rápidamente.
La contaminación visual también tiende a ser consecuencia de la actividad humana, la publicidad, expansión urbana, la industrialización y la vida agrícola, que suelen dejar rastros visuales de su existencia, muchos de los cuales no están pensados para interferir lo menos posible en el entono o inclusive están pensados para destacar lo más posible.
Toda esta tensión que ponen los contaminantes visuales sobre los transeúntes, obligando a prestar atención o distrayéndolos de lo que podría ser un entorno amigable o apacible, termina por ahuyentar a la gente, estresarla y hacerla sufrir.
Los principales efectos de la contaminación visual en los seres humanos son el incremento del estrés, lo cual deteriora significativamente sus condiciones de vida, trabajo o desarrollo; el estrés puede tener impacto en la salud cardiovascular de las persona, en lo emocional o psicológicamente e incluso disminuir sus márgenes de productividad al distraerlos constantemente.
Por otro lado, la contaminación visual impacta negativamente en el turismo y las actividades recreativas, pues vuelve hostiles entornos que tendrían que ser armónicos y tranquilos, por lo que a su vez atrae consecuencias económicas y sociales.
Ejemplos de contaminación visual
- La presencia excesiva de postes y cableados de electricidad o telefonía en paisajes naturales o turísticos de importancia.
- Presencia excesiva de las vías rápidas intra o extra urbanas con publicidad y grandes anuncios con luces, movimiento, colores.
- Colocación de anuncios y mensajes en postes de luz, paredes y árboles durante las campañas electorales, que luego de las elecciones no son retirados y permanecen en su lugar durante meses e incluso años.
- El abandono de construcciones voluminosas o altas sin terminar en las ciudades.
Algunas soluciones a la contaminación visual
- Reducción y control de la cantidad de avisos publicitarios o de otra naturaleza que se permiten en un área específica, urbana o rural.
- Retiro frecuente de señales, carteles y otros anuncios obsoletos, especialmente cuando tengan grandes dimensiones y colores brillantes.
- Planificación de áreas protegidas dentro de las ciudades, como parques y otros entornos que permitan el descanso visual y auditivo.
- Programar visualmente el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la ciudad, permitiendo un control en la colocación de carteles.
- Protección y fomento de los árboles en la ciudad.