Dos debates ha habido entre los candidatos a la gubernatura, organizados desde el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) y desde la iniciativa privada a través del Centro Empresarial COPARMEX. Los dos con sus bemoles, pero al menos nos permitieron conocer no solo las propuestas de los aspirantes, sino a qué le tiran y con qué argumentos y preparación.
De inicio, el debate organizado por el órgano electoral no agradó principalmente por su formato tan restrictivo y limitado, con frecuencia impidiendo la interacción entre los candidatos, las réplicas y la retroalimentación.
En este primer caso, abundaron las tarjetas leídas, las confusiones, las oraciones cortadas por el cronómetro, y mucho de esto se reflejó en la frustración de los aspirantes que a través de las cámaras dejaban ver más el suplicio de tener que cumplir con un ejercicio del IEEZ que poco ayudó a decir lo que se tenía que decir.
La única excepción fue la manera en que David Monreal, candidato de Juntos Haremos Historia, y Miriam Zamora, de Fuerza por México, parecía que se hubieran puesto de acuerdo para meter en una trampa a Claudia Anaya, de la coalición Va por Zacatecas. Y esta cayó…
Este fin de semana reciente se realizó el segundo debate, en un formato que involucraba más la participación ciudadana, con más tiempo para las intervenciones de los candidatos y con espacio suficiente para la interacción entre ellos, las réplicas y la retroalimentación.
La tortura fue más bien para los espectadores, quienes tuvimos que sufrir tres horas de fallas técnicas y una pésima moderación, a pesar de que la empresa hoy presume de sus instalaciones de primer nivel en Fresnillo, donde fue la sede del debate.
A diferencia del primer evento, en esta ocasión solo asistieron ocho candidatos, los cuales en su mayoría se centraron en el análisis de las propuestas y en discutir los planteamientos de los otros, lo que permitió conocer más a fondo de qué está hecho cada aspirante.
La única excepción fue Miriam García, quien reiteró sus ataques (leídos en tarjeta) hacia Claudia Anaya por el mismo tema (presunta corrupción y nepotismo a través de la asociación Inclusión Zacatecas), aunque sus intervenciones pasaron de noche. Será más recordada por “las brechas… las brechas… las brechas”, tal como David Monreal y “el PRIAN… el PRIAN… el PRIAN”.
En el debate convocado por la COPARMEX quienes tuvieron la oportunidad de explayarse (y aprovecharon el escenario) fueron Flavio Campos, de PAZ Para Desarrollar Zacatecas; Nany Romo, de Movimiento Ciudadano; y Javier Valadez, del Partido del Pueblo.
También se mostró una mayor participación en el debate de las ideas por parte de Fernanda Salomé Perera, de Redes Sociales Progresistas (RSP) y Bibiana Lizardo, de Movimiento Dignidad, esta última tomando las riendas de su candidatura y legitimando su propia aspiración desde el partido que ha dirigido en los últimos años.
En el caso de Lupita Medina, dejó ver el desconocimiento en algunos temas, como las industrias culturales, además de haber recurrido también al ataque contra Claudia Anaya y los partidos a los que representa en la coalición Va por Zacatecas. Curiosamente, la aspirante del Partido Encuentro Solidario (PES) no se atrevió a tocar al PAN en sus acusaciones. ¿Será que en sus venas todavía corre “sangre azul”?
Lo cierto es que entre los bemoles de cada debate, la saturación de temas (y de cuestionamientos específicos) y el nivel de ignorancia de algunos candidatos sobre la administración pública ha impedido ahondar en tres temas cruciales y urgentes para la sociedad zacatecana (y hay muchos estudios que dan cuenta de ello): salud, economía y seguridad.
Hoy, 10 de mayo, muchos candidatos ya enfocan sus discursos en reconocer a las madres zacatecanas como “lo más importante del mundo mundial”, pero difícilmente veremos que alguno se salga de la propuesta trillada de erradicar la violencia intrafamiliar (sin decir cómo), la entrega de créditos para empoderarlas (sin establecer un programa de acompañamiento), la apertura de guarderías, asistencia alimentaria o becas para sus hijos. Todo eso es lo equivalente a regalarles una licuadora o una lavadora para que continúen replicando estereotipos.
Sería interesante saber qué proponen para perseguir de oficio los delitos de género; cómo fortalecer a las instituciones para garantizar una justicia pronta y expedita a las mujeres víctimas de algún delito, incluyendo la reparación del daño; cómo abordar desde la salud pública la situación del aborto en Zacatecas (porque el hecho de estar penalizado o despenalizado no implica que dejen de ocurrir de manera clandestina).
Qué harán por las madres en situación de cárcel y la atención a sus hijos; qué harán para erradicar el embarazo infantil (¿tendrán cara para “felicitar” a menores de 12 años obligadas a ser madres?); cómo atender a las mujeres que han quedado solas a causa de la migración de sus familiares, entre muchos otros aspectos que afectan a las mujeres a las que hoy pretenden “congratular” con rosas y no con políticas públicas que mejoren su circunstancia.
Mientras tanto, al no haber más debates, los votantes nos tendremos que conformar con lo que ya hemos escuchado de cada candidato. Es lo que hay.