Luna Nueva: Madres… ¿bien padres?

En la actualidad es muy común saber de madres solas, no precisamente madres solteras, pero sí solas en toda la extensión de la palabra, aunque tengan marido (como Dios y las leyes mandan), pareja o lo que sea.

Hace apenas unas tres décadas, recuerdo, fue todo un escándalo cuando una de mis tías “salió embarazada”, fue la deshonra de la familia, una familia netamente tradicional y patriarcal de 10 hijos.

Para cuando ocurrió el “vergonzoso” suceso, todos los hermanos mayores se habían casado ya como Dios manda, tenían sus familias y se habían ido a vivir sus vidas fuera de la casa paterna.

La mujer fue señalada, culpada del inmenso dolor y vergüenza de sus padres y desterrada de la casa familiar. Todo un drama. Aún con todas las dificultades por las que atravesó, se llenó de valor y tuvo una niña. Ahora ya hasta es abuela.

Conozco también no sólo un caso, sino muchos, de amigas, conocidas, vecinas y familiares cuyos maridos se fueron a Estados Unidos (unos por real necesidad, otros casi, casi por tradición) y las dejaron de este lado de la frontera con sus hijos, algunas veces embarazadas o ambas cosas, y que ante las circunstancias han tenido que hacer de tripas corazón, sacar la casta y criar solas a sus hijos.

En el mejor de los casos, el marido viene cada que puede, la embaraza y se vuelve a ir; en el peor de los casos, jamás vuelve.

Con el paso de los años va cambiando la forma de vivir, de ver las cosas, las costumbres y hasta en cierto modo la escala de valores. Ahora nos parece muy natural ver que una mujer no necesita casarse para convertirse en madre “bien vista” o aceptada. Basta con que lo decida si es que tiene el suficiente poder económico para echarse a cuestas esa responsabilidad.

He convivido de cerca con madres trabajadoras, incluso profesionistas, que crían también solas a sus hijos porque sus maridos viven a su sombra, es decir, pasa a ser como otro hijo, no es apoyo ni moral ni afectivo, mucho menos económico.

Me derritió el corazón cuando supe que a una querida amiga le aprobaron su solicitud de adopción y después de mucho tiempo de desear un hijo, se convirtió en la madre más amorosa que he visto…

Y conozco viejas mujeres que se convierten en madres de sus nietos y hasta bisnietos, en aras del desarrollo académico, profesional o laboral de sus hijas o sobrinas, que no siempre trabajan por necesidad, sino por el mero empoderamiento femenino, que no es malo, pero a mi juicio, al igual que el del hombre, debe tener límites.

En fin, la lista es larga y variada, el punto es que del modo que lo queramos o podamos ver, una madre siempre será esa mujer fuerte a quien recurrimos para sentir su abrigo, protección, consejo y compañía, sobre todo en los años inocentes e indefensos de nuestras vidas sin importar cómo es que se convirtió en madre.

Pero… no hay que perder de vista el sinnúmero de madres adolescentes que hay no sólo en Zacatecas, sino en el mundo entero. De acuerdo con estadísticas de INEGI, en México en promedio cada mujer de entre 15 a 49 años tiene dos hijos; la tasa más alta de fecundidad se presenta en las mujeres de 20 a 24 años, con 118.2 nacidos vivos por cada mil mujeres de este grupo.

También estamos en una época en la que hay mucha información para evitar la paternidad, en este caso maternidad, no deseada; sin embargo, en México 17 de cada 100 embarazos son de adolescentes.

¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Falta una más eficaz educación sexual? ¿Los padres somos más permisivos? ¿La escala de valores se relajó? ¿Es el tan mentado empoderamiento femenino? ¿Qué les pasa a nuestros jóvenes (hombres y mujeres)? ¿Por qué los jovencitos rehúyen al compromiso? ¿Nuestros hombres ya no quieren formar una familia, o son las propias mujeres?

Personalmente creo que las respuestas las encontramos si volteamos un poco hacia atrás y observamos las formas de vida de hace algunos años, esas que aún prevalecen en pequeños poblados en los que todavía hay una autoridad en la familia que todos, grandes y chicos, hombres o mujeres respetan.

No todo lo pasado o viejo es malo, hay cosas que se pueden rescatar para bien de todos…