Luna Nueva: Realidades alternas

Con tanto discurso, promesa y acusación que se escuchan en estos días de campañas electorales hay ocasiones en que uno, bueno yo, pierdo el hilo y no sé en qué realidad vivo, porque tal parece que hay dos realidades: la del político y la del ciudadano común.

La verdad es que hay discursos muy coherentes y otros muy disparatados… hay quien con conocimiento de causa expone situaciones muy tangibles con cifras, fechas y montos, mientras otros de lo que no dejan duda es de su desconocimiento del quehacer público y peor aún, de cómo afecta ese quehacer a la población en general.

Lo verdaderamente triste, desde mi punto de vista, es que no todos tienen la oportunidad de realmente comparar lo que dice uno con lo que dice el otro, y no porque no se pueda, sino porque lamentablemente –insisto– vivimos en un país en el que en general –porque hay sus excepciones– somos opinólogos, de todo opinamos, pero no leemos ni investigamos y para acabarla de amolar, creemos todo lo que sale en el Facebook.

Y viene a mi alocado diálogo interno que nunca para… ¿de verdad México está tan mal? y luego como un tsunami llega una ola de respuestas positivas y negativas que provocan como un choque eléctrico (y no, no me fumé nada) y me sitúan en la esplendorosa avenida Hidalgo.

Si empezamos a recorrerla, a simple vista no veremos nada que nos haga pensar que la situación política, económica y social en el país es caótica. Pero si estás medianamente informado porque lees algo más que los post del Facebook, algo así como artículos de medios reconocidos ,ya no digo libros de análisis o tesis financieras, y te plantas en la realidad para hacerte consciente de lo que está sucediendo a nivel nacional es como ver el choque de un tren, un avión o un autobús en cámara lenta.

Dentro del vehículo van muchas personas, algunas van perdidas en su propia realidad sin prestar atención a lo que pasa a su alrededor, otros van durmiendo, unos más leen los periódicos y ponen en duda lo que podría pasar; el conductor ve que está a punto de estrellarse, pero se hace que todo va bien y no cambia el rumbo mientras que unos pocos están viendo con claridad que la colisión es inminente y empiezan a gritar aterrorizados con las manos en la cabeza. Así veo yo la situación.

¿Por qué? Les explico. Tengo un vecino a quien llamaré Pablo, ya muy entrado en años, vive solo, enfermo y no tiene ningún tipo de seguridad social ni pensión, jubilación o cualquier tipo de ayuda monetaria. Lo cuida su cuñada, viuda y también enferma. A duras penas tienen para comer y al menos para mí es un verdadero misterio cómo le hacen para pagar los servicios básicos de sus casas.

Hace unos años, cuando don Pablo todavía podía caminar un poco, recibía comida calientita todos los días de parte de la presidencia municipal y creo recibía atención médica con el Seguro Popular, ya no. Como podía andar, aunque sea despacito, se comedía con algunos vecinos a barrer el frente de sus casas a cambio de unas monedas y se le veía a veces comprando 3 pesos de tortillas y un botecito de frijoles en la tortillería cercana a su casa.

Ahora el hombre no camina, depende totalmente de su cuñada y según se dice necesita atención médica y medicamentos que no están a su alcance… y es cuando pienso ¿a don Pablo o a su cuñada le interesará realmente el tipo de cambio de hoy o que Pemex compró una refinería en Houston por 12 mil millones de pesos?

¿Sabrá, y más aún, entenderá que un aeropuerto cuya construcción fue cancelada se sigue pagando o que México está pagando miles de pesos, tal vez ya van millones, por la renta de un hangar en Estados Unidos para estacionar un avión que rifó el gobierno, pero no se rifó porque sigue ahí y además no se vendieron los boletos?

¿Estará enterado de que se quitaron muchos programas federales que ayudaban a quien lo necesitaba y que se nos dice que esos recursos se están repartiendo a la gente, lo necesite o no y cuyo costo es, por ejemplo, dejar sin tratamientos ni medicamentos a los niños con cáncer? ¿Le servirá de algo a don Pablo una nueva refinería o un tren turístico cuando hay días que él ni su cuñada tienen qué llevarse a la boca?

Definitivamente creo que no. Lo que a él le importaría, y lo digo sin consultárselo, es tener un plato de comida caliente al menos una vez al día que lo alimente, tener atención médica y medicamentos y una verdadera ayuda humanitaria del gobierno. En pocas palabras: una vida digna.

Por ello es tan importante estar informados, comparar, analizar para votar con responsabilidad por quien sea, pero hay que votar, porque no hacerlo es hacernos cómplices del apocalíptico choque de vehículos. Se equivoca quien dice que en nada le afecta votar por x o y, porque la ideología de x o la de y será la que imperará en el futuro de toda una Nación.

2 comentarios en “Luna Nueva: Realidades alternas”

  1. Como siempre es un placer saludarte por este medio y una satisfacción leer tus líneas con quien gusto lo hago porque me gusta bastante tu manera de expresar el sentimiento de tu escritura es algo especial y único del cual agradezco de ser participe de ello, más aún así es importante decir que este tiempo electoral es un embrollo con los dimes y diretes de cada partido del cual al final te imaginas ya quien será el próximo a mantener durante el tiempo acordado pero a la vez, yo mismo me pregunto. Donde quedó aquello que dijeron en tiempos pasados del: sufragio efectivo no reelección, y del cual ya hacen lo que más les interesa, en fin hay muchas cosas que nos hacen pensar y en quien pensar y votar, al igual de aquellas personas del cual no tienen un sustento diario, en sí a grandes rasgos y como todos los días, gracias por esta bella amistad única y verdadera, Dios te bendiga y como siempre saludos a tu familia….

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