Mucho podrán contar quienes fueron partícipes de la fundación de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) no solo como partido político, sino como un movimiento que perseguía causas justas y nobles.
Quienes hemos sido meros espectadores, hemos visto la evolución de dicho movimiento y del partido político, pero también su fractura y declive, más recientemente a partir de la dirigencia que encabeza Mario Delgado.
El 2018 fue un año crucial para abrir paso a esta nueva alternativa política, que abrió camino para grandes perfiles, pero que entre sus filas también incluyó manzanas podridas, esas que hoy han contaminado a otros simpatizantes hasta confundir las causas justas y nobles que perseguía el movimiento inicialmente.
En Zacatecas, mucho se ha cuestionado la manera de hacer política de Luis Medina Lizalde, uno de los históricos fundadores del movimiento y que se convirtió en presidente del Comité Estatal durante un tiempo, hasta ceder paso a Fernando Arteaga, a quien muchos señalan por su falta de mano dura para conducir al partido en tiempos turbulentos.
Hace tres años, MORENA vivió su mayor crecimiento a nivel nacional y local. Se ocuparon escaños en todos los niveles de gobierno y mucho se confió en que de verdad los representantes abanderaban la “esperanza de México”.
No pasó más de un año cuando la ilusión de la verdad se fue desmoronando y dio paso al desengaño. MORENA no era un solo movimiento, sino que en el fondo había grupos políticos que buscaban acaparar posiciones, traicionando no solo a la militancia, sino también a los propios principios del partido.
Recuérdese la polémica por la renovación de la dirigencia nacional, postergada debido a la pandemia del COVID-19 y finalmente realizada a través del método de encuestas, violando desde entonces sus propios estatutos. Ya lo advertía Porfirio Muñoz Ledo: MORENA quedaba en manos de los traidores al movimiento.
Mario Delgado se convirtió en presidente del Comité Nacional, a pesar de que no reunía los requisitos para ser postulado y luego de haber perdido dos de las tres encuestas levantadas ex profeso para la renovación de la dirigencia.
¿Por qué ocurrió? Desde dentro, pudo haber muchísimos factores bien conocidos por sus militantes. Desde fuera, lo que muchos vimos fue que MORENA quedaba en manos de quienes no representaban los ideales del movimiento y conforme ha pasado el tiempo, cada vez es más evidente hacia dónde transitan: la desaparición del partido como alternativa política.
No es gratuito que muchos militantes, especialmente los que se declaran obradoristas, hayan migrando a otras opciones políticas que en su ideología se asemeja a lo que en un momento perseguía MORENA. En otros casos, se abrieron alternativas en otros partidos políticos previendo la “graciosa huida” una vez que Movimiento de Regeneración Nacional quedara en ruinas.
La situación en Zacatecas no es privativa de lo que ocurre en el escenario nacional. Las decisiones han quedado en manos de uno o dos grupos que desde hace un tiempo han traicionado a la propia militancia, a los simpatizantes y más concretamente a los ideales del partido.
No fueron pocas las reacciones en contra de la imposición de candidaturas, incluyendo la gubernatura, la cual sigue en entredicho una vez que la Comisión Nacional de Elecciones ha confirmado mediante una solicitud de Transparencia que no se levantaron encuestas para selección de candidatos.
Pero tampoco se olvidan las manifestaciones cuestionando la imposición de Servidores de la Nación en diversas planillas en los municipios. En el fondo, se perciben algunas manos detrás de estas decisiones, aunque los caminos no conducen a Roma, sino a Verónica Díaz Robles, delegada de Programas para el Bienestar, quien arrastra un sinnúmero de acusaciones por diversas irregularidades en el manejo de programas sociales, incluyendo posibles desvíos de recursos con fines electorales.
Su participación no ha agradado tampoco a buena parte del monrealismo. Recuérdese que la apuesta de Díaz Robles para Guadalupe había sido la exsubdelegada regional Priscila Benítez, cuando Caty Monreal llevaba tiempo trabajando por esa aspiración. Hoy Caty Monreal, como otros tantos militantes de MORENA que han migrado a otros partidos, ocupa la Secretaría Nacional de Acción Política de Fuerza por México.
Este movimiento en el escenario político mueve a preguntarse si MORENA Zacatecas realmente representa los ideales del partido, si responde a lo que llaman el “monrealismo” o si, por el contrario, el “monrealismo” hoy se encuentra en Fuerza por México y MORENA se ha convertido en un monstruo de Frankenstein donde ya es imposible reconocer a qué principios responde.
Lo cierto es que lo ocurrido al interior del partido que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador influirá en un seguro voto diferenciado el próximo 6 de junio y quien piense que los números que trae MORENA como marca se traducirán en votos para sus candidatos, como ocurrió en el 2018, está muy equivocado.