Cada vez falta menos tiempo para el cambio de administración y el vacío en torno a los nombres que integrarán el próximo gabinete solo ha generado especulación, sin una voz confiable que dé confirme o desmienta las versiones que ya circulan.
Sin embargo, en este proceso de transición mucho hay que pensar todavía respecto al proyecto de gobierno que encabezará a partir de septiembre el gobernador electo David Monreal Ávila, cuya bandera de campaña fue que llegue la Cuarta Transformación a Zacatecas.
Más allá de la demagogia (y amenazas veladas) en su eslogan, como “amor con amor se paga” o “la tercera es la vencida”, queda poner atención sobre ese compromiso de alienar la política gubernamental a los principios de la 4T y el plan de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si bien David Monreal ya había adelantado que su plan de gobierno se basaría en “cuatro ejes tractores”: campo, minería, industrialización y turismo; son ejes más tendientes a un desarrollo económico que en algunos casos implica desarrollo social, aunque poco se dice sobre ese alinearse al plan de gobierno federal.
Creo que más allá del gastado discurso de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, entre las acciones concretas que demostrarían que esa Cuarta Transformación llegará a Zacatecas está hacer realidad una política de austeridad en términos de lo que ha aplicado el presidente Andrés Manuel López Obrador, empezando por ajustarse el cinturón desde el Ejecutivo y reduciendo el gasto operativo en las dependencias para optimizar los recursos. Hacer más con menos.
Esta política de austeridad también llevaría a pensar en reconsiderar la desaparición de organismos que solo incrementan la burocracia y engrosan la nómina, e incluso la posible desaparición de fideicomisos cuyo ejercicio no se ha transparentado del todo. Pienso en el Consejo Estatal de Desarrollo Económico de Zacatecas (CEDEZ) o el Fideicomiso Zacatecas. Incluso reencausar el destino de recursos del Fideicomiso del Impuesto sobre la Nómina o del Impuesto al Hospedaje.
Otro punto a considerar sería privilegiar una política social que atienda a los sectores más vulnerables; aplicar eso de que “por el bienestar de todos, primero los pobres”. Desde el Gobierno federal esto se ha llevado a cabo a través de transferencias de recursos vía los programas sociales y en caso de aplicarse en Zacatecas, deberían privilegiarse municipios como Jiménez del Teúl o El Salvador, atendiendo a las estadísticas de marginación y grado de vulnerabilidad.
Además, no hay que olvidar una nueva figura que está generando polémica en el país: las consultas populares. Si bien ya hubo antecedentes en Baja California donde este ejercicio impidió la instalación de una cervecera extranjera, hoy los ojos están puestos sobre la consulta popular para, presuntamente, llevar a juicio a expresidentes.
Si en Zacatecas se pretendiera replicar este ejercicio, no sería descabellado pensar en una consulta popular para llevar a juicio a exgobernadores, aunque la duda sería hasta qué periodo y si se incluiría al senador Ricardo Monreal en dicha consulta.
No obstante, este ejercicio también podría llevarse a otras esferas, como el caso de la Presa Milpillas, el Centro Cultural Toma de Zacatecas, el proyecto de movilidad denominado Platabús, entre muchos otros.
Y si bien a nivel nacional se vive otra dinámica con los medios de comunicación, queda la duda si en Zacatecas funcionarían ejercicios como la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, aplicada, a su juicio, como contrapeso ante los grandes medios que “engañan” a la población, aunque en el estado la mayoría de los medios, por decirlo de alguna forma, se han “alineado” al próximo gobierno y serán pocas las voces que se atrevan a hacer crítica a la siguiente administración.
Por otra parte, aunque la política anticorrupción ha sido bandera de la Cuarta Transformación, existen todavía muchas dudas respecto al trabajo realizado por las instancias involucradas, lo que también debería poner en alerta sobre la política que seguirá la próxima administración estatal.
Lo anterior son solo algunos puntos que harían pensar en que Zacatecas se alinea a los principios de la Cuarta Transformación. Sin embargo, incluso con un plan de gobierno así, habría que considerar muchísimos otros factores para que marche la administración, desde la dependencia de recursos federales, el fortalecimiento de la recaudación propia, la deuda pública actual y el manejo en los próximos seis años, posibles reformas al organigrama (que impacten en un aumento o reducción del aparato burocrático, con sus costos), liquidaciones y nuevas contrataciones de trabajadores, inversión en obra pública, atracción de inversiones y por encima de todo, la seguridad y la salud.
¿Qué expectativa hay sobre el inicio de la próxima administración?