Un hermoso arcoíris doble

Un excelente fenómeno y maravilloso espectáculo de la naturaleza que no deja de asombrarme es el arcoíris. El domingo por la tarde camino a casa nos llovió, luego salió el sol y de pronto apareció el arcoíris, un arco multicolor, como una corona de colores en el cielo enmarcando el paisaje en forma de medio círculo ¡pero no era un solo arcoíris, eran dos!

Como iba cargando a mi nietecita no pude capturar la imagen, pero pude apreciar la belleza hasta que después de avanzar un rato desapareció. Recordé que cuando era niña me contaban que al final del arcoíris se encontraba una olla llena de oro, claro que en ese tiempo lo creía.

Con el tiempo me enseñaron en la escuela que es un efecto denominado refracción de la luz solar atravesando algunas gotas de agua suspendidas en el aire, también es necesario que el sol se encuentre en cierta posición para que sus rayos lleguen a las gotas con un ángulo determinado, formando un espectro con diferentes colores, por lo que el segundo arco se produce por una doble refracción de los rayos luminosos, o sea que los rayos del sol rebotan dos veces en las gotas de agua, entonces los colores se invierten y es cuando podemos apreciar un segundo arcoíris con los colores ordenados en sentido inverso.

Uno de ellos, de colores más intensos y el arcoíris adicional o secundario, presentaba los colores en orden invertido y más tenues. Los colores que todos hemos visto en un arcoíris los mencionó, por orden de aparición, el científico Isaac Newton en el año 1704: rojo, naranja, amarillo, verde, celeste, azul y violeta. Tres colores son primarios, el rojo (siendo este color el predominante), el amarillo y el azul; tres secundarios: violeta, naranja y verde y dos terciarios.

La luz del Sol es blanca, pero el blanco no es un color propiamente dicho sino un conjunto de colores. Isaac Newton, usando un par de prismas, concluyó que la luz blanca se podía descomponer en siete principales bandas de colores. En un arcoíris, las gotas de agua actúan como prismas y es esta la razón por la cual se crea este efecto óptico. Bajo ciertas condiciones, esos colores se separan y aparece el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el añil y el violeta. Para que se separen los colores, el rayo de luz debe pasar de un medio a otro, fue así como los separó Newton.

Ya de por sí el arcoíris es uno de los fenómenos que más cautiva la atención, la imagen de un arcoíris doble resulta espectacular, lo considero un privilegio especial coincidir con la salida de un arco de colores adicional producto de una doble refracción de los rayos luminosos y poderlo contemplar, aunque sea por un espacio de tiempo reducido.

Contemplar un arcoíris es una experiencia inigualable, a partir de dos elementos: luz solar y agua, que tiñe de colores el firmamento. Cuando coincidan con este fenómeno, no dejen de apreciarlo, es una de las maravillas que nos regala la naturaleza, deténganse a admirarlo con ojos de niño (a), para que lo puedan contemplar y disfrutar mejor.

Finalmente, aprendamos cómo se dice arcoíris en algunas lenguas indígenas: en náhuatl se dice cozamalotl, en purépecha es kanák janikua o xupakata, en chontal de Oaxaca, se dice lupahe, en totonaca es chamaqxkulit, en maya se dice chéel, en mayo (yoreme) naamu jurés, en tzotzil es vacnebal, en zapoteco es bshit, en otomí es më’kuni.