David gobernador y es lo que hay

Este 12 de octubre se cumple el primer mes desde que David Monreal Ávila rindió protesta como gobernador de Zacatecas y aunque muchos hubieran preferido que de los Monreal, Saúl estuviera en ese lugar, es lo que hay y así será por los próximos seis años.

Solo en su burbuja el mandatario puede creer que lo está haciendo muy bien: pagó al magisterio, pagó a los jubilados y trabajadores del ISSSTEZAC, pagó a la burocracia del estado y está recortando plazas para reducir el gasto en nómina, arrancó un ambicioso programa de pavimentación, atendió a los damnificados de Genaro Codina y Cuauhtémoc, entregó vehículos y equipamiento a policías, así como insumos médicos a hospitales, y no hay que olvidar su fotografía con funcionarios federales haciendo gestiones.

Pero fuera de su burbuja las cosas se ven distintas. Los de a pie vimos casi tres semanas de manifestaciones de diferentes gremios exigiendo su pago, eventos aislados de bacheo y no un día sí y otro también como se esperaba, un distanciamiento respecto a la tragedia de quienes vivieron las inundaciones en Genaro Codina y Cuauhtémoc, policías estrenando motocicletas y camionetas un día después de que acribillaron a cuatro de sus compañeros a unos metros de donde se realizaba un partido de futbol infantil, sin olvidar un gabinete incompleto que mantiene en la parálisis a la administración y por si fuera poco, es más evidente que para la Federación se ha convertido en persona no grata.

Ni Ricardo ni Saúl han querido meter las manos por David. Tal parece que no se deja ayudar y en su burbuja, placen más las voces que aplauden que aquellas que actúan y proponen soluciones ante las coyunturas vividas.

De yerro en yerro, muchos zacatecanos empiezan a vivir ese síntoma de la risa nerviosa: una risa de no creer lo que pasa con la nueva gobernanza, pero nerviosa porque así podrían ser los seis años venideros y por supuesto que nadie quiere que le vaya mal a Zacatecas, sea quien sea el gobernador y por mucho que el diputado Xerardo Ramírez califique de desestabilizadores a quienes solo pretendemos mostrar lo que está ocurriendo en el estado.

El discurso de culpar al pasado por las incapacidades del presente también tiene fecha de caducidad, y quizás en materia de seguridad ya se rebasó ese límite. Tal vez Alejandro Tello sea recordado por aquella desafortunada y lamentable frase de “yo no la maté”, pero David Monreal podría caer más bajo si recurre a su gastado discurso de que todo fue culpa del pasado, las herencias malditas, y que “le da mucho sentimiento cómo dejaron al estado”.

Pero esa impresión comienza a derrumbarse desde el momento en que ratifica a los titulares de Finanzas y de Seguridad, que llevan parte de la culpa en la quiebra del estado y la crisis de violencia en la entidad. ¿Acaso no es cargar con el problema y esa culpa del pasado?

Ensimismado en su burbuja, David Monreal parece que no está preparado para otros retos que se irán acumulando a los problemas que ya empezó a arrastrar. Si bien la pandemia por el COVID-19 va cediendo en el número de contagios y defunciones, no ha terminado y sus efectos aún se resienten en la economía.

Habrá que recordar que, por factores cíclicos, el último trimestre del año siempre se registra un descenso en el empleo formal y aunque hay mayor circulante en las calles, ese dinero que puede gastar la población en los negocios puede ponerse en riesgo si no se atiende de manera urgente la inseguridad.

En este tema, sería increíble que cayera en el error de atribuir el problema a pasadas administraciones. La violencia, la delincuencia y la inseguridad trascienden administraciones y aunque mucha de esta dinámica surgió con las políticas emprendidas por Felipe Calderón, en los estados la situación es cada vez más crítica. ¿Acaso los cárteles trabajan por sexenios?

La situación en el campo tampoco es para menos. Desde septiembre pasado comenzaron las primeras cosechas y hasta el momento nada se sabe de la pretendida gestión de semilla para apoyar a los campesinos, mucho menos de la estrategia que habrá una vez que se levanten las cosechas para apoyar en la distribución y comercialización, y con la inflación presionando a los precios de la canasta básica, bonita crisis nos puede esperar al cierre de año.

David Monreal ya es gobernador, aunque no ejerza, y aunque no nos guste, es lo que hay. Como zacatecanos, ¿qué haremos para que le vaya bien a Zacatecas?