El cambio de temporada lleva a otras tendencias de vestido o tipo de colores, como en este mes de Noviembre, que se utilizan los colores café, naranja u ocre, pero esto hace que la moda se convierta en el uso de vestimenta desechable. ¿Cuáles son los impactos ambientales de la industria de la moda?
Los principales impactos del sector se clasifican en agua, químicos, residuos y gases de efecto invernadero; pero en el caso del agua, implica su consumo y contaminación. El 40% de la industria de la moda se realiza con algodón y el resto con poliéster, pero el algodón es un cultivo que necesita mucha agua.
Por ejemplo, solo la producción de un polo de algodón requiere alrededor de mil litros de agua. Lo más grave es que entre el 40% y 60%, del consumo de agua de una prenda ocurre en la fase del uso del usuario, no en la producción. Si nosotros quisiéramos reducir significativamente el consumo de agua de la industria de la moda, lo que deberíamos hacer es lavar menos ropa.
Por otra parte, una prenda puede dar una vuelta entera al mundo, solamente en la producción. Consideremos que comprar ropa online es más ecológico, pero lo que hace es presionar a las marcas para ser más veloces, por lo que se tienen que mandar las prendas en avión, donde las emisiones son mucho más altas que en barco.
Sobre los químicos, los estudios dicen que junto con esos mil litros de agua que se consumen en una prenda, se necesitan alrededor de tres kilos de químicos para tratar el algodón, teñidos y acabado de la prenda.
Además, cuando hablamos del impacto en la biodiversidad, usualmente se refieren al mal manejo de territorio de cultivos de algodón, ya que es probable que haya deforestación.
Alternativas sostenibles para disminuir y mitigar el impacto ambiental de la moda podrían ser que se utilizara el algodón orgánico, que al no tener pesticidas, puede contaminar menos; otra alternativa es el algodón regenerativo, el cual es apoyado por grandes marcas.
Sin embargo, la mejor solución es que empecemos a comprar menos y tratar de cambiar nuestra mentalidad sobre cómo vemos la ropa. Tenemos que aprovechar las prendas tradicionales y no comprar lo que se llama “ropa de desecho” o con obsolecencia programada.
Se está comprobando que los jóvenes tienen más valor por la experiencia y esto va a terminar afectando la industria de la moda, porque se puede apostar por ropa de segunda mano o el alquiler de ropa. La única manera de conseguir que esto ocurra es hacerlo ver bien, “cool”, de moda o novedoso, para que la gene adopte este nuevo comportamiento.
Si una pequeña o mediana empresa de moda desea ser sostenible, le podemos recomendar lo siguiente:
1.- informarse: ¿cuáles son los problemas que voy a generar si sigo la lógica normal?, las personas necesitan estar comprometidas con el cambio.
2. Evaluación del ciclo de vida: para conocer dónde genera un mayor impacto y seleccionar, se tiene que focalizar en las cosas que te preocupan y que están a tu alcance de actuar.
3. Planificar: hay que hacer un plan y no hacer todas las cosas el primer día, sobre todo si estás trabajando un tema ambiental.
4. Colaboración: tienes que trabajar dentro de un sistema; se tiene que buscar alrededor quién te va a ayudar a formar este círculo para integrarte.
5. Mejorar constantemente cada día, no pretender ser perfecto al inicio.
Independientemente de las medidas tomadas por estas tiendas pequeñas o medianas, es necesario terminar con la cultura del desperdicio, pues cada persona compra en promedio 60 centavos de dólar más que la ropa de hace 15 años y se desecha en la mitad de tiempo.
La ONU considera que si se promoviera un cambio en las formas de consumo mediante medidas como el mejor cuidado de la ropa y los programas de reciclaje y devolución se podría tener un mayor impacto y que con solo duplicar el tempo que usamos cada prenda de vestir, podríamos reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero que produce la industria de la moda.