Desde hace más de cuatro décadas la educación ambiental es vista como un proceso permanente que daría respuesta a la crisis ambiental que afecta al planeta.
Derivado de las consecuencias del COVID-19, en todos los círculos sociales, científicos, académicos y médicos, gobiernos y organismos internacionales, plantean la necesidad de emprender un plan de trabajo de educación ambiental que esté basado en la creatividad, compromiso y determinación.
Este 26 de enero es el Día de la Educación Ambiental, una fecha que se conmemora desde 1975, cuando se suscribió la Carta de Belgrado, donde se menciona que es muy importante la formación de ciudadanos ambientalmente responsables, cambiar hacia una sociedad sostenible y lo pertinente que es mantener un modelo de desarrollo que vea a la naturaleza como algo más que un proveedor de bienes para un consumo.
Ese día, aproximadamente, los representantes de las 70 naciones que en Yugoslavia firmaron hace 47 años este documento, pensando en una transformación urgente, y definieron seis puntos para ayudar a las personas y a los grupos sociales a involucrarse activamente en el logro de esos objetivos:
- Generar una toma de conciencia que propicie adquirir mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente.
- Aportar conocimientos para adquirir una comprensión básica del medio ambiente.
- Propiciar que personas y grupos sociales asuman actitudes fundadas en valores con un interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
- Apoyar a los individuos y colectivos para que desarrollen aptitudes para resolver problemas ambientales.
- Fomentar que puedan adquirir una capacidad de evaluación sobre las medidas y programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos.
- Incentivar la participación de personas y grupos sociales que desarrollen un alto sentido de responsabilidad y tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas ambientales.
Posteriormente en 1977, en la primera Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental que se celebró en la entonces República Socialista de la Unión Soviética, se adoptaron tres grandes objetivos para la educación ambiental:
- Fomentar una conciencia y una preocupación por la interdependencia económica, social, política y ecológica en áreas urbanas y rurales.
- Proporcionar a cada persona las oportunidades para adquirir el conocimiento, valores, actitudes, compromiso y habilidades para proteger y mejorar el medio ambiente.
- Crear nuevos patrones de comportamiento hacia el medio ambiente.
La educación ambiental, formal y no formal, se enfoca en la participación social, artes, cultura, política pública e institucionalización de una formación de ciudadanía responsable con el medio ambiente, incluyendo un espacio de reflexión y análisis que fortalezcan la educación ambiental en el país. Es necesario para lograr un cambio verdadero, con la participación de la ciudadanía.
Desde aquí una felicitación a cada uno de los educadores ambientales de Zacatecas, a todas las asociaciones, grupos, maestros, instituciones que desde lo local ayudan a cuidar el medio ambiente.