Aunque en México y en particular en Zacatecas, por lo general lo más común es que las familias tradicionales permanezcan unidas hasta que los hijos forman sus propias familias y se van de la casa materna, la fantasía de todo adolescente y adulto en su etapa más joven es volar con sus propias alas para conocer la libertad de cerca, fuera del alcance del ojo vigilante de los padres, sin seguir más reglas que las propias, ajenos a las obligaciones y costumbres –a veces ancestrales– de sus padres.
Lo cierto, según yo, es que esa fantasía deja de serlo cuando uno se enfrenta a la realidad y se estrella contra las cosas que nos advirtieron nuestros padres, aunque nos resistamos a aceptarlo.
En otras palabras, cuando uno llega a adulto, pero un adulto responsable –no de esos que siguen siendo niños o adolescentes toda su vida, dependientes de otros y sin asumir ninguna obligación ni responsabilidad– se entera de que no es verdad que los adultos hacen lo que es da su gana, que gastan su dinero sin cuidado en cualquier frivolidad en un día, porque además descubren cuánto se debe trabajar para ganar los 172.87 pesos del salario mínimo que predomina en el mercado laboral y que no alcanzan para mucho, que no queda tiempo a veces para la diversión o si queda en ocasiones el cansancio triunfante lleva a uno temprano a la cama.
En el periódico en el que se promueven vacantes por medio del Servicio Estatal de Empleo (https://publicaciones.empleo.gob.mx/periodicos/zacatecas/mobile/index.html) predominan los empleos con pagas de salario mínimo, es decir, 1 mil 210.09 pesos a la semana, o lo que es lo mismo 2 mil 593.05 a la quincena o 5 mil 186.10 al mes. ¿Sabe para qué le alcanzan 5 mil 186.10 pesos al mes?
Pues bien, creo que esta es una de las razones por la que los hijos no se desapegan de la casa materna y menos se van, porque aunque de las paredes de las salas de sus casas cuelguen uno, dos o hasta tres títulos universitarios tienen empleos en los que pagan ese tipo de salarios y no son pocos que sólo tienen lo de “la raya”, porque ya es muy afortunado quien tiene las prestaciones de ley.
La hija de una buena amiga decidió irse de casa porque ya no aguantaba las exigencias de sus padres, que en realidad, según me cuentan, no eran nada del otro mundo, sólo que mantuviera limpia su recámara, que ayudara a mantener en orden la casa y que no llegara tarde porque además la situación de inseguridad que priva en Zacatecas no es para menos.
Pues bien, empezó a buscar departamento. La joven se sentía dueña del mundo, ahorró 5 mil pesos de su salario mínimo semanal, con la certeza de que sería suficiente para iniciar lo que sería su nueva casa. Se fue de espaldas al ver las rentas, la más barata era de 2 mil 500 pesos al mes, pero debía dejar un depósito por la misma cantidad para garantizar pagos de agua, luz y tal vez alguna reparación cuando dejara el lugar, y no era un departamento ostentoso, sino apenas lo que se conoce como un pie de casa, una habitación, espacio para sala-comedor-cocina y un baño.
No había considerado el pago del agua ni el de la luz ni el del servicio de internet que hoy en día es casi indispensable, menos el del cable y otros gastos como el desembolso para surtir, al menos con lo básico la despensa y los pasajes en camión que desde donde se iba serían dos para ir y dos para regresar a su trabajo.
Aunque los pagos son muy variados, según la calidad y cantidad por la que se pague, haré un breve ejercicio: de agua el mínimo es de 145 pesos, de luz he visto pagos chiquitos de 150 pesos, el cable básico con internet de hasta 460 pesos, pasajes de camión de 8.50 pesos de cuatro viajes al día, en cuatro semanas que tiene en promedio un mes serían 816 pesos tomando un día de descanso por semana, más 2 mil 500 de renta, hasta ahí los gastos obligados suman 3 mil 776 hasta la renta, quedan mil 410.10 pesos para surtir la despensa, comprar gas si se termina (cuesta casi mil pesos).
Si compra gas le quedan arribita de 500 pesos para la despensa ¡de todo un mes!
Creo que esta es la razón por la que vemos a hijos cuarentones todavía viviendo con los papás, o casas donde viven hasta dos o tres familias para compartir gastos (los hijos casados siguen en casa de sus padres con todo y su propia familia), por eso es que muchos jóvenes que no tienen la fortuna de tener buen padrino para “acomodarlo” en gobierno o que no supo aprovechar una buena oportunidad de empleo o que se casó joven y no puede aventurarse con todo y familia se quedan “atorados” en lo que parece un trampa siniestra.
Por eso es que hoy día trabajan papá y mamá, dejando a los hijos al cuidado de “la nana videojuegos”… la vida de adulto no siempre es lo que uno imagina.