El reciclaje de residuos sólidos es una práctica que se está realizando como una constante desde las empresas, grupos, colegios y ciudadanos, tratando de reducir el volumen de los residuos generados y minimizar nuestra huella de carbono, aplicando la ley de las 3 R’s.
Reducir: es cuando vamos a comprar nuestro mandado e intentamos adquirir productos a granel, que tengan el mínimo envasado posible, de ser posible ninguno; podemos utilizar bolsas de tela, llevar nuestros recipientes cuando compremos helado, agua, elotes o comida.
Reutilizar: es dar nueva vida a las cosas que ya no nos sirven; antes de desecharlas, darles un segundo uso, por ejemplo: botellas, bolsas y cajas de cartón pueden tener varios usos y servir como maceteros, decoración, construir, juguetes, etc.
Reciclar: La mayoría de materiales que utilizamos pueden reciclarse. Esto depende de las instituciones y de nosotros mismos. Por ejemplo, el reciclaje de 1 mil kilogramos de papel salva la vida de 17 árboles. Si tienes que tirar los residuos, colócalos en contenedores de colores o bien, con la siguiente clasificación:
– Azul: papel y cartón;
– Amarillo: envases (botellas, bolsas, latas), limpios y en lo posible aplastados para optimizar espacio;
– Verde claro: vidrio; limpia antes los envases y quita las tapas.
– Verde oscuro: materia orgánica; te recomendamos que busques una empresa que los pueda comprar para que obtengas una ganancia, si prefieres entregarlos al camión recolector al momento de entregarlos diles que van clasificados, que no es necesario que lo mezclen con lo que ya llevan.
El pasado 17 de Mayo se conmemoró el Día Mundial del Reciclaje, el origen no es muy claro, parece que se celebró por primera vez en Texas (EEUU) en 1994 y luego se extendió a otros estados y países.
Oficialmente fue la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) quien establece el Día Mundial del Reciclaje en el 2005 con el fin de promover una mayor responsabilidad, no solo desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino de aquel que extrae la materia prima y la transforma en un bien de consumo.
El reciclaje salva los recursos naturales, reduce la contaminación y genera empleos. Hay que continuar con los esfuerzos para reciclar todos los residuos útiles, como latas, botellas de plástico, frascos de vidrio, papel y cartón, para disminuir el consumo del petróleo y las emisiones de dióxido de carbono.
Esta práctica nos ayuda a revertir el cambio climático y evitar la generación de toneladas de basura, practicarlo es una oportunidad para disminuir las montañas de residuos que siempre se generan, pero es una práctica que necesita de la participación de todos.
Recuerda que un residuo que se introduce de nuevo en el ciclo de producción ayuda a reducir el impacto en el medio ambiente. Si juntos cambiamos hábitos y le damos una segunda oportunidad maximizaremos los recursos naturales. Este fue el mensaje de las autoridades el pasado Día Mundial del Reciclaje.
Cada vez son más las personas que se suman al reciclaje como una forma de preservar en la medida de lo posible el medio ambiente. En esta época en la que el consumismo y el beneficio personal impera, siempre se puede sensibilizar a la población para que participe de manera constante y no solo el día que se conmemora, así que empieza a practicar el reciclaje como algo cotidiano, una práctica que nos ayudará a cuidar el medio ambiente.