En México los feminicidios van al alza, muy a pesar de lo que pueda decir el Gobierno Federal, quien pomposamente salió a decir, en voz de Rosa Icela Rodríguez, que en el país este tipo de crímenes en abril de este año habían bajado 26.8% respecto a agosto de 2021, cuando se registró el máximo histórico de 112 asesinatos de mujeres.
Más equivocada no podía estar. Desconozco si verdaderamente fue una genuina equivocación, si “le pasaron mal los datos” o franca y abiertamente salió a engañar a los mexicanos. Cualquier persona que ponga un poco de atención y sepa lo básico de las comparaciones, sabrá que en este caso, cualquier mes que se compare con el máximo histórico será menor que un mes sólo se puede comparar con su igual de años anteriores o con el mes que le antecede.
En México, tristemente, los feminicidios van a alza. Tomaremos como referencia abril con datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública: ese mes de 2015 se registraron 36, en 2016 fueron 63, en 2017 se registraron 62; en 2019, ya estando en el poder la 4T, se denunciaron 68, en 2020 fueron 73, en 2021 se contaron 82, igual que en 2022.
En Zacatecas, sólo en abril de este año se registraron cinco feminicidios, las víctimas oscilan entre los 20 y 58 años; en 2021 fueron 12 en total.
Pero no todos los feminicidios se denuncian… atrás de las frías estadísticas hay historias de mujeres de carne y hueso, con ilusiones y amores, que dejan en la orfandad a sus hijos, con corazón destrozado a sus madres y a veces, casi siempre son víctimas de otros delitos como trata de personas, privación ilegal de la libertad, lesiones dolosas y/o culposas y violación…
Tengo el corazón apachurrado y el cuerpo cansado. Así se siente cuando la muerte te toca cerquita. Ella y yo fuimos cercanas, a pesar de la diferencia de edades llevamos una buena relación aunque por las múltiples ocupaciones de la vida adulta, de pronto dejábamos de vernos algún tiempo. A pesar de todo éramos familia y los pleitos de los demás eran de ellos, no nuestros.
Su repentina muerte me ha metido de golpe en una dinámica tremenda de reflexión y de nostalgia que me quita el aliento sin previo aviso y me sumerge en un mar de llanto. No sabía que podía llorar tanto. Y en medio de todo me pregunto, si así me siento yo ¿cómo se sentirán sus dos hijos y su madre?
Atrás de su muerte hay una obscura historia tejida por gente mala, muy mala; me lleno de espanto al pensar que eso le pudo pasar a mi hija o a la hija de cualquiera, pues con fingidos sentimientos de amor primero le quitó el dinero que ganaba en su trabajo honesto, luego le arrebató de su familia, de sus amistades y de su trabajo honorable, hasta que de a poquito le arrebató la vida porque ya no tenía nada más qué quitarle.
No sé de qué artimañas se valió ese mal hombre para hacerla olvidar hasta de su propia dignidad y ya en sus redes la mantuvo alejada de la gente que la amó, encerrada, golpeada, ultrajada bajo los efectos de quién sabe qué narcóticos.
Un día escapó presa del hambre y la sed. Era una piltrafa humana, eso dijeron los que la vieron y la rescataron cuando bebía de un charco de agua. Tenía la piel pegada a los huesos. Su madre sin pensar en venganzas ni denuncias ni nada que no fuera curar a su hija, la acogió y como pudo la llevó a terapia, al médico, la alimentó…
Hacía pocos años que se había titulado como abogada. Trabajó como ayudante de mecánico, haciendo limpieza y en lo que podía para pagar sus estudios y dar sustento a sus hijos. Tenía un buen trabajo y una buena vida hasta que ese hombre la enredó y la hizo olvidar incluso que tenía un novio de años que ya le había pedido matrimonio.
Ya la había librado. Ya había agarrado colorcito y había subido de peso. Ya dormía más por la noche, hasta que la encontró otra vez y se la llevó. Unos dicen que se la llevó a la fuerza, que vieron, pero nadie hizo nada por el miedo, otros dicen y otros suponen que se fue por gusto… Eso ya nadie lo sabrá porque ya no está para decirnos.
El domingo su corazón se paró. En febrero había cumplido 40 años…
Pensamos que la gente mala de nuestros tiempos aparece con un fusil en la mano y polvo blanco en los bolsillos, pero hay gente más mala aún, gente sin corazón, sin escrúpulos, sin amor, sin temor de Dios que con una careta de personas inofensivas y un repertorio repleto de mentiras le hacen creer a las personas que las quieren… luego viene el maltrato de todo tipo.
Ella no fue una mujer espectacularmente perfecta, era tan humana como usted o como yo, con muchos defectos, había tomado muchas decisiones equivocas, había cometido muchos errores, pero quién no. En sus mejores años fue una mujer feliz, amiguera, platicadora, le gustaba montar a caballo y usar pestañas postizas.
Su acta de defunción asienta que murió por un infarto al miocardio y yo, que soy medio romántica, puedo decir que en su mundo amó tanto que su corazón explotó de amor, lo malo es que fue un amor equivocado.
Ella no aparecerá en las estadísticas de feminicidios, aunque en el pueblo todos saben que no murió. La mataron.
Dinorah… Excelente
Desgraciadamente así es, cada día es algo difícil para ellas porque nadie sabe si volverán o quién sabe aquí en el estado ya es un albur ya casa día es escuchar helicopteros, balaceras, etc., más sin embargo el gobierno estatal no hace nada o se dice que hacen pero no se ve nada de acción pero en si, esperemos que esto termine sino pasa otra cosa en nuestro estado mientras tanto ellas seguirán bajo el riesgo inminente de que sigan los feminicidios, ahora entienden porque las marchas de las mujeres.
Saludos un abrazo.
Excelente articulo, la realidad….