Un gobierno en decadencia

En las elecciones federales de 2018, poco más de 30 millones de personas hartas de la corrupción, opacidad y violencia de los sexenios anteriores, votaron por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, convirtiéndose en el presidente más votado en la historia de México.

AMLO prometió transformar el país, combatir la violencia, corrupción e impunidad; aseguró que no subiría el precio de las gasolinas, “no más gasolinazos”, y que garantizaría la justicia social, respeto a la libertad de expresión y de creencias. “Por el bien de todos, primero los pobres”.

Él nos mintió

En el año 2020 el Pleno del Senado aprobó la extinción de 109 fideicomisos equivalentes a 68 mil millones de pesos. López Obrador ha insistido en que organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE) fundamental para garantizar la democracia, deben desaparecer. Es una burla su frase “Primero los Pobres” ya que se ha incrementado el número de personas en pobreza.

La corrupción y opacidad y conflicto de intereses no se han combatido, a manera de ejemplos, CFE y PEMEX no transparentan sus contratos de obras. La casa gris en la que se encuentran involucrados su hijo José Ramón, su nuera y un contratista de PEMEX, con asignaciones millonarias de contratos. Sus hermanos recibiendo dinero en efectivo. Y según el presidente, “Ya no hay corrupción” porque “No Somos Iguales”, el dinero que recibieron sus hermanos “fueron aportaciones”.

En la edición 2021 del Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional, México mantuvo una calificación de 31 puntos (en una escala de cero a 100, donde 100 sería la mejor calificación), ubicándose en la posición 124 de los 180 países evaluados.

México sigue siendo el país peor evaluado de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE. En el G20, México ocupa la posición 18 de 19 países evaluados.

En 2019 inició la construcción de la Refinería Olmeca, inicialmente denominada Dos Bocas, ubicada en el municipio Paraíso del estado de Tabasco (en un terreno expuesto a inundaciones). Recientemente el presidente inauguró la construcción (inconclusa) de la refinería Olmeca, caracterizada por planeación inadecuada y opacidad (carece de análisis costo-beneficio y manifestación de impacto ambiental) y sobrecostos ya que el monto original de la inversión previsto era de 8 mil millones de dólares y ahora se estima que su costo total será entre 16 y 18 mil millones de dólares.

Prometió proteger y garantizar el derecho a la salud en igualdad de condiciones para todos los mexicanos y estamos peor que antes. El primero de enero de 2020 desaparece el Seguro Popular y es sustituido por el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI). En 2018 había 52.1 millones de personas afiliadas al Seguro Popular que desapareció el presidente y en 2020 esta cifra pasó a 34.1 millones de personas con la creación del INSABI.

Al no haber una buena planeación ni estrategias claras, el INSABI fracasó y ahora la atención de los servicios de salud es responsabilidad del IMSS, ahora IMSS-Bienestar, operando inicialmente en 19 de las 32 entidades. Si tan solo con la población afiliada al IMSS había deficiencias en los servicios de salud, ahora con un universo mayor de derechohabientes será más difícil la atención. Y continúa el desabasto de medicinas y tratamientos para los niños con cáncer.

La seguridad pública es parte esencial del bienestar de toda sociedad. Un estado de derecho genera las condiciones que permiten a las personas realizar sus actividades cotidianas con la confianza de que su vida, su patrimonio y otros bienes están exentos de todo peligro, daño o riesgo.

De acuerdo al artículo 21 Constitucional, la seguridad pública es una función a cargo del Estado que tiene como fines salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar sus libertades, el orden y la paz públicos.

En marzo de 2019 AMLO creó la Guardia Nacional (GN) mediante decreto, como una corporación de carácter civil orientada a realizar tareas de seguridad pública, en sustitución de la Policía Federal y que depende de la Secretaría de Seguridad, sin embargo, el presidente quiere que quede adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

Su estrategia de “Abrazos, no balazos” ha sido un fracaso total. Además de que sólo uno de cada 10 elementos de la GN cuenta con el Certificado Policial Único (CPU) que acredita la profesionalización de las instituciones de seguridad pública.

Mientras que la inseguridad va en aumento, en promedio ocurren 100 homicidios dolosos por día. El Ejército se ocupa de tareas que no tienen que ver con la seguridad nacional. Tiene a su cargo la construcción de obras insignia de este gobierno (el AIFA, 2 tramos del Tren Maya, sucursales del Banco del Bienestar), así como el control de puertos y aduanas, entre otros.

Índice de Estado de Derecho en México

En la cuarta edición del Índice de Estado de Derecho en México (IEDMX) 2021-2022, la organización World Justice Project (WJP) reporta un deterioro en materia de Estado de Derecho en gran parte de las entidades del país, la mayoría de los estados mostraron retrocesos. El deterioro en los sistemas de justicia penal y la falta de avances en materia de anticorrupción, son algunas de las causas de este resultado.

Los ocho factores que analiza el Índice son: límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento regulatorio, justicia civil y justicia penal.

¿Qué es el Estado de Derecho?

Es el principio por el cual la población mexicana debe cumplir las leyes y el Estado debe hacerlas cumplir por igual, garantizando así un estado de legalidad e igualdad. “Todo Estado de Derecho debe contar al menos con los siguientes elementos: Primacía de la Ley; Sistema jurídico de normas; Legalidad en los actos de administración; Separación de Poderes; Protección y garantía de los Derechos Humanos, y Examen de constitucionalidad de las leyes”.

Gobierno autoritario de AMLO

La actitud autoritaria del presidente muestra que no acepta imposiciones, menoscaba la libertad de expresión, estigmatiza, agrede y amenaza a los periodistas que “no le dan por su lado”, diariamente arremete contra los periodistas que señalan sus errores, los califica como “opositores”, “nuestros adversarios”, “prensa fifí”, “hampa del periodismo”, “manipuladores”.

AMLO recurre al subterfugio para defender su postura, le gusta hacerse la víctima. Afortunadamente cada vez un mayor número de personas están descubriendo al verdadero presidente, que no ceja en su estrategia de “abrazos y no balazos”, lo que perfila su sexenio como “El más violento de la historia de México”. Ya es un gobierno en decadencia.