En el Partido Acción Nacional queremos un México democrático, con oportunidades para toda la población, con desarrollo, igualdad, inclusión y un futuro confiable.
Por eso, desde la Cámara de Diputados, pugnamos por una Reforma Electoral que defienda el sistema democrático y enfrente el autoritarismo que hoy, desde Palacio Nacional, pretende minar a las instituciones que garantizan el respeto a la voluntad popular, que son un árbitro neutral y que dan certeza a los resultados de los comicios.
Cierto es que todo marco normativo e institución es perfectible. Así lo reconocemos en el PAN y efectivamente queremos una Reforma Electoral que beneficie a México. Pero esa no es la que pretende imponer Andrés Manuel López Obrador. A él no le gusta respetar las libertades y le molestan las regulaciones, vigilancia y control de su propio gobierno. Por eso rechaza al INE, los OPLEs y tribunales de justicia electoral.
Una pequeña muestra de que desea realizar imposiciones libremente fue la elección interna de Morena, del fin de semana. La militancia fue agraviada para elegir al contentillo de AMLO a los 3 mil consejeros, de los 300 distritos del país, que integrarán el Consejo Nacional, órgano que designará a sus candidatas y candidatos del partido para el 2023 y 2024.
Morenistas denunciaron quema de urnas y boletas, violencia, compra de votos y acarreos. Todas las viejas prácticas fueron revividas. Como este “mapacheo” fue para cumplir sus caprichos, en la mañanera minimizó las irregularidades que le beneficiaron. Son las mismas mañas que antes criticaba al perder; hoy que lo benefician son “nimiedades”. Quiere volver a los tiempos cuando la Segob organizaba elecciones a modo del gobernante en turno.
Nos queda claro por qué AMLO quiere una reforma que debilite el sistema democrático y desaparezca al INE y tribunales electorales: para imponerse. Si eso hace en la elección interna, imaginemos lo que hará en el 2024 para mantenerse detrás del poder de la Presidencia de la República por un sexenio más.
En el PAN no lo permitiremos. Proponemos una Reforma Electoral con nueve puntos: segunda vuelta electoral; nulidad de elecciones por intervención del crimen organizado; reforma a las pluris; gobiernos de coalición y candidaturas comunes; prohibir la comunicación gubernamental ilegal; elecciones primarias abiertas; no a la sobrerrepresentación y subrepresentación; uso de urnas electrónicas y regular la declinación de candidaturas.
Mi posición como Diputada por Zacatecas es buscar el México que queremos; sin perder el que ya tenemos. Mejoremos el sistema democrático sin afectar a los órganos neutrales, que nos dan confiabilidad de los procesos electorales y certeza de resultados. Esos mismos atributos que llevaron a AMLO a la Presidencia de la República.