Si bien es cierto que la pandemia del COVID-19 complicó la economía mundial, un problema que lacera a la población mexicana y que ya imperaba desde años antes a la pandemia, es el mercado de trabajo.
La falta de oportunidades de empleo, las condiciones precarias de ocupación, la informalidad laboral que representa más de la mitad de la población ocupada, son reflejo de nuestra realidad laboral. Veamos estos indicadores para el estado de Zacatecas tomando como referencia el segundo trimestre de 2022 comparado con el primer trimestre de 2020.
Derivado de la situación laboral desde el inicio de la pandemia, muchas personas perdieron el empleo, otras tuvieron que dejar su trabajo para quedarse al cuidado de los hijos (principalmente mujeres). En la búsqueda de alternativas, hubo quienes optaron por insertarse en la informalidad. Apenas se empezaban a reactivar algunas actividades y se viene el cambio de gobierno estatal y por consiguiente el despido de muchos trabajadores (as).
Si el ingreso no es suficiente para satisfacer las necesidades mínimas de las familias, se agrava la pobreza laboral, disminuyen las compras y por lo tanto las ventas también caen, si no se tiene acceso a la seguridad social la salud se deteriora, hay serias repercusiones en el nivel de bienestar de las familias y se enfrentan a una mayor vulnerabilidad.
Edad mínima para trabajar
El 12 de junio de 2015, se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma a la Ley Federal del Trabajo, incrementando la edad mínima para trabajar a partir de los 15 años de edad. Esta reforma a la ley, también prohíbe que los empleados mayores de 15 años, pero menores de 18, que no hayan concluido la educación básica obligatoria trabajen.
Población Económicamente Activa (PEA)
La PEA se refiere a la población de 15 y más años de edad que durante el período de referencia realizó alguna actividad económica (población ocupada) o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas), siempre y cuando haya estado dispuesta a trabajar en la semana de referencia.
Tasa de Participación Económica
La Tasa de Participación Económica es el porcentaje que representa la Población Económicamente Activa (PEA), respecto a la de 15 y más años de edad. De acuerdo a las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) en el segundo trimestre de 2022 la Tasa de Participación Económica fue de 58.3%, en tanto que en el primer trimestre de 2020 fue de 56.2 por ciento.
Al interior de la PEA, la población que participó en la generación de un bien económico en la prestación de un servicio (población ocupada) al segundo trimestre de 2022, fue de 678 mil 459 personas, 32 mil 003 más que en el primer trimestre de 2020 que había 646 mil 456 ocupados.
Tasa de Desocupación
La Tasa de Desocupación es el porcentaje de la PEA que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando trabajo. Si comparamos la tasa de desocupación del primer trimestre de 2020 con la del segundo trimestre de 2022 podemos observar que no hay diferencia ya que se ubicó en el 3.3 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).
Cabe destacar que la población desocupada de 15 a 44 años aumentó, al concentrar el 17.8% en el primer trimestre de 2020 al 78.0 por ciento en el segundo trimestre de 2022, mientras que la población desocupada de 45 a más de 65 años disminuyó al pasar del 82.2 al 22.0 por ciento.
Pero esto puede parecer engañoso, pues en el mismo período, la población que percibe hasta un salario mínimo se incrementó en 93 mil 448 personas, mientras que el resto de los niveles de ingreso disminuyeron: los de ingresos de uno a dos salarios mínimos restaron 14 mil 111; los de más de dos y hasta tres salarios mínimos, fueron menos en 22 mil 513; los de más de tres hasta cinco salarios mínimos restaron 13 mil 791; los de más de cinco salarios mínimos restaron 2 mil 692 y los ocupados que no reciben ingresos disminuyeron en 7 mil 973.
Trabajadores Subordinados y Remunerados
Los trabajadores subordinados y remunerados son las personas que tienen un empleo en una condición de ocupación en la cual la actividad se desempeña respondiendo ante una instancia superior y percibiendo un pago por los servicios laborales prestados. El término comprende al empleo asalariado, pero abarca otras modalidades bajo las cuales al empleo o trabajo subordinado se le remunera con otras formas de pago (en especie).
La situación del nivel de ingresos cambia en los trabajadores subordinados y remunerados, en el período de referencia (segundo trimestre 2022 comparado con el primer trimestre de 2020) los trabajadores que perciben hasta un salario mínimo crecieron en 71 mil 663 (38,887 hombres y 32,776 mujeres) y el resto de los niveles de ingreso disminuyeron en 40 mil 773 personas (30,729 hombres y 15,974 mujeres).
En valores absolutos observaron las mayores caídas los trabajadores con nivel de ingreso de más de uno y hasta tres salarios mínimos que restaron 33,789 personas, los que percibían de tres a cinco salarios mínimos en 10,522 trabajadores menos; los que percibían más de cinco salarios mínimos disminuyeron 2,392 trabajadores.
Condición de acceso a las instituciones de salud
Los trabajadores pasan aproximadamente una tercera parte de su tiempo (a veces más) en el lugar de trabajo, en este sentido, las buenas condiciones laborales tales como el acceso a la salud, es un requisito esencial para mantener la salud de los trabajadores que a la vez permite que sean más productivos. Algunas actividades ponen en riesgo la salud de los trabajadores, tales como los productos químicos, el ruido y el polco, entre otros que pueden producir efectos negativos para la salud.
En el primer trimestre de 2020 el 67.8% de la población ocupada carecía del acceso a los servicios de salud mientras que en el segundo trimestre de 2022 ascendió al 68.6 por ciento. En los trabajadores subordinados y remunerados la población sin acceso a la salud aumentó 2.5 puntos porcentuales al pasar de 50.8% a 53.2 por ciento.
La población ocupada sin acceso a los servicios de salud va en aumento, tan sólo en el mes de julio de 2022 se perdieron más de mil empleos con seguridad social en el estado de Zacatecas. En el gobierno disminuyeron 6 mil 383 personas en el último año, según datos de la ENOEN.
Prestaciones Laborales
Las prestaciones laborales aumentan la satisfacción en el puesto de trabajo, la seguridad laboral, el sentido de pertenencia, es una motivación para mantener un nivel satisfactorio de productividad y mejora considerablemente el clima laboral.
En los trabajadores subordinados y remunerados se incrementó el número de trabajadores sin prestaciones laborales (sin considerar el acceso a las instituciones de salud) al pasar del 35.9% al 37.3 por ciento. De igual forma, creció el número de trabajadores que no disponen de un contrato escrito, al pasar del 53.4 al 54.6 por ciento. En los hombres representa el 59.5 y en las mujeres el 47.1 por ciento.
Población subocupada
La población subocupada son las personas de 15 y más años de edad que tienen un empleo, pero que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite. Esto se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario. La Tasa de Subocupación se refiere al porcentaje de la población ocupada que se encuentra subocupada.
La subocupación tiene un gran impacto en la brecha laboral. La Tasa de Subocupación creció, al pasar de 13.7 a 14.5 por ciento, la cual es más acentuada en las mujeres que en 2020 era de 11.8 y en 2022 alcanzó una tasa de 14.1 por ciento.
Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO)
La Tasa en Condiciones Críticas de Ocupación es el porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos. La TCCO, pasó de 18.6% en el primer trimestre de 2020 a 28.7 por ciento en el segundo trimestre de 2022.
Tasa de Informalidad Laboral (TIL1)
En el glosario del INEGI, se define La Tasa de Informalidad Laboral (TIL1), como la “proporción de la población ocupada que comprende a la suma, sin duplicar, de los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica parta la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo”.
La Informalidad Laboral es un fenómeno complejo, que implica una baja productividad, es un “trabajo no protegido”, reflejo del subdesarrollo, atraso económico, resultado de un marco regulatorio costoso para las empresas formales y servicios públicos deficientes. De ahí que muchas empresas operan fuera de los marcos legales y regulatorios y los trabajadores no gozan de protección ni prestaciones.
La alta Tasa de Informalidad Laboral (TIL1) es preocupante, pasó del 60.95% en el primer trimestre de 2020 al 61.6 por ciento en el segundo trimestre de 2022, creciendo a un ritmo más acelerado que los empleos formales. El 64.3% de los hombres ocupados se encuentran en esta condición, mientras que la tasa para las mujeres alcanza el 57.4 por ciento.
Conclusiones
La mayoría de las personas que se incorporan a la economía informal obedece a múltiples causas, no lo hacen por elección, sino como consecuencia de la falta de oportunidades en la economía formal o porque no tienen el grado de estudios necesarios o por no tener otra opción como medio de sustento.
Se observa una alta incidencia de la economía informal, la cual representa un obstáculo para los derechos fundamentales de los trabajadores. Es urgente que los gobiernos promuevan políticas encaminadas a crear empleos formales de calidad, con salarios dignos. Es esencial que adopten medidas adecuadas que faciliten la transición de la economía informal a la formal.