Hoy inicia el ciclo escolar 2022-2023 de Educación Básica y Normal que concluirá a finales de julio del 2023. Casi 30 millones de estudiantes de escuelas públicas y privadas de educación básica, media superior y normales iniciarán de manera presencial sus clases después de dos años de que la pandemia por el COVID-19 rompiera con la rutina de millones de estudiantes y todo el contexto que hay detrás.
Hace ya algunos meses, al bajar los contagios de la pandemia, se intentó regresar a una normalidad escolar sin lograrse por completo; medias jornadas, modalidades hibridas y reducción de jornadas escolares trataron de regresar al ritmo perdido hasta antes de marzo del 2020, sin embargo, no se logró del todo. Hoy seguramente el tráfico, las prisas y las despedidas momentáneas marcarán la agenda del día.
El panorama no es el mejor, la situación es más compleja que hace dos años, la inflación tiene por las nubes el precio de los alimentos, uniformes, colegiaturas y útiles escolares. El fin de semana ha sido marcado por narco bloqueos en diferentes partes del estado que seguro influirán en el traslado de maestros y alumnos. El sábado pasado al menos dos compañeros de mi grupo universitario no pudieron acudir a clases por estos sucesos.
También se destaca que la Reforma Educativa implementada en el año 2013 fue modificada por el Gobierno de López Obrador y el resultado fue un Acuerdo Educativo Nacional que se implementará a partir de este ciclo escolar y se ha conocido como Nueva Escuela Mexicana.
Se supone que el sistema educativo en México se transformará, tanto en el ámbito legislativo y administrativo como laboral y pedagógico. Se busca un sistema que se enfoque en la excelencia de los docentes, en su mejora constante y que, radicalmente, cambia los conceptos, principios y elementos que dan lineamientos al sistema educativo. La reforma se propuso cerrar la brecha de calidad educativa entre escuelas privadas y públicas y para eso hace cambios en la forma en que entiende las realidades educativas del país.
La importancia de este modelo educativo es tal que el diseño de los perfiles, dominios, criterios e indicadores, para la selección de docentes se orientó al cumplimiento de los planteamientos de la Nueva Escuela Mexicana y las modificaciones en materia de política educativa que se han dirigido, con base en este nuevo sistema, a la mejora escolar.
La educación es un proceso multifactorial que ha acompañado al ser humano desde sus inicios, porque es una forma de transmitir y perpetuar la cultura. Tiene como fin primordial desarrollar y dignificar a las personas, por ello la educación es uno de los Derechos Humanos consagrado en nuestra constitución en el artículo 3.
A pesar del contexto complicado en el marco de inicio de este periodo escolar, ojalá que “La nueva escuela mexicana” sea un éxito para que todos los estudiantes se formen, fortalezcan sus conocimientos, conozcan y demanden sus derechos, y se formen las bases de una nueva sociedad integra y correcta que será primordial para que el México del futuro tenga un mejor augurio.
Por lo pronto éxito para Sofía en la secundaria, a Renata en la primaria, y parabienes para todos los millones de estudiantes que trabajarán en su formación y la del país.