Hablar de un pasivo ambiental se está volviendo un tema cada vez más frecuente en las reuniones de empresarios, cámaras empresariales, abogados y autoridades, especialmente cuando se prepara un proyecto nuevo o una operación de compra venta entre compañías.
Un pasivo ambiental es la obligación financiera que tiene una persona o empresa para la reparación de daños al ambiente o por el incumplimiento de la legislación ambiental, por ejemplo: una empresa que ha operado un tanque de diesel que alimenta un generadora de emergencia a través de tubería subterránea, está podría llevar años dañada y nadie se habría dado cuenta de una fuga, que causaría una contaminación del suelo.
Esta empresa tendría que investigar la extensión de la contaminación y restaurar el suelo a sus condiciones originales o hasta una concentración de acuerdo a la normatividad. El costo que la compañía tendría que asumir para realizar este proyecto dependería en gran medida del daño que provocó la fuga y el tiempo que tarden en remediarlo.
Pero los pasivos ambientales no se limitan exclusivamente a lo que esté pasando dentro de los límites de la propiedad. La emisión de polvos o partículas podría estar dañando la salud de la comunidad vecina o la contaminación alcanzando agua subterránea que al moverse contamina propiedades vecinas.
Aproximadamente desde 1998, nuestras leyes establecen que quien origina un daño ambiental debe asumir su reparación; sin embargo, desde el 2003, los propietarios de bienes raíces son responsables solidarios de la contaminación que hubiera en sus propiedades, aun cuando ellos no estén a cargo de las actividades que la hayan causado, es decir, si un propietario renta una bodega y dentro se produce un desastre ambiental, el propietario es corresponsable de revertir el daño.
Para identificar un pasivo ambiental, entre más rápido sea es mejor. La razón principal es que muchos pasivos son procesos activos y mientras más tiempo pase antes de detectarlo, su impacto en las finanzas de la empresa podría ser mayor.
Si estás interesado en vender tu compañía o asociarte con alguna otra empresa, es un buen momento para hacerlo, pues el valor de la empresa podría verse afectado por el monto que representen sus pasivos ambientales. Un aliado o comprador experimentado lo sabe, por lo tanto, investigará al respecto antes de hacer un oferta definitiva o cerrar el acuerdo.
Si estás por dar en arrendamiento una propiedad para que se use en actividades industriales, es importante considerar que en caso de que no hubiera pasivos en su propiedad, tendría una base para poder exigir la reparación de cualquier daño que ocasione el inquilino.
Es evidente la importancia de investigar los pasivos ambientales existentes en una propiedad o que tiene una empresa antes de rentarla, comprarla o de que se vaya el inquilino actual.
Conocer los pasivos ambientales propios o de la contraparte resulta muy importante en el momento de las negociaciones, ya que esta información se verá reflejada en el momento de las mismas. Desconocer la presencia de pasivos podría tomarlo por sorpresa y reducir los beneficios que se obtendría de la operación, o bien, de adquirir una empresa o terreno cuyo valor podría ser menor al que significaría restaurar los daños al ambiente.
Como mencionamos anteriormente, la legislación mexicana establece que el dueño de una propiedad es responsable solidario de la contaminación que haya en dicha propiedad. Por lo tanto, si su propiedad resultara contaminada por las actividades que realiza su vecino, por ejemplo, el almacenar residuos o materiales peligrosos de manera descuidada en la bodega que colinda con su propiedad, las autoridades aún podría exigirle al dueño que limpiara dicha contaminación.
Con el cambio climático, la globalización y el marketin, antes de asociarse con otras empresas o comprarla, se debe revisar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero que genere, el consumo de recursos, uso de sustancias altamente tóxicas, generación de residuos y otros aspectos de desempeño ambiental del posible socio o sujeto de compra.
No hay mejor forma de evitar que su empresa tenga pasivos ambientales que la de dedicar recursos a una adecuada gestión ambiental, mantenimiento preventivo de sus instalaciones y equipos.
La mayor fuente de pasivos ambientales es la indiferencia ante las necesidades de mantenimiento, orden y limpieza en sus instalaciones y ante la evidencia científica de que pudiera existir residuos tóxicos en las materias primas y procesos involucrados.
Nuestro estado cuenta con una cantidad considerable de pasivos ambientales, que ahora son prioridad de atender, que es responsabilidad de todos, así que trabajando en equipo podemos tener un mejor medio ambiente.