El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Bioética, una disciplina que surge a mediados del siglo XX como respuesta a los vertiginosos avances científicos que no han cesado desde entonces y configuran nuevos paradigmas que necesitan guía y respuestas, preguntas y desafíos, sobre todo una ética razonada y para todos.
Como he compartido en algunas ocasiones dentro de este espacio, soy doctorando en Bioética. Su sentido práctico me pareció que complementa con lo teórico de la filosofía, el estudio ético sobre los experimentos masivos en animales, humanos, los alimentos transgénicos, el uso nuclear, el transhumanismo, el aborto, los cuidados paliativos, la inteligencia artificial, las vacunas, el cuidado del agua, la justicia en salud, la biomedicina y las biotecnologías, el trasplante y la donación de órganos, la fertilización in vitro, la genética y el impresionante genoma humano, la transfusión sanguínea, la eutanasia, los problemas del medio ambiente, entre muchas otras áreas en las que los humanos intervienen con la naturaleza, son temas que se analizan para conocer cuál sería la mas justa y apropiada conducta por la que se debe optar.
El abuso atómico, la violencia obstetra. La mercantilización de la medicina, los aberrantes experimentos genéticos, los terribles campos de concentración y exterminio, el experimento inmoderado e ilegal con humanos y animales, la reciente monopolización de las vacunas o medicinas por países ricos, la absurda discriminación racial, el uso desmedido de los recursos naturales, entre muchos otros aspectos, hacen más pertinente a la Bioética y se necesita que esta crezca y se fortalezca, que más personas conozcan sobre ella y se cuestionen su actuar sobre el medio ambiente, cuidar de sí mismos y cuidar de nuestra casa en común, así como de nuestros semejantes.
En el año 2000 se publicó el decreto que crea la Comisión Nacional de Bioética, que atiende la necesidad de promover el conocimiento bioético. En Zacatecas, apenas en el 2011 se crea el Consejo Estatal de Bioética con el mismo objetivo, desde entonces diversas universidades públicas han integrado en sus planes de estudio la materia de Bioética, la Universidad Autónoma de Zacatecas ha creado recientemente la maestría y el doctorado en Bioética.
El mes pasado se firmó un convenio entre el Gobierno del Estado, la Universidad Autónoma de Zacatecas y la Comisión Nacional de Bioética donde se comprometían a impulsar toda acción relacionada con el fortalecimiento de la Bioética; sin embargo, en las vísperas de la conmemoración del Día de la Bioética, ha trascendido que algún funcionario de la nueva gobernanza ha decidido desarticular el Consejo Estatal de Bioética que se está consolidando de manera profesional y con mucho profesionalismo, esfuerzo, responsabilidad, conocimiento y compromiso, incluso sacrificio, ha ido colocando a la bioética en Zacatecas como referente en el país.
Ojalá esta mala decisión quede en eso, en un intento, y la propuesta de modificar el decreto de creación de este consejo se revise de manera adecuada y si se pudiera pública, para que no se cometa una arbitrariedad de un avance que ha tenido el Estado, por el bien de la bioética, el bien de zacatecas, de nuestro presente y de las nuevas generaciones.
La bioética en el Estado no le hace mal a nadie.