Su comparecencia ante la 64 Legislatura con motivo de la glosa del primer informe de gobierno fue, por decir lo menos, gris. De hecho, el principal reclamo de los diputados hacia Uswaldo Pinedo Barrios fue su doble función como secretario de Salud de Zacatecas y como secretario general del sindicato del IMSS.
Fueron pocos, por no decir nulos, los cuestionamientos sobre el ejercicio del presupuesto. Y vaya que contaba con recursos, pues se trata de la sexta dependencia que tuvo mayor incremento presupuestal para este año, sin olvidar que es la segunda con el mayor presupuesto, con más de 3 mil 590 millones de pesos aprobados para este año.
Ya desde finales del 2021, Uswaldo Pinedo había dado muestra de su inexperiencia en el ejercicio del gasto público, con anomalías en licitaciones que luego se tradujeron en desabasto de insumos, incluyendo los medicamentos. Sin embargo, una licitación en particular llama la atención por el gran tufo de corrupción que le antecede.
Se trata de la Licitación pública estatal de carácter nacional No. EA-932057995-06-2022, para la “adquisición de alimentos no perecederos”, los cuales deberían tener una fecha de caducidad de al menos 15 meses. Pero según el portal de la Secretaría de la Función Pública (SFP), es la primera licitación en su tipo (adquisición de alimentos no perecederos”) que realiza dicha dependencia en los últimos cinco años, por lo menos.
Dicha licitación es muy peculiar, pues no se trataba de una sola partida con múltiples subpartidas, como ya se vio en el caso de la Licitación Pública Estatal No. LP-SEDIF.ZAC-EA-2-2022, referente a la adquisición de productos alimentarios Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), solicitada por la Subdirección de Alimentación y Desarrollo Comunitario del Sistema Estatal DIF (SEDIF).
En el caso de la licitación de la SSZ, se trató de 217 partidas diferentes, cada una correspondiente a la adquisición de un tipo de alimento con características muy específicas. Así que cada partida podría ser contratada con diferentes licitantes, atendiendo (en teoría) a las mejores propuestas que se hubieren presentado.
Sin embargo, ya desde la Junta de Aclaraciones (en la que se descartaron tres partidas de la licitación para quedar finalmente en 214) era posible advertir algunos vicios de origen en el proceso de licitación, como se advierte en el acta respectiva (publicada en el portal de la SFP), en el que José Francisco Hernández Villanueva como representante de Abastos y Distribuciones Institucionales SA de CV hacía dos cuestionamientos importantes.
El primero ponía en evidencia una cláusula de las bases en la que únicamente podrían participar en la licitación empresas sujetas a la categoría de “micro, pequeñas y medianas empresas” (Mipymes). Eso dejaba fuera a Abastos y Distribuciones Institucionales SA de CV, que anteriormente ya había participado en la licitación de la gran estafa del SEDIF que finamente ganó Comercializadora Don Cacahuato S de RL de CV.
El segundo cuestionamiento se refería a la posibilidad de reunir las 217 partidas a licitar en una sola, con la finalidad de que las propuestas técnico económicas incluyeran las mejores ofertas en calidad y precio. La respuesta fue negativa: los licitantes debían presentar propuesta individual para cada una de las 217 partidas.
También es interesante el acta de la Apertura de Propuestas Técnico Económicas, pues solo se recibieron dos propuestas: la presentada por David Jonathan Lara Reimers por 1 millón 898 mil 746.71 pesos más IVA (equivalente a un total de 2 millones 202 mil 546.18 pesos) y la de Servicios y Suministros Generales 3G SA de CV, por 4 millones 223 mil 583 pesos más IVA (unos 4 millones 899 mil 356.28 pesos). Entre ambas propuestas había una diferencia de 2 millones 686 mil 810.10 pesos.
El fallo se dio el 15 de septiembre a las 10:00 horas; la sesión duró únicamente 20 minutos. Se admitió la propuesta de ambos licitantes, aunque con partidas muy diferentes. Los respectivos contratos se habrían firmado el 21 de septiembre a las 13:00 horas, según el acta del fallo. Y aquí viene lo más interesante.
Según los resultados que arroja la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), Servicios y Suministros Generales 3G SA de CV, representada en el acto por Antonia Berenice Casas Gutiérrez, no tenía registro en el Padrón de Proveedores de la SFP, mientras que el último registro de David Jonathan Lara Reimers corresponde al 2021, por lo que ambos licitantes habría incumplido con un requisito fundamental para haber participado en la licitación.
Los antecedentes de cada licitantes también son dignos de analizar. Por ejemplo, en el caso de Servicios y Suministros Generales 3G SA de CV, se trata de una empresa con sede en Monterrey, Nuevo León, que ha tenido al menos dos representantes legales: Salomón Mata Rincón y Julio Alonso Manguía Martínez.
El primero ya era representante legal desde hace al menos cinco años de otra empresa denominada 3G Consulting y Asesoría SA de CV, que lo mismo daba capacitaciones que surtía alimentos, banquetes y productos de limpieza, o retapizaba sillas, con contratos que podían ir desde menos de 10 mil pesos hasta casi 300 mil pesos.
De hecho, la actividad económica documentada en los padrones de proveedores de Nuevo León y del Estado de México (según la PNT) ha ido desde “comercialización de toda clase de productos y servicios”; “servicio de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas”; “renta de equipo para eventos”; “restauración de muebles”; “servicios profesionales, científicos y técnicos”.
El mismo esquema se repite en el caso de la razón social Suministros y Servicios Generales 3G SA de CV; sin embargo, la licitación EA-932057995-06-2022 es la primera en la que participan (y además ganan) en Zacatecas. De acuerdo con el fallo de la licitación, esta empresa sería contratada para solo 23 partidas de las 214 que finalmente se licitaron, por un monto de 312 mil 930 pesos.
En el caso de David Jonathan Lara Reimers, según lo que arroja la PNT, laboró como asistente en la 64 Legislatura, en el periodo del 29 de noviembre al 31 de diciembre del 2021, percibiendo 70 mil pesos en dicho periodo. También según los resultados de la PNT, del 2019 al 2021 también fue beneficiario del programa de becas “Jóvenes Escribiendo el Futuro”.
De hecho, como persona física ya había participado en múltiples licitaciones, todas de la SSZ, aunque su primer contrato fue una licitación de esta dependencia en octubre del 2021 (antes de ingresar como asistente en la 64 Legislatura), por 2 millones 40 mil 281.60 pesos para la “adquisición de materiales, accesorios y suministros médicos”.
Muy raro que con apenas 25 años de edad hubiera ganado una licitación en la que participaron 34 licitantes con alguna propuesta. ¿A esa edad, de dónde habría sacado el capital para invertir?
También es raro que en el único registro disponible del Padrón de Proveedores de la SFP estuviera dado de alta con actividad empresarial de comercio al por mayor de productos alimenticios, así como de papelería y artículos de oficina, pero ganó una licitación para el suministro de insumos médicos.
Pese a estos antecedentes, en el caso de la licitación EA-932057995-06-2022, Lara Reimers ganó en 191 partidas que en conjunto suman 2 millones 69 mil 635.19 pesos.
Entre ambos licitantes, las propuestas contratadas según el acta del fallo a la licitación sumarían en conjunto 2 millones 283 mil 565.19 pesos, apenas unos 81 mil pesos más que la propuesta que había presentado Lara Reimers.
Lo más curioso de esta licitación es el tipo de alimentos que se incluyen en las 214 partidas a licitar, pues incluyen café, té, azúcar, leche, galletas y otros insumos típicos de un “coffee break”, pero la lista de partidas también incluye otros insumos, como pasta de adobo de achiote, las habas más caras del mercado (paquetes de 500 gramos en 204.6 pesos), aceite de oliva en múltiples presentaciones, chiles para nachos, maíz pozolero precocido, tostadas y hasta caldo de pollo.
¿Son insumos para los Servicios de Salud de Zacatecas o piensan montar una verbena este 20 de noviembre?