La Asamblea General de Naciones Unidas, en su resolución A/RES/47/196 del 22 de diciembre de 1992, declara el 17 de octubre como el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza”, para concienciar al mundo sobre la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países.
Este día rinde homenaje a los millones de personas que sufren la pobreza y reconoce la solidaridad mundial esencial y la responsabilidad compartida que tenemos para erradicar la pobreza y combatir todas las formas de discriminación.
Definiciones de pobreza
Según el INEGI, “una persona se encuentra en situación de pobreza multidimensional cuando: presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades”.
La medición de la pobreza en México se define en la Ley General de Desarrollo Social. La metodología de medición de pobreza utiliza varias dimensiones o factores económicos y sociales en su concepción y definición, por lo tanto, la pobreza se mide a partir de un criterio multidimensional.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) define a una persona en situación de Pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
A grandes rasgos, también define la Pobreza Extrema cuando tiene tres o más carencias y dispone de un ingreso muy bajo, entre otros; la Pobreza Moderada es la persona que, siendo pobre, no es pobre extrema. Luego que si la pobreza rural y la urbana de acuerdo a los ingresos.
Y sin tanto rollo, pobre es la persona que no puede acceder a lo necesario para el sustento de la vida, cuando no se tiene acceso a la salud, a la educación, a la alimentación, a la seguridad social, a los servicios básicos.
El discurso público de la pobreza
A la mayoría de los políticos les interesa que siga habiendo pobres ya que es lo que legitima su discurso y marcan el rumbo de la política social que “aseguran” resolverá el problema de la pobreza extrema y la pobreza. Este tema forma parte del discurso oficial central del político cuyo interés primordial y en esta época nada oculto, es obtener el voto de los pobres. Y si se erradica la pobreza, ¿en qué basarán su discurso los políticos?
A partir del problema de la pobreza se planean y ejecutan políticas sociales que son plasmadas en los planes y programas de desarrollo, planteando estrategias retóricas para justificar sus acciones sobre la población objetivo para “supuestamente” combatir la pobreza. La política social en realidad es asistencialista y ha servido para perpetuar la pobreza.
¿Son confiables las cifras de pobreza en México?
Según la investigadora Araceli Damián, presidenta del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México, las cifras de la CEPAL sobre la pobreza en México están basadas en los datos del CONEVAL, la agencia estatal que mide la pobreza en el país y que, según la investigadora, “no reflejan toda la realidad”.
Subraya la doctora Damián que “para CONEVAL, un mexicano tiene satisfecho su derecho al agua con contar con una llave de agua fuera de su terreno, no en su vivienda. No importa si le llega agua o no”; asegura que “la pobreza en México está muy subestimada por los datos oficiales”.
Así que, aunque las estadísticas digan que ha crecido el número de habitantes que tienen acceso al agua potable sólo por el hecho de que hay una llave de agua fuera de la casa, si el agua está racionada y solo sale agua dos veces por semana es una verdad a medias. Y así estamos en muchos estados del país.
¿Se ha reducido la pobreza con los programas sociales implementados?
Claro que no, se ha disparado. De acuerdo a datos publicados por el CONEVAL, en el año 2018 un total de 51.9 millones de personas (41.9%) se encontraban en situación de pobreza, mientras que en el año 2020 pasó a 55.7 millones de personas (43.9%), según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México tiene la cuarta proporción más alta de población en pobreza de América Latina y el Caribe.
Ahora bien, la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos pasó de 17.3 millones de personas (14.0%) en 2018 a 21.9 millones de personas (17.2%) en el año 2020. Por su parte, la población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos en 2018 fue de 61.8 millones de personas (49.9%) mientras que en el año 2020 aumentó a 66.9 millones de personas (52.8%).
Respecto a las líneas de pobreza por ingresos, los datos de junio de 2022 señalan que, en las zonas rurales, la línea de pobreza por ingresos aumentó 9.9% respecto a junio del 2021 y en el ámbito urbano fue de 8.7 por ciento.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda de 2020, los estados de México con porcentajes más altos de población en situación de pobreza son: Guerrero, Oaxaca (estado con mayor número de municipios) y Chiapas, donde una gran parte de sus habitantes son indígenas.
Algunos relatos de quienes sienten la pobreza
María es viuda (su esposo falleció al tratar de cruzar ilegalmente la frontera), ella trabaja como empleada doméstica, tiene cuatro hijos, tres en primaria y uno en secundaria, algunas veces donde trabaja le regalan la comida que sobra, otros días comen quelites, sopa de pasta o frijoles con tortillas, y si la comida no alcanza, aunque ella se duerma con el estómago vacío, aunque le rugan las tripas del hambre, primero son sus hijos.
Jesús es un joven indigente, no terminó la primaria, no sabe si ese día comerá, pero por lo pronto traga fuego y se olvida que tiene que alimentarse, a lo mejor lo que gane le servirá para comprar droga. Enciende una antorcha con gasolina y la mete a su boca para que se apague, al poco rato, le da un trago a un bote con diésel para luego escupir fuego de su boca que se observa ampollada. ¿Cómo tendrá el estómago y los pulmones este muchacho?
Ayer asistí a la comparecencia del director general del ISSSTEZAC, un personaje al que apenas se le escuchaba su voz como un murmullo, como falto de seguridad, no mostró ninguna empatía por los jubilados y pensionados que dejaron de percibir su pensión o su aguinaldo, algunos de ellos con problemas de salud, hay quienes se retiraron desde diciembre de 2021, otros en abril de este año y no han recibido su pensión que ya es un derecho.
Pude percibir la soberbia y poca o nada de humildad del director, sin respeto alguno para los derechos de los pensionados, algunas preguntas las evadió, no se comprometió a cumplir con el pago. ¡Qué falta de sensibilidad! Esta injusticia empobrece más a los pensionados. Me senté entre quienes exigimos justicia y un séquito de aplaudidores, trabajadores del instituto. Pan y circo para el pueblo.