Se acerca la temporada de fiestas de Halloween, es una de las cerebraciones anglosajonas más populares, con un gran impacto en diferentes culturas por todo el mundo; se dice que hay varios mitos o leyendas de cómo inicia esta fiesta. La verdad es que esta tradición viene de la cultura Celta, pero ha sufrido algunas transformaciones para convertirse en lo que se conoce actualmente.
Los antiguos pueblos Celtas, que habitaban diversas regiones de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia, solían realizar un gran ceremonia para conmemorar “el final de la cosecha”. Esta celebración ocurría a finales del mes de Octubre. Esta fiesta fue bautizada con la palabra gaélica de Samhain que significa “el final del verano”, porque durante esta celebración se despedían de Lugh, Dios del sol.
Esta festividad marcaba el momento en que los días se iban haciendo más cortos y las noches más largas. Los Celtas, al igual que muchas culturas prehispánicas, creían que en Samhain los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales.
El año céltico concluía en el mismo día en que se celebra Halloween, en el otoño, cuya característica principal es la caída de las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o el inicio de una nueva vida. Esta enseñanza se propagó a través de los años de generación en generación.
La costumbre era dejar comida y dulces afuera de sus casas en manera de ofenda, era común encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y descanso junto a Lugh. Por otro lado, en la noche del 31 de Octubre también se hacían rituales. Estos tenían un carácter purificador para despedir el año.
Con el auge de la religión católica, esta fiesta pagana se cristianizó y comenzó a llamarse La Víspera de Todos los Santos, la traducción en inglés es All Hollow’s Eve, de ahí nace la palabra Halloween.
Con la inmigración Europea a los Estados Unidos, principalmente de los irlandeses católicos en 1846, llegó esta tradición al continente americano, donde con el tiempo se convertiría en el Halloween.
El 31 de Octubre por la noche, en los países de cultura anglosajona o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta de Todos los Santos con toda una escenografía para recordar a los que se adelantaron en el camino.
El fin del verano también era conocido con el Samhain, pues los celtas lo celebraban con el momento de transición del estío al invierno. Durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, es considerada como una fecha en la que es más fácil transitar entre dos mundos, el de los vivos y el de los muertos.
Para los celtas esta fecha también significada el Año Nuevo Celta, los pueblos celtas consideraban que el año estaba dividido en dos partes: una oscura, que inicia en la noche del Samhain y una clara, que se inicia en la noche de Walpurgis, con la fiesta de Beltane, entre el 30 de abril y el 1 de mayo, no obstante en Samhain es el inicio de todo, cuando el verano moría y comenzaba el invierno.
Eran las druidas los encargados de celebrar la fiesta celta para honrar a los ancestros a través de numerosos ritos. Cuentan las leyendas que recogían en los bosques más apartados bayas de muérdago durante esa noche, para lo que utilizaban una hoz sagrada forjada en oro, con ellas preparaban pócimas y ungüentos y vaticinaban sobre el futuro de las cosechas y de la aldea.
Uno de los rituales que ha llegado hasta estas fechas y cuyos resultados auguraban el futuro es el de coger manzanas, que se ha transformado en el Apple bobbing, que consiste en sumergir varias de estas frutas en un caldero con agua y ser capaz de agarrarlas con la boca.
Durante esta jornada, los druidas también apilaban ramas sagradas y encendían al atardecer hogueras en diferentes puntos del poblado para ahuyentar a los malos espíritus y guiar a los difuntos en su camino. Algunas personas se cubrían con pieles de animales y máscaras para despistar a los espíritus y los fantasmas, lo cual daría lugar a la costumbre de disfrazarse que se mantiene hasta la actualidad.
El Halloween está basado en una cultura que cuidaba al medio ambiente y honraba a los que se nos adelantaron en el camino. En estas fiestas honra a tus familiares y llena de alegría a los pequeños que se disfrazan con la intención de ir a pedir “dulce o truco”.