En las redes sociales, se puede encontrar casos en los que un caballo, perrito, gatito o delfines pueden ayudar a mejorar la salud de una persona. Recientemente en redes se hizo viral el caso de una niña con una enfermedad, un perrito era su fiel compañero, y no lo dejaron subir al avión para que la pudiera calmar. Por eso es importante conocer este tipo de temas para evitar casos como este.
Por ejemplo, la equinoterapia es una opción para algunas enfermedades, incluso en el Municipio de Zacatecas se cuenta con una granja donde dan este tipo de apoyo. A estos animalitos se les da el nombre de mascotas de apoyo emocional o sanadoras, son muy importantes en nuestra sociedad, apoyan a personas con necesidades especiales en su integración a la vida cotidiana y mejoran su calidad de vida.
Estos animalitos pueden ser perros, gatos, caballos, algunos roedores, aves e incluso delfines, se utilizan como apoyo en enfermedades motrices, diabetes, epilepsia, Alzheimer, entre otras. No solo están capacitados para brindar apoyo emocional, también auxilian en algunos padecimientos, como la diabetes, por ejemplo los perros pueden detectar si hay cuadros diabéticos.
Estas mascotas sanadoras deben de ser respetadas porque no tienen una funcionalidad de recreación, sino que su tarea es importante. Cuando nos crucemos con una mascota sanadora o de trabajo, debemos respetar su espacio y pedir permiso antes de acercarnos.
En esta categoría se encuentran también los perros educados para personas que sufren de Alzheimer, evitan que su amo entre a alguna habitación de la casa donde se puedan lastimar o incluso que salgan a la calle. En lo personal, me tocó observar cómo un animalito sanador cuidaba a una persona de la tercera edad para bajar los escalones. Otros son entrenados para cuidar a pacientes con alguna discapacidad motriz, pueden ayudar a prender la luz o abrir puertas, es decir, funcionan como una herramienta de apoyo que el dueño necesita.
Por otro lado, están aquellas mascotas (perros y gatos) que utilizan en asilos, hospitales y albergues infantiles, para ayudar a los adultos y a los niños a sentirse mejor, mejorar su autoestima, calmar la ansiedad o, en casos extremos, evitar una crisis. Por su parte, los caballos han servido para ayudar a los niños autistas a tener una mejor relación con su medio ambiente y vida cotidiana.
En algunos lugares de Estados Unidos, como los reclusorios, manejan un programa donde acercan a los internos con perros, para que se reintegren de manera formal a la sociedad. Algunos especialistas mencionan que son importantes para las personas que sufren alguna enfermedad con una desconexión de la sociedad, los animales son el vínculo y la llave para entrar nuevamente al proceso de interacción con la sociedad y el ambiente.
Los animales de apoyo o sanadores deben tener ciertas características: ser dóciles con el humano y que no sean dominantes, ya que esto hace que se dificulte el entrenamiento, en caso de que sean cachorros se les realizan algunas pruebas para detectar si son tímidos, valientes y amigables, tiene que ser un ejemplar balanceado para soltar el dominio al humano y que no sufran de miedo al realizar la tarea. Se buscan animales de acuerdo a su raza y características, por ejemplo, para invidentes funcionan muy bien los labradores.
Se ha demostrado que la interacción con animales disminuye los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) y reduce la presión arterial, otros estudios han descubierto que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo.
Algunos estudios establecen que los perros también pueden ayudar en el aula, en especial a los niños con TDAH a enfocar su atención, donde han sido más eficaces que el uso de marionetas y han mejorado habilidades sociales, cooperación y la participación voluntaria. De igual manera, para los niños con trastorno del espectro autista, que estaban más tranquilos mientras jugaban con ellos.
Es importante destacar que el objetivo es ayudarse unos a otros, ya que las mascotas también traen nuevas responsabilidades, saber cómo cuidar y alimentar a un animal es parte de ser propietario de la mascota, ellos también pueden sentirse estresados y fatigados, es necesario reconocer estos signos para no acercarnos y así prevenir las mordeduras.
Recordemos que la tenencia responsable de una mascota es darle un bienestar animal, ahora sabemos que nos pueden ayudar a sanar, así que seamos más cuidadosos con ellos para trabajar de manera conjunta.