Ya por finalizar enero de 2023 nos hemos encontrado con notas y reportajes recurrentes que nos dan cuenta de los desafortunados despidos masivos que se están dando en diferentes sectores económicos, sobre todo en las empresas tecnológicas.
Si duda influye la normalización después de la pandemia del COVID-19, que aún no termina, pero que ya gracias a la vacunación y a la inmunización natural el mundo vuelve donde “pausamos” antes de la crisis sanitaria.
El boom tecnológico que se vivió con el confinamiento cada día es menor, los trabajos, las clases y actividades vuelven a ser presenciales, y si bien muchas tecnologías llegaron para quedarse, no se usarán de manera masiva como se utilizaron durante la pandemia.
En porcentaje de plantilla laboral global, Meta de Facebook, Instagram y WhatsApp despidió al 13% de sus empleados; Salesforce, al 10% de los suyos; Google al 6% y Spotify, al 6%; Microsoft un 5% de sus empleados; IBM anunció 3 mil 900 despidos el 25 de enero (1.5%) y Amazon cesó a un 1% de sus empleados a nivel mundial.
La inflación y cómo esto ha afectado la demanda por muchos de sus servicios tanto a nivel de consumidor final como a nivel corporativo, así como el vaticinio de una pequeña recesión en las principales economías desarrolladas del mundo donde producen la mayoría de sus ingresos, son una causa más de estos despidos.
Sin embargo, otra causa de la que se habla menos es que el futuro nos está alcanzado, aquellas teorías de que poco a poco la mano de obra humana sería suplida por máquinas o inteligencias artificiales, hoy son realidad, las labores que realizaban muchas de estas personas ahora las realizará una inteligencia artificial que genera mucho menor costo a las empresas que por ahora invierten millones sabiendo que pronto eso será ganancia. Habrá que valorar el costo ético y social de estas decisiones.
Por ello es necesario poner atención en estos temas que avanzan rápido y poder regular y controlar posibles abusos en los desarrollos de esta tecnología. La trasparencia y el acceso a la información serán el principal aliado para este fin, la cooperación de las empresas y los gobiernos permitirán un avance tecnológico justo.
