Ríos de tinta se han escrito sobre el grave problema de violencia e inseguridad que vivimos en Zacatecas. En el estado pasamos del asombro de los primeros y escasos homicidios a la “normalización” de las decenas de asesinatos que por semana ahora se registran.
Como Diputada Federal estoy atenta a los innumerables ilícitos que nos lastiman e indignan como sociedad. Sin embargo, es imposible aceptar que la solución está sólo en la compra de armas y contar con más agentes. A ese paso, no habría presupuesto gubernamental suficiente.
Cierto es que, por la crisis económica, madres y padres de familia hemos tenido que trabajar y dejamos a nuestras hijas e hijos en casa. La televisión y los videojuegos se convirtieron en sus compañeros. Están permanentemente expuestos a la violencia. Pasan cuatro, seis u ocho horas matando delincuentes y zombis, bombardeando edificios y destruyendo naves.
En la esquina les venden drogas y las narconovelas hacen héroes a los delincuentes. Estamos en una sociedad consumista y hedonista, que exige contar con el nuevo celular y que determina al placer personal como objetivo de vida.
La semana pasada las autoridades estatales realizaron un encuentro sobre la pacificación de Zacatecas. La delincuencia organizada ni se inmutó. En días posteriores asesinaron a una policía en la capital y otra en Calera; mataron a 6 personas en el centro de la ciudad; y la madrugada del sábado, atacaron un bar de Jerez, dejando ocho muertos y seis heridos.
Por eso, en esta ocasión quiero hablar de la inseguridad y violencia desde una perspectiva diferente: desde la doctrina humanista que impulsamos en el PAN, para invitar a la población a resolver la situación desde el seno familiar, centrando la atención en la formación y educación de nuestra niñez y juventud.
Llamo a madres y padres de familia a iniciar una cruzada por los valores morales y éticos, para transformar las conciencias de sus hijas e hijos, criarles con amor, fomentar sus aptitudes y fortalecer su sentido de pertenencia.
Así formaremos personas leales, honestas, tolerantes, compasivas, íntegras, respetuosas, responsables, justas, democráticas, bondadosas y humildes, para ser una mejor sociedad zacatecana. ¡Vamos a hacerlo! Y de esa forma coadyuvaremos desde nuestros hogares a resolver la inseguridad que nos ahoga.
