Enfermedades en los árboles

El planeta se ve cada vez más resentido debido, en parte, a la mala acción del hombre y los árboles son los principales indicadores de la contaminación, pues en ocasiones son atacados por plagas invasoras que hacen estragos en su interior.

Las plagas forestales son agentes que ocasionan daños de tipo mecánico o fisiológico a los árboles, como deformaciones, disminuciones en el crecimiento, debilitamiento o incluso la muerte, causando un impacto ecológico, económico y social importante.

Los árboles pueden enfermar por distintos motivos: tanto por factores climatológicos, sequía o lesiones externas, así como por la acción de bacterias, hongos, etc. Por eso es importante tener pistas sobre los efectos que pueden producir una especie invasora en ellos.

Se puede mencionar procesionaria, cochinilla, pulgones, moscas etc.; es muy importante poder detectar y atacar el problema para poder actuar a tiempo, ya que el árbol puede morir, desplomarse o bien, secarse.

Aunque no siempre es fácil, para identificar si un árbol está enfermo hay señales que podemos observar, te mencionamos las más frecuentes:

  • Hojas amarillentas y marchitas, que presentan un polvo negro seco o manchas
  • Se observan pústulas y bultitos de coloración diversa
  • Corteza deprimida, que se resquebraja y con resina
  • Tronco con Grietas y hongos
  • Chancros o zonas hundidas y con pudrición
  • Ramas muertas
  • Daños en las raíces
  • Inclinación determinada de más de 20 grados

Cuando observemos cualquiera de los síntomas antes mencionados en un árbol, ya sea en casa o en un jardín, debemos de poner atención, pues es muy probable que se encuentre enfermo.

Existen distintas alternativas para poner remedio al ataque de una plaga invasora, ya sea un determinado hongo, bacteria o un insecto, aplicar un tratamiento a tiempo es esencial para poder atajar el problema y erradicar la infestación provocada hasta el momento.

Los insectos pueden causar daños a los árboles y arbustos mediante la defoliación o la extracción de su savia, o retardar el crecimiento de las plantas, al perforar el tronco y las ramas, pues interfieren con el flujo de la savia y debilitan la estructura del árbol, así como propagar algunas enfermedades vegetales.

En algunos casos, los problemas de insectos son secundarios a otros causados por un desorden de estrés o por patógenos. Es importante recordar que la mayoría de los insectos son más beneficiosos que destructivos; ayudan a la polinización o actúan como depredadores de especies más dañinas. Por lo tanto, matar a todos los insectos sin importar su especie y función puede ser perjudicial para la salud del árbol.

Los insectos pueden clasificarse en tres categorías de acuerdo con su forma de alimentarse: masticadores, chupadores y barrenadores. Cada grupo tiene patrones de daño característico que le ayudarán a identificar al culpable y su tratamiento adecuado. Debemos consultar siempre con un experto en el cuidado de árboles si tienen alguna duda sobre la naturaleza del problema de la plaga o su tratamiento correcto.

Los insectos masticadores se comen los tejidos de las plantas, por ejemplo, las hojas, flores, yemas y brotes. A menudo se ven señales de daños causados por estos insectos en los márgenes foliares rotos o desiguales y en las hojas que quedó su esqueleto, por ejemplo. Aquí se incluyen escarabajos y larvas, gusanos de seda y de bolsa, larvas de polillas (orugas).

Los insectos chupadores insertan un tipo de trompa o pico en los ejidos de las hojas, brotes, ramas, flores o frutos y chupan los jugos de la planta. Algunos ejemplos son los pulgones, chinches, tisanópteros y las saltarillas. El daño causado por estas plagas a menudo está indicado por la decoloración, decaimiento, marchites, manchas foliares, la presencia de miel, o la falta general de vigor en la planta.

Con los insectos barrenadores, todas las plagas pasan tiempo alimentándose en algún lugar debajo de la corteza del árbol durante su etapa de larva, algunos matan pequeñas ramas, llegando a taladrar el tallo. Entre estos insectos se encuentra la termita. Cuando los barrenadores se comen sólo el duramen y la albura, el daño es mayormente estructural y debilita el árbol, en cambio si se comen la corteza interna y el cambium, están destruyendo partes vitales del árbol y lo matan rápidamente.

El método o tratamiento utilizado para un insecto o enfermedad en particular depende de la especie implicada, la extensión del problema y una variedad de otros factores específicos de la situación, por lo que es importante observar nuestros árboles, vigilar su salud y estar atentos para ayudarlos. Recuerda que el cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos.