En los últimos 20 años el Gobierno del Estado creció tanto, que la capital le quedó chiquita, se tuvo que construir una ciudad exclusiva para el Gobierno, la Ciudad Administrativa. El argumento para tan excesiva obra fue que era para dejar de pagar rentas, fue así como el centro histórico se fue quedando solo, inhóspito, con algunas edificaciones que hoy amenazan con venirse abajo.
Y es que cada Gobernador ha aumentado la nómina al tamaño de sus compromisos de campaña, es ahí a donde se va gran parte del presupuesto, no a la obra y los servicios públicos, no, al salario de subsecretarios, directores, subdirectores, secretarios particulares, auxiliares, asesores y otros achichincles. Y al final del sexenio la consabida basificación, para que la siguiente administración no pueda tocar a los amigos, compadres y parientes.
Si bien es cierto que el Gobierno es hoy el gran empleador, también lo es que urge adelgazarlo, urge hacerlo más funcional, más eficaz, menos burocrático; por eso en su momento aplaudimos los programas de retiro voluntario, pero lo que de ninguna manera puede aplaudirse es el despido masivo de la tropa y la permanencia de un mundo de generales; se ha despedido a quien no debían despedir y han dejado a quien no debían dejar.
¿Qué tanto ha adelgazado la nómina la Nueva Gobernanza? No lo sabemos con exactitud, pero son incontables los casos en los que han quitado a unos solo para poner a otros. ¡Y en los municipios pasa lo mismo!
En Zacatecas hay una ley que regula la relación de trabajo entre los Poderes del Estado y los Municipios con sus trabajadores de base, de confianza o temporales, la Ley del Servicio Civil. Esta ley establece las jornadas de trabajo, los días de descanso, vacaciones y licencias, los salarios, las obligaciones y prohibiciones de las partes, el escalafón, la sindicalización, etcétera.
También esta ley establece en qué casos las autoridades pueden rescindir la relación laboral, pero previamente debe instaurarse un procedimiento administrativo que respete las garantías de audiencia y de defensa en condiciones de igualdad.
Cuando se hacen despidos sin respetar esta Ley, vienen los juicios ante el Tribunal de Justicia Laboral Burocrática, órgano jurisdiccional autónomo e independiente creado en marzo del 2020.
Y antes del juicio debe agotarse una instancia conciliatoria, es ahí donde el Gobierno debe negociar y resolver porque los juicios difícilmente los puede ganar, la legislación laboral –no el Tribunal– favorece a las y los trabajadores.