Ley de Identidad de Género

Hoy es un día histórico para la comunidad LGBTTTIQ+ en Zacatecas, sobre todo para la comunidad trans que ha recorrido un largo camino para que se reconozca la identidad de género.

La identidad de género se refiere a la forma en que una persona se percibe y se expresa en términos de su género. Es decir, se trata de la experiencia interna y subjetiva de sentirse y autoidentificarse como hombre, mujer, ambos géneros, ninguno de ellos, o cualquier otra identidad de género.

La identidad de género puede ser diferente del sexo biológico asignado al nacer, que se basa en características físicas como los genitales y los cromosomas. Por lo tanto, algunas personas pueden identificarse como hombres aunque hayan nacido con cuerpos considerados «femeninos», o viceversa.

Es importante tener en cuenta que la identidad de género es una parte fundamental de la identidad de una persona y debe ser respetada y reconocida como tal. Todas las personas tienen derecho a definir y expresar su identidad de género de la manera que se sientan más cómodos, sin ser discriminadas o excluidas por ello.

Hoy entra en vigor la reforma al Código Familiar del Estado de Zacatecas que permitirá que los ciudadanos que así lo desean puedan, legalmente, expresar su libertad en el género que consideren.

Los antecedentes de la Ley de Identidad de Género en México se remontan a la década de 1990, cuando comenzaron a surgir los primeros movimientos y organizaciones de personas trans que luchaban por el reconocimiento de sus derechos y su identidad de género.

En 2004, la Ciudad de México se convirtió en el primer lugar de México en aprobar una ley que permitía el cambio de género en el acta de nacimiento. Esta ley establecía que cualquier persona mayor de 18 años que deseara cambiar su género en su acta de nacimiento debía presentar una solicitud ante el Registro Civil y cumplir con ciertos requisitos.

Posteriormente, otros estados de la República Mexicana también comenzaron a aprobar leyes similares, como Coahuila, Nayarit, Hidalgo, Michoacán, y la Ciudad de México nuevamente en 2018.

Finalmente, en 2019, se aprobó a nivel federal la Ley de Identidad de Género, que establece el derecho de todas las personas a la identidad de género y su libre autodeterminación, y elimina la necesidad de procedimientos médicos o judiciales para el cambio de género en documentos oficiales.

La aprobación de esta ley fue un gran avance para la protección de los derechos de las personas trans en México, aunque su implementación efectiva aún enfrenta desafíos y obstáculos en algunos estados.

Esta ley establece que todas las personas tienen el derecho humano de autodeterminación de género, lo que significa que pueden elegir libremente su identidad de género y expresión de género, sin que se les obligue a presentar pruebas o someterse a procesos que violenten su dignidad humana.

Se espera que con estas modificaciones haya mayor inclusión: las personas transgénero que han podido cambiar legalmente su género han informado de una mayor inclusión social y una disminución de la discriminación y el estigma asociados a su identidad de género. Mayor seguridad: al tener documentos legales que reflejan su género sentido, las personas transgénero pueden sentirse más seguras en situaciones como los controles de identidad y las interacciones con las autoridades.

Acceso a servicios de salud: las personas transgénero también pueden tener acceso a servicios de salud específicos, como hormonas y cirugías de confirmación de género, sin enfrentar barreras legales o financieras.

Mayor visibilidad: la aprobación de la ley de identidad de género ha ayudado a visibilizar a las personas transgénero y ha impulsado un cambio cultural más amplio en la comprensión y aceptación de la diversidad de género.

Claro que la discusión de esta Ley de Identidad de Género fue y será un tema controvertido y su evaluación depende de las perspectivas y valores de cada persona. Algunos la consideran una ley positiva que protege los derechos humanos y la dignidad de las personas transgénero, mientras que otros la ven como una ley perjudicial que amenaza la unidad familiar y los derechos de las mujeres.

Lo importante es el avance en derechos humanos y la práctica aclarará el error o acierto.