El apoyo más valioso que se puede dar de mujer a mujer es la sororidad, porque significa ser solidarias entre nosotras, especialmente cuando se trata de situaciones de exclusión, comportamientos machistas, discriminación y violencia de género.
Como mujer y como Diputada Federal mi convicción es trabajar y hacer todo lo que esté a mi alcance por atender las necesidades y problemáticas que más de la mitad de la población de México enfrentamos de manera cotidiana.
Y como militante del Partido Acción Nacional (PAN) me guío por la doctrina humanista que pone en el centro de nuestro quehacer al ser humano y por el compromiso institucional de ubicar como prioridad a las mujeres y la erradicación de la violencia de género.
Fueron esos lineamientos partidistas, mi ideología, mi experiencia personal y mi sororidad con las mexicanas los que me llevaron a respaldar la iniciativa para hacer realidad en el país la Ley “3 de 3” contra la violencia de género, con el propósito de defender a las mujeres, las niñas y los niños; así como proteger la vida en todas sus etapas.
Congruente con el compromiso adquirido con las mexicanas, en el Grupo Parlamentario del PAN (GPPAN) escuchamos a las mujeres víctimas de violencia de género, que cotidianamente claman por justicia para ellas, sus hijas e hijos. Es por ello que en la Cámara de Diputados votamos a favor de la modificación y adhesión a los Artículos 38 y 102 constitucionales.