Es innegable que el calentamiento global nos alcanzó y que hoy padecemos las consecuencias del grave deterioro de nuestro entorno debido a la propia actividad humana y a la falta de cuidado del medio ambiente, que a la fecha cobra factura con temperaturas máximas históricas que más que preocuparnos deben ocuparnos.
Es por ello que el pasado miércoles presenté la iniciativa de Punto de Acuerdo para exhortar al titular de la Secretaría de Salud de Zacatecas para que, a través de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios, verifiquen la calidad sanitaria de las purificadoras, dispensadoras y envasadoras de agua, así como de las fábricas de hielo, servicio de pipas y depósitos de agua para el uso y consumo humano.
La Iniciativa fue presentada y votada en el pleno en calidad de urgente y obvia resolución de manera unánime. Y es que es importante remitirnos al 2010, cuando la Asamblea General de los Derechos Humanos declaró el acceso seguro al agua potable salubre y al saneamiento como un derecho humano fundamental.
Que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece en su objetivo 6: “garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”, esto con la finalidad de mejorar la seguridad alimentaria, aumentar el uso eficiente de los recursos hídricos, asegurar el abastecimiento, apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del recurso.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, en su artículo 4º, que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos”.
Así, la Ley de Salud del Estado de Zacatecas, establece en su artículo 5 fracción XXI que: “en los términos de la Ley General de Salud y de la presente Ley, corresponde al Estado, en coordinación con la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, en materia de salubridad general: ejercer el control sanitario de los establecimientos, productos y servicios”.
De tal suerte que los establecimientos comerciales dedicados a purificar, despender o envasar el agua, deben cumplir con Normas Oficiales Mexicanas de la Secretaría de Salud, toda vez que es para consumo humano.
El agua potable se ha convertido por su importancia y escasez en parte vital en el sustento de la sociedad y esto ha originado que particulares se dediquen a ofrecer servicios de purificadoras de agua en las cuales se adquiere, envasa o rellena agua purificada para el consumo humano; también han aperturado servicio de pipas de agua y fábricas de hielo.
Entre otras acciones, en las purificadoras de agua debe revisarse que la cabina de llenado esté aislada, que se realicen procesos de ósmosis inversa y luz ultravioleta, que el establecimiento desarrolle periódicamente análisis microbiológicos y de flúor a su producto, que el agua que se utiliza durante el proceso esté clorada y que los garrafones sean lavados en su interior con un sanitizante especial.
En las pipas de agua, entre otros aspectos, debe revisarse constantemente las condiciones del tanque, el cual debe encontrarse limpio y libre de corrosión; muestreo del agua que se transporta, respecto a la calidad, su adecuada cloración y que sea un vehículo exclusivo para el transporte de agua potable.
En las fábricas de hielo, como en las anteriores, además de que existan buenas prácticas de higiene, que tengan sus avisos de funcionamiento y cuenten con sellos de salubridad, vigilar la calidad del agua, los depósitos de almacenamiento, los vehículos de transporte, las condiciones de las instalaciones, entre otras.
Es preocupante saber que en Zacatecas el nivel de acceso a servicios de abastecimiento de agua y saneamiento es bajo; por ejemplo el servicio de suministro y tandeo de agua de la JIAPAZ es deficiente, por lo que la carencia de acceso al vital líquido ejerce un impacto no sólo sobre la calidad de vida de la gente de menor ingreso, sino también sobre su vida productiva y de salud.
Todos hemos sido testigos del desabasto permanente de agua, JIAPAZ no da abasto, por lo que la gente en su desesperación y necesidad, pide servicio a pipas que no cumplen con las normas.
La temporada de calor incrementa significativamente la demanda de agua purificada, servicio de pipa y consumo de hielo, mismos que requieren de vigilancia sanitaria permanente para evitar enfermedades ocasionadas por consumir o usar agua y hielo de mala calidad.
Aunado a lo anterior, la tercera ola de calor, cuyas temperaturas altas no tienen precedente en Zacatecas, mantiene en alerta a la población para evitar insolaciones y golpes de calor, por lo que se recomienda una mayor hidratación.
La iniciativa que presenté tiene carácter preventivo y propone una estricta vigilancia sanitaria a las purificadoras de agua, que han proliferado en muchas colonias de la entidad, así como de las fábricas de hielo, que por cierto este fin de semana pasado no había y la población corre riesgo de adquirir producto que no cumple normas de sanidad.
Por lo que debemos tener la certeza de que el agua o el hielo para uso y consumo humano que adquiramos en los establecimientos o con los prestadores de servicio descritos tengan la calidad requerida.