Como la voz que soy de la gente, debo evidenciar la violencia laboral que se vive en el Gobierno del Estado. En mis recorridos frecuentes por Zacatecas, muchos trabajadores y trabajadoras estatales me han hecho llegar sus quejas.
El lunes inició el periodo vacacional en la esfera gubernamental y, para la gran mayoría de la burocracia zacatecana, este descanso representa un “verdadero oasis en el desierto”, debido a su agotamiento.
Recordemos que en el periodo de entrega-recepción y ya como Gobernador, David Monreal realizó una “campaña negra” contra la burocracia zacatecana. Primero, denunció exceso de personal como “herencia maldita”; y, posteriormente, les acusó de “robalápices”, flojos, ineficaces y sucios.
Adiós al derecho humano de contar con un trabajo digno y bien remunerado, porque con esa línea discursiva Monreal quiso legitimar lo que fue una de sus contundentes instrucciones: despedir al 25 por ciento del personal de todas las dependencias estatales.
Con esa decisión desestabilizó a cientos de familias, generó desempleo y, lo más atroz, abrió espacios para sus compromisos de campaña, sin importar que fueran neófitos en la administración pública y sin perfiles.
Casi dos años después de la aplicación de esa desafortunada medida, Zacatecas hoy tiene una burocracia agotada e inconforme, pues a quienes se quedaron les asignaron sobrecargas laborales o realizan doble función, sin el correspondiente estímulo adicional debido a la política de austeridad.
Se entiende el desánimo de las y los servidores públicos, porque su pericia no es valorada, carecen de certeza laboral, tienen sobrecarga de trabajo, se concedió un aumento salarial sólo del 3, 4 y 5 por ciento -cuando hay Secretarios de Estado que reciben más de 100 mil pesos mensuales- y está la amenaza de perder su jubilación por la posible extinción del ISSSTEZAC.
La manifestación de empleados de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas ejemplifica lo que me han denunciado permanentemente: bajos sueldos, mala administración, falta de equipo, exceso de trabajo, acoso y hostigamiento laboral. Quizá por eso David Monreal está solo y por 22 meses se mantiene como el peor Gobernador del país. Pero eso sí, en lugar de gobernar tienen la vista puesta en las próximas elecciones.
Y hablando de rutas para el 2024, quiero confirmar que como panista mantengo mi respaldo a Santiago Creel en su esfuerzo por convertirse en el Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México. Pero, como mujer en la política, contundentemente rechazo la embestida de Andrés Manuel López Obrador contra Xóchitl Gálvez por sus aspiraciones dentro de la oposición.
Desde aquí, conmino al Presidente de México a respetar las decisiones personales de las mexicanas, no entrometerse en las elecciones de los partidos, no utilizar el aparato de Estado para desacreditar a oponentes y a dar las facilidades necesarias para que las mujeres nos desarrollemos en la política. En resumidas cuentas, le exijo que cumpla la ley y que no olvide que “lo que le hacen a una nos lo hacen a todas”.