Con la elección del posible aspirante a conducir el Frente Amplio por México (FAM), desde el inicio la senadora con licencia Xóchitl Gálvez rápidamente encendió las luces de alerta del inquilino de Palacio Nacional, pues la legisladora siempre se ha distinguido por ser una mujer de agallas, recordemos que ya había retado públicamente a AMLO y él como respuesta mandó cerrar la puerta y evitar que ella accediera a la “mañanera”, por lo que ésta se retiró con gallardía, merced a la cobardía del titular del Ejecutivo, que escondido desde algún lugar de dicho recinto, giraba instrucciones para que no le permitieran el acceso.
En ese sentido, lamentamos la actitud tan pusilánime del Presidente de la República, que cada mañana instala un paredón de fusilamiento para quienes no están de acuerdo con él, en tantos años en la política, no ha entendido que la democracia está fincada en la pluralidad. De esta forma, en lo que va de su mandato, utiliza el espacio de las “mañaneras” para golpear, difamar, confrontar y polarizar a la sociedad, desde ahí ha tratado de vilipendiar la figura de Xóchitl Gálvez.
La acusó de ser una empresaria corrupta y exhibió los contratos que según se firmaron por concepto de trabajos con distintas dependencias de gobierno, posteriormente Xóchitl, se defendió de todo esto y el INE, le prohibió a AMLO referirse a los temas electorales y particularmente se le ordenó abstenerse de hacer comentarios relacionados con la aspirante del FAM.
Es más que evidente que los ataques de AMLO, tienen su explicación en el rápido ascenso de Xóchitl Gálvez como una aspirante viable a la Presidencia de México y ello ha desatado una andanada de ataques por parte de Andrés Manuel López Obrador, pues el Presidente busca destruir la reputación de la aguerrida Xóchitl que sin titubeos ha sabido responder de manera consistente con una narrativa propia, alejada de la que busca imponer el mandatario.
El Presidente sabe, de modo intuitivo, que utilizar de manera sistemática un lenguaje que ayude activar los marcos mentales para vincular “senadora”, “funcionaria”, “empresa”, “contratos” y “millones”, se activarían de inmediato en el imaginario social los temas como la corrupción, robo y abuso; esto, porque la mayoría de las personas tienen muy arraigada en la mente la idea de que los políticos y altos funcionarios son corruptos y roban millones mediante contratos para empresas de su propiedad.
Es preciso apuntar que el respeto por las instituciones, sus marcos legales y otros aspectos que rigen la vida democrática de una nación, deberían ser los principios por los que se deberían regir los políticos que se convierten en gobernantes o legisladores, en el caso de lo expuesto en las líneas de arriba, queda claro quién respeta dicho marco de actuación y quién no lo hace.
Por lo pronto, Xóchilt Gálvez, logró reunir más firmas que los demás aspirantes del FAM, adicionalmente podemos decir que un dato por demás interesante, es que la gran mayoría de esas firmas fueron recabadas vía la aplicación que para tal fin se puso en servicio, es decir, son firmas ciudadanas, no de militantes de partido alguno.
Es por ello que con toda seguridad todo pone en estado de alerta y suma preocupación al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues él ganó por esa vía, por el voto ciudadano y muy seguramente veremos un incremento en el linchamiento que desde el púlpito mañanero se hará contra la senadora con licencia, pero que no olviden que a lo largo y ancho del país somos muchas y muchos los que apoyamos a Xóchitl Gálvez, próxima presidenta de México.