¿Adiós a la dinastía Aguilar?

Ciertamente, don Antonio Aguilar Barraza, el Charro de México, puso en alto el nombre de Zacatecas ante los ojos de nuestro país y el mundo, cosechando éxitos a lo largo de su extensa carrera musical y cinematográfica.

Pero no ha ocurrido lo mismo con los herederos de su legado, quienes se han dedicado a explotar la marca de una dinastía a la que hoy Zacatecas le da la espalda porque «amor con amor se paga«.

Cómo olvidar cuando la cantante Ángela Aguilar fue designada por el Cabildo de la Capital, en tiempos de Ulises Mejía Haro, como «representante cultural y artística del municipio de Zacatecas» con el pretexto de promover la cultura y tradiciones de la tierra que no la vio nacer, pero de la cual, como empresa minera, ha sabido explotar su riqueza.

De entonces a la fecha de poco o nada ha servido el nombramiento honorífico que le fue otorgado por un municipio que hoy se encuentra en segundo lugar en percepción de inseguridad. Y, hay que decirlo, nadie de la dinastía Aguilar ha abonado a cambiar esta percepción promoviendo «la cultura y tradiciones» de Zacatecas.

Pero como todavía hay quienes pretenden seguir haciéndole el caldo gordo a la dinastía Aguilar (que murió con don Antonio Aguilar), fue esta 64 Legislatura, a iniciativa de la diputada Susana Barragán, que a mediados de este año se entregó a José Jesús Antonio Aguilar un reconocimiento «por su contribución a la difusión de la cultura zacatecana y a la promoción de la cultura popular en el estado«.

Vaya usted a saber cuánto recurso público se ha gastado en tantos reconocimientos y nombramientos a los herederos del legado del Charro de México, que sólo han servido para dos cosas y que poco se ha traducido en esa cacareada promoción de «la cultura y tradiciones» de Zacatecas.

Y no ha sido el único caso. Más recientemente tuvimos esa campaña denominada «Todos somos Zacatecas» que tuvo como embajadora a la conductora Rebecca de Alba, en un intento de la iniciativa privada por revertir la imagen negativa que se tiene de nuestra entidad y recuperar los buenos números que se tenían no sólo antes de la pandemia del COVID-19, sino antes de la «nueva gobernanza».

No pasaron ni dos días cuando la dichosa campaña había perdido fuerza, en un estado que no cesa de acumular muertos y personas desaparecidas. Ah, pero es que Zacatecas «no es todo lo malo que ves en los medios y en las redes sociales«.

Pues ahora nuestros diputados locales tuvieron la brillante idea de proponer la designación de los integrantes del grupo Enjambre (Luis Humberto Navejas Díaz, Rafael Alejandro Navejas Díaz, Julián Navejas Díaz, Ángel Sánchez e Isaac Navejas Díaz) como «embajadores culturales del estado de Zacatecas».

Sí, así como lo lee. Y la iniciativa propuesta por los diputados Maribel Galván, Ernesto González, Armando Juárez y José Luis Figueroa para otorgar dicho nombramiento (en la fecha que disponga la Junta de Coordinación Política) a la agrupación originaria de Fresnillo fue aprobada «de urgente y obvia resolución» por unanimidad.

La idea, según la iniciativa aprobada, es que la agrupación cumpla con la encomienda de «divulgar con su música, los valores, la cultura, la historia y el talento de nuestro pueblo«. Haga de cuenta, como la tarea que le dejaron a los herederos de la dinastía Aguilar. Así que ya sabe en qué terminará todo.

Que llamen a su suplente

La sesión ordinaria convocada para este lunes en la 64 Legislatura fue por demás accidentada. De inicio, ni siquiera estuvo presente la presidenta de la Mesa Directiva, la diputada Georgia Miranda, quien fue suplida por el vicepresidente, el diputado José Luis Figueroa, mismo que se retiró a media sesión y su lugar fue ocupado por Martha Elena Rodríguez, quien ya había fungido como presidenta de la Mesa Directiva.

No bastó con reunir el quórum legal hasta el tercer llamado a sesión. Ni siquiera se pudo mantener hasta concluir con el orden del día en una sesión que no superó las dos horas de duración y tuvieron que suspender la intervención del diputado Xerardo Ramírez en tribuna, en el apartado de asuntos generales, porque sólo había 15 diputados en el pleno.

Más allá del marasmo que ya caracteriza a la 64 Legislatura, causó sorpresa cuando el diputado José Luis Figueroa dio a conocer que la diputada petista Ana Luisa del Muro acumulaba 15 inasistencias con justificantes que no reunían los requisitos, por lo que tras una moción de procedimiento solicitada por el diputado Ernesto González Romo, el presidente en turno instruyó llamar a la suplente, Maricruz Ramírez Sierra.

El tema pareció enojar al de la «bancada estrella», Xerardo Ramírez, quien preguntó a la diputada Martha Elena Rodríguez si ella sí concluiría con la sesión, luego de que el vicepresidente se retirara de la Mesa Directiva y durante el resto de la sesión.

Y llama la atención este caso no sólo por la reiterda inasistencia de la petista Ana Luisa del Muro, sino porque estas ausencias se dan luego del escándalo por la supuesta firma de unos cheques emanados del Órgano de Administración y Finanzas cuando ella lo presidía y que hoy está en manos de la priísta Gaby Basurto.

Recordemos que hasta hubo una denuncia penal por la supuesta firma de los dichosos cheques, por conceptos que se negó a reconocer Del Muro García, pero que en el fondo esconden diversos movimientos en el OAF durante su gestión que implicarían a varias bancadas y se extenderían hasta el encubrimiento de un presunto caso de acoso sexual dentro de la Legislatura.

Por lo demás, el orden del día estuvo repleto de sendos puntos de acuerdo (incluyendo uno dirgido a diversas autoridades para establecer un programa integral de prevención de adicciones), entre los cuales destaca uno presentado por la bancada del PRI dirigido al gobernador David Monreal, a fin de que ahora sí rinda un informe de labores con cifras reales y no desvirtuadas, como ocurrió en su mensaje en Palacio de Convenciones el pasado 8 de septiembre.

Bien raro que aunque la iniciativa no consideraba la solicitud «de urgente y obvia resolución», la presidenta de la JUCOPO, la diputada Gaby Pinedo, ya había iniciado la retahíla de «con fundamento en lo dispuesto en el artículo 105 de nuestra Ley Orgánica…», cuando fue interrumpida para no someter a votación la iniciativa presentada.

Y si en el Senado de la República tienen más de 50 nombramientos pendientes (25 en comisiones y 30 a propuesta del Presidente), en la 64 Legislatura de Zacatecas no se quedan atrás, porque el diputado Ernesto González Romo recordó que falta designar a los titulares de los Órganos Internos de Control del IZAI, del Tribunal de Justicia Administrativa, del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas, sin olvidar la emisión de la convocatoria para elegir a un integrante de la comisión de selección que designará al Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción (dicen que entre más largo el nombre del cargo, más inútil).

Así las cosas en nuestro Zacatecas deslumbrante.