Sin becas

Ya desde mediados de agosto, en Lalalá News advertíamos el problema que vendría para la Universidad Autónoma de Zacatecas y el rector Rubén Ibarra Reyes por los nuevos lineamientos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) que amenazaban con desaparecer más del 70% de los posgrados.

O al menos se ponía en riesgo su continuidad, luego de que fueran reclasificados como no prioritarios y perdieran su financiamiento público.

No era una situación exclusiva de Zacatecas. De hecho las nuevas disposiciones del Conahcyt afectarían a 42 instituciones de educación superior y 1 mil 31 posgrados en todo el país, aunque el impacto no sería igual para todas. Por ejemplo, en el caso de la Universidad Autónoma de Coahuila, los recortes afectarían al 97% de sus posgrados, mientras en El Colegio de Michoacán únicamente al 22 por ciento.

Para el caso de Zacatecas, donde se comprometía la continuidad del 79% de sus posgrados por los nuevos lineamientos, la advertencia estaba y poco ruido se hizo, hasta iniciado el nuevo ciclo escolar 2023-2024.

Y mientras en otras entidades afectadas por estos recortes se organizaron marchas y protestas para exigir el respaldo financiero para estos posgrados a fin de que no desaparecieran principalmente los programas de becas, en nuestra entidad el rector Rubén Ibarra seguía en su guerra estéril contra la líder del SPAUAZ, Jenny González Arenas, por la asignación de cargas de trabajo.

Tuvieron que alzar la voz los estudiantes afectados para que el rector emitiera un pronunciamiento sobre los nuevos lineamientos del Conahcyt. Y vaya pronunciamiento, pues entre tanto adorno y demagogia, prácticamente se lava las manos, como ha hecho desde el inicio de su gestión.

Vaya contradicción eso de «oponerse rotundamente a las decisiones unilaterales del Conahcyt» con los nuevos lineamientos para posgrados, mientras en el proceso de reforma universitaria daba cabida al subsecretario de Educación de la SEP, Luciano Concheiro Bórquez, quien extraoficialmente habría condicionado el rescate de la UAZ a cambio de intervenir en toda la estructura universitaria, una advertencia que ya lanzábamos en este espacio desde febrero pasado.

Lo importante es que al día de hoy, los posgrados de la UAZ que se mantienen como «no elegibles» para el otorgamiento de becas alcanzan el 44.7%, y ahí se incluyen la Maestría en Ciencias Nucleares; Especialidad en odontopediatría; Maestría en Ciencias de la Salud con especialidad en Salud Pública; Especialidad en rumiantes; Maestría en psicología infantil; Maestría en matemática educativa; y la Maestría en pensamiento crítico y hermética.

No se quedan atrás la Maestría en ingeniería para la innovación tecnológica; la Maestría y Doctorado en historia; Maestría en educación y desarrollo profesional docente; Maestría en pensamiento crítico y hermenéutica; Maestría en competencia lingüística y literaria; Doctorado en ingeniería para la innovación tecnológica; Doctorado en gestión educativa y políticas públicas; Maestría en teoría psicoanalítica; Maestría en humanidades; Doctorado en gestión educativa; y la Maestria en teoría psicoanalítica.

De esta situación ya habrían advertido desde el pasado 25 de agosto al rector Rubén Ibarra Reyes los propios estudiantes afectados, quienes no obtuvieron respuesta hasta hoy, con un pronunciamiento que deja mucho qué desear.

A esta situación se agrega el hecho de que los pocos posgrados que sí resultaron calificados como «prioritarios» sufrirán un recorte en las becas otorgadas, aunque las segurián recibiendo. Sin embargo, no es mucho incentivo para quienes cumplieron con el requisito de renunciar a sus empleos por ser posgrados de tiempo completo.

Si la situación es crítica para quienes en este ciclo escolar tendrán la suerte de recibir una beca recortada, imagínese para quienes además de renunciar a sus empleos, perdieron este ingreso que les permitiría seguirse profesionalizando.

No es gratuito que estudiantes zacatecanos y de otras instituciones de educación superior en todo el país coincidan en que la Cuarta Transformación, más que facilitar el acceso a la educación y el desarrollo científico y tecnológico del país, conviertan la educación superior en un privilegio, ese que tanto prometieron combatir.

Lo bueno es que el rector Rubén Ibarra ya dijo que se encuentra «trabajando para que en la próxima convocatoria los posgrados cuenten con mejores condiciones para que el alumnado de nuevo ingreso pueda acceder a los apoyos federales». ¡Vaya, qué alivio! ¡Hasta la próxima convocatoria! ¿Y mientras tanto qué hacen los estudiantes que ya iniciaron su ciclo escolar sin becas?

Cateos

Este jueves, mientras en Plaza de Armas celebraban el arranque de la Feria Nacional de Zacatecas (FENAZA) en su edición 2023, en la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) se cumplimentaba la instrucción de un juez federal para realizar un cateo en las instalaciones de la institución, que finalmente derivó en el retiro de trabajadores que se mantenían en protesta exigiendo una mejora salarial.

Al parecer esta instrucción del juez federal derivó de la denuncia que interpusiera la semana pasada el fiscal Francisco Murillo ante la Fiscalía General de la República «en contra de Alejandro Rivera Nieto y José Francisco Martínez Gutiérrez y quien resulte responsable por hechos que la ley señala como los delitos de sedición, sabotaje, conspiración, acceso ilícito a sistemas y equipo de informática y revelación de secretos«.

La situación, de por sí complicada, podría entramparse aún más a unos días del segundo informe de gobierno. Pero no hay de qué preocuparse. Ya comenzó la máxima fiesta de los zacatecanos y el pueblo tendrá mucho pan y circo para desviar su atención. ¿Viva Zacatecas?