El doble discurso de Andrés Manuel López Obrador está por todos lados. Las mentiras de su dialéctica saltan con cada palabra que emite, para refutar su decir frente a su actuar.
Se dijo defensor de la democracia, la rendición de cuentas, la transparencia y la Constitución. Sin embargo, como Presidente es el principal enemigo de esos valores. Todos los días los ataca desde cada tribuna que tiene a su disposición, con el servilismo de su gabinete y el oficialismo títere en el Congreso de la Unión.
Ese oficialismo en la Cámara de Diputados le volvió a cumplir su caprichito a AMLO, porque la semana pasada, durante la discusión de la Ley de Ingresos, le aprobó un endeudamiento por 1.9 billones de pesos para el 2024. Es la deuda más grande en la historia de México, porque cada habitante deberemos 126 mil pesos. ¡Qué bueno que su compromiso era no endeudar a la nación! En este análisis la oposición presentamos casi 3 mil reservas. Todas las desecharon.
Las y los Legisladores Federales de Morena, PVEM y PT, unos días antes, aplicaron su aplanadora para eliminar 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación y poner a disposición del Presidente 15 mil millones de pesos. Quitaron esos recursos a las y los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, afectándose sus derechos laborales adquiridos y establecidos en la Constitución.
Desde que se presentó la propuesta presidencial para desaparecer los 13 fideicomisos, las y los trabajadores se movilizaron. No obstante, López Obrador y sus Representantes Populares no les vieron ni les oyeron. También tuvieron oídos sordos a la mega marcha que el domingo tuvo lugar en la capital del país y 11 ciudades, para solicitar al Senado que no la pase.
Lamento la aprobación que, este martes, se dio en las Comisiones del Senado para confirmar la eliminación de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, porque va en contra de la impartición de justicia, combate a la inseguridad, protección de la base trabajadora, División de Poderes y la defensa de la última barrera existente para detener al autócrata. El recorte de los recursos al Poder Judicial Federal es la venganza de López Obrador por haberle corregido la plana.
Una venganza como la que también implementa contra el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (INAI). Es que al Señor no le gusta la transparencia y como no quiere rendir cuentas de los sobrecostos de sus megaobras y el ejercicio de su administración, por meses paralizó al organismo, al impedir los nombramientos de 3 de los 7 consejeros que lo integran. Hasta que la SCJN determinó que podía sesionar con 4.
Otra probadita del doble discurso de AMLO es que dijo que habría igualdad y en cuanto asumió la presidencia se instaló en Palacio Nacional. Habló de defender a los pobres y hoy hay 4 millones más de personas en pobreza. Prometió acabar la corrupción, pero familiares y amigos hacen negocios millonarios con recursos públicos, se benefician de información privilegiada, reciben fajos de dinero y abusan del poder.
Ofreció un sistema de salud como Dinamarca y cientos de enfermos mueren por falta de doctores y medicamentos. Garantizó la pacificación; pero hoy el narco es el quinto empleador del país y este será el sexenio más sangriento de la historia. Rechazó la militarización de México y él impulsó el control del Ejército en las áreas estratégicas de la nación.
El país tiene un Presidente que dice una cosa y hace otra. Aquí está el valor de la oposición, para develar sus mentiras y exigirle el respeto a la legalidad, ya que sólo en unidad construiremos un futuro confiable para México. Por eso, en el análisis del Presupuesto de Egresos, que se realizará en estos días, la Alianza Legislativa Va por México nuevamente sacaremos la casta por las mexicanas y los mexicanos.