Apenas inicia el mes de diciembre y las calles del centro de las ciudades se iluminan con luces y figuras de colores, los niños esperan ansiosos el nacimiento del niño Jesús y los regalos que llegarán con él. Las cuatro semanas que anteceden a la Navidad se les da el nombre de Adviento, de ahí que hay cuatro domingos de Adviento que es el tiempo de reflexión y de espera de la llegada del niño Dios.
El Árbol de Navidad y el Nacimiento
En mi niñez (que ya hace bastante tiempo) se recogía una rama del cerro o del monte, se ponía sobre una base y algunas veces se pintaba de blanco o plateado, se iluminaba con series de foquitos y esferas de colores, se adornaba con pelo de ángel y en la punta del árbol la estrella, que simboliza la estrella de Belén que guió a los reyes de Oriente al pesebre de Jesús y le llevaron sus ofrendas.
A la mayoría de los niños les gusta participar en adornar el árbol de Navidad y armar el pesebre, dos de mis nietas junto con su papá lo hacían cada año, en esta ocasión mis nietas no participaron porque están lejos y extraño la alegría con que ponían los adornos navideños, luego hacían sus cartitas y las ponían en el árbol.
Al pie del árbol se pone el nacimiento, en mi casa acostumbramos poner el nacimiento sobre un mueble y junto a él un árbol navideño miniatura: el pesebre, María y José (padres del niño Jesús), el ángel que guía a los pastorcitos, una oveja y un burro (algunos nacimientos incluyen una mula y un buey), también se colocan los reyes de Oriente que llevan oro, incienso y mirra. Hay quienes fabrican un nacimiento grande representando el pueblo de Belén.
Según la tradición, el niño Jesús se pone hasta el día 24 por la noche que se celebra su nacimiento y se arrulla con cantos antes de colocarlo en el pesebre.
Corona de Adviento
El Adviento inicia cuatro semanas anteriores a la Navidad. La corona de Adviento es el primer anuncio de la Navidad, se fabrica con ramas de árboles de hoja perenne como el ciprés, pino piñonero o laurel. El círculo de la corona o guirnalda significa vida continua, que no tiene principio ni fin, simboliza la eternidad de Dios.
El follaje verde simboliza la esperanza que debemos tener con la llegada de Dios. Se ponen cuatro velas (tres moradas porque es un color litúrgico y una rosa) por cada domingo del Adviento, y se reza una oración en familia.
El primer domingo se enciende una vela morada que simboliza la esperanza, el segundo domingo se enciende otra vela morada que representa la fe, el tercer domingo “de Gaudete” se enciende la vela rosa y simboliza la alegría que experimentó el mundo con el nacimiento de Jesús.
El cuarto domingo de Adviento se enciende la última vela morada, “vela del ángel”, que simboliza la paz. Nos recuerda el mensaje de los ángeles: “Paz en la Tierra, buena voluntad hacia los hombres”. Finalmente, el 25 de diciembre se enciende una vela blanca o cirio más grande que las demás colocada en el centro de la corona, el color blanco representa la presencia de Dios.
Las Posadas Navideñas
Los primeros misioneros venidos de España transformaron las fiestas prehispánicas en fiestas cristianas como las posadas navideñas para poder evangelizar, ya que el ritual que realizaban los aztecas era al Dios Huitzilopochtli, dios del sol. En Tenochtitlán, ciudad fundada por el dios colibrí era el lugar donde se le adoraba a Huitzilopochtli en la ceremonia de Panquetzalitzli entre el 30 de noviembre al 18 de diciembre, en el mismo mes en que se conmemora el nacimiento del Dios.
Actualmente se acostumbra que un grupo de amigos, vecinos y/o familiares llevando velas o luces de bengala, cargan a los peregrinos y entonan letanías (oraciones formadas por una serie de súplicas) afuera de la casa donde piden posada y los de adentro les responden, hasta que les dejan pasar y les invitan a cenar. En la Iglesia católica este es un acto religioso que representa el viaje que hicieron María y José desde Nazaret a Belén huyendo de Herodes.
Después de rezar el rosario se ofrecen tamales, buñuelos, atole y/ o ponche de frutas, se rompe la tradicional piñata de 7 picos (por los pecados capitales) rellena de dulces y fruta, sobre todo cuando asisten niños, se entonan villancicos y al final se les obsequian bolos con dulces, cacahuates y mandarinas a los asistentes.
La Cena de Nochebuena
La costumbre de la cena de Nochebuena fue traída por los españoles. El platillo tradicional era el pavo, con el tiempo se incluyeron otros platillos como la pierna o lomo de cerdo, el bacalao, los romeritos con tortitas de camarón, ensalada de manzana, entre otros. Se trata de no desperdiciar.
En realidad, no importa si la cena es sencilla o elaborada, cada familia tiene un presupuesto diferente y lo más importante es compartir la cena con algún amigo o conocido que se encuentre solo. También es conveniente ponerse de acuerdo en el menú y distribución de tareas para que no se le cargue la mano a una sola persona.
Lo más importante es recordar que el motivo principal de esta celebración es el nacimiento de Jesús, agradecer estar con vida y salud, tener la oportunidad de convivir con familiares y amistades en armonía y expresar todo el amor a nuestros seres queridos, es el mejor regalo.
Los Regalos Navideños
Los niños esperan con ansias que amanezca el 25, ese día son los más madrugadores, para ver debajo del árbol si les “amaneció” lo que pidieron en sus cartas, cuáles son sus regalos, abrirlos y disfrutarlos. La alegría de los niños, también nos alegra a los adultos. Es bueno seguir siendo, aunque sea un poco, niños. Aunque tengamos poco, siempre tenemos oportunidad de compartir con alguien que tiene menos. Que en esta celebración estén presentes la esperanza, la paz, la alegría y el amor. ¡Feliz tiempo de Adviento!
Bonita reseña navideña.
Me encanta la navidad !!!