El pasado domingo nos concentramos en diversos puntos del país, en las calles más importantes, en unidad y determinación, para alzar nuestras voces contra el oscuro espectro del autoritarismo que amenaza con socavar los cimientos de nuestra sociedad. Nos encontramos todos para proclamar que la democracia no es un lujo, ¡es una necesidad! Es el latido vital de una sociedad libre y justa.
En estos tiempos inciertos en los que vemos el resurgimiento de líderes y regímenes que buscan minar nuestras libertades, es esencial que nos mantengamos firmes en nuestra defensa de los valores democráticos. La democracia no es perfecta, pero es el mejor sistema que se ha concebido para proteger los derechos humanos, la justicia y la igualdad.
Nos negamos a permitir que el miedo, la división y la polarización que se realiza cada mañana desde una falsa tribuna que solo busca descalificar, agredir e intimidar, estamos resueltos a no permitir que los espacios públicos sean utilizados como herramientas para erosionar nuestros derechos fundamentales. Nos negamos a aceptar un mundo en el que la voz del pueblo sea silenciada, en el que la prensa libre sea acallada y que la disidencia sea castigada y señalada de ser parcial en su labor informativa.
El domingo marchamos juntos para enviar un mensaje claro y contundente: no cederemos ante la tiranía, no retrocederemos en nuestra lucha por la libertad y la justicia. Nos comprometemos a resistir cualquier intento de consolidar el poder en manos de un grupo faccioso a expensas de todos los mexicanos. Nuestra marcha no fue sólo un acto de protesta, fue un acto de solidaridad y esperanza. Es un recordatorio de que, a pesar de nuestras diferencias, estamos unidos en nuestra determinación por construir un México y un Zacatecas mejor para las generaciones futuras.
Es hora de levantarnos y ser contados. Es hora de defender con valentía los principios en los que se basa nuestra democracia. Es hora de recordar que la libertad no es un regalo, es un derecho inalienable que debemos proteger y defender en todo momento. Por lo tanto, llamamos a todos los ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la democracia a unirse a esta gran cruzada por la restitución de las instituciones y el respeto irrestricto a la división de poderes. Marchemos juntos, hombro con hombro, con la convicción de que juntos podremos vencer cualquier amenaza que busque demeritar nuestra libertad y justicia. ¡Viva la democracia! ¡Abajo el autoritarismo! ¡Viva México!
Decálogo por la democracia:
1.- Que el presidente no intervenga en las elecciones.
2.- Que los gobernadores no hagan desvío de recursos para campañas oficiales.
3.- Que los medios públicos y privados señalen que los programas sociales son constitucionales.
4.- Que el INE, TEPJF y autoridades locales hagan su trabajo con independencia y autonomía.
5.- Blindar elecciones del dinero del crimen organizado.
6.- Que los medios de comunicación den cobertura imparcial a los diferentes candidatos. Que los medios públicos no sean aparatos de propaganda del gobierno. Alto a las descalificaciones contra la SCJN y otros organismos autónomos.
7.- Que se ponga un alto a la propaganda política donde se asegura que la elección ya está decidida.
8.- Compromiso de los ciudadanos con el voto libre e informado.
9.- Que se difunda la importancia de los votos para diputados, senadores y demás autoridades locales.
10.- Voto libre.